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Sangría de dinero en fondos de Bolsa española pese al año histórico del Ibex 35

Desde 2019 se han registrado salidas de recursos en este tipo de fondos por valor de 4.233 millones de euros

Los fondos de inversión especializados en acciones domésticas levan años perdiendo fuelle. Desde 2019 han registrado salidas de dinero por valor de 4.233 millones de euros. Incluso en 2025, con el Ibex 35 subiendo más del 30%, este tipo de vehículos ha visto cómo sigue habiendo reembolsos. En concreto, 29 millones de euros en lo que va de año.

El número de fondos de inversión dedicados a la Bolsa española se ha ido reduciendo en la última década. En parte, por las fusiones de bancos, que conllevan la integración de sus gestoras y sus fondos. Pero también porque cada vez hay menor interés por contar con un vehículo centrado en un universo de inversión relativamente pequeño.

A día de hoy quedan solo 65 fondos registrados en España enfocados en invertir acciones nacionales (en muchos casos, combinados con acciones portuguesas). En 2010 había más de 100. De esos 65 vehículos, una buena parte se dedica exclusivamente a seguir la evolución de un índice bursátil, como el Ibex. Un indicador que está registrando este año su mejor ejercicio de las tres últimas décadas.

¿Cómo es posible que siga saliendo dinero de fondos españoles si la Bolsa va tan bien? Como explicaba en una tribuna el economista Francisco Quintana, director de estrategia de ING en España, “entre 2010 y 2020, la Bolsa española tuvo uno de los peores rendimientos entre las Bolsas occidentales“, lo que explica que muchos inversores que tenían estos fondos se hayan salido después de ese periodo “tan traumático”.

El patrimonio acumulado en este tipo de fondos está en 3.444 millones de euros al cierre de septiembre, según datos divulgados ayer por Inverco, la asociación del ramo. La cifra es un 29% superior a la registrada al cierre de 2024, pero este incremento se explica exclusivamente por la propia revalorización de las acciones españolas en las que invierten estos vehículos. De hecho, el nivel actual es similar al que había a finales de 2021. Así que la evolución bursátil está valiendo, a duras penas, para compensar las salidas de dinero. En su mejor momento para esta categoría de fondos, en 2006, llegó a haber más de 10.000 millones de euros.

Universo limitado

“Al final, es normal que se pierda el interés por este tipo de fondos, porque el número de títulos en los que puede invertir es relativamente pequeño. Ahora bien, es una pena que mucha gente se haya salido en los últimos meses justo cuando el Ibex lo ha hecho tan bien”, apunta el gestor de un fondo español con más de 25 años de trayectoria.

Una de las críticas que se hace a los fondos de Bolsa española es que están muy condicionados por la composición del selectivo, donde hay una gran predominancia de los bancos y otros valores cíclicos. Las compañías tecnológicas, por ejemplo, apenas si tienen presencia. Cuando el fondo acumula cierto nivel de patrimonio, encuentra problemas para encontrar dónde invertir, puesto que si entra en una compañía pequeña acaba condicionando mucho la evolución de la acción.

El declive de los fondos de Bolsa española se ha producido mientras los dedicados a acciones extranjeras no paraban de crecer en las carteras de los inversores españoles. Al cierre de 2015 había 21.000 millones de euros en este tipo de productos, mientras que hoy hay más de 63.000 millones destinados a estos fondos. Esta tipología permite una diversificación mucho más amplia: desde acciones de Estados Unidos o europeas a compañías latinoamericanas, chinas o australianas.

En 2025, la rentabilidad del Ibex 35 está brillando frente a la de otros mercados. Ahora bien, cuando se analiza la evolución a medio plazo, no sale tan bien parada la renta variable española. Así, fondos de referencia en Bolsa española como el Okavango Delta, tan solo han dado un retorno medio del 5% en la última década, mientras que los fondos tecnológicos han logrado para sus partícipes un 17%.

Tan solo a partir del verano se ha visto una tibia recuperación del interés por los fondos de renta variable nacional, al calor de los buenos resultados de las cotizadas españolas. En septiembre, entraron en este tipo de productos 32 millones de euros, una cantidad que no ha bastado para borrar las salidas netas de dinero en el conjunto del año. “Es la historia de siempre, para cuando entran el pequeño inversor en el activo de moda, éste ya ha pegado el subidón”, apunta un asesor patrimonial de un banco español.

En el conjunto de fondos, el año 2025 sigue yendo viento en popa. En septiembre llegaron 1.153 millones de euros en aportaciones netas, que se elevan hasta rozar los 24.555 millones de euros en el conjunto del ejercicio. Se trata del 59º mes consecutivo donde entra más dinero del que sale en fondos. Esto, junto con la revalorización del mercado, ha llevado el patrimonio de los fondos españoles hasta los 436.408 millones de euros, lo que supone un incremento del 9% respecto a los datos de cierre del año pasado.

Por categorías, los fondos dedicados a invertir en bonos siguen arrasando, y acaparan casi todo el flujo de capital que está llegando a estos vehículos —casi 26.000 millones en el año—. En cambio, en los fondos de Bolsa internacional han salido 1.500 millones en 2025 y los mencionados 29 millones de Bolsa española.

En patrimonio total, los fondos de renta fija también son los mayoritarios, con más de 174.000 millones de euros. Después del largo periodo de tipos cero, que llevó a esta categoría a perder mucho tirón, los ahorradores españoles llevan cuatro años volviendo a la misma de forma masiva. Si se suma la familia de fondos monetarios (que invierten en renta fija a muy corto plazo) y la de los garantizados (que también invierten en deuda), las categorías de fondos conservadores superan los 200.000 millones de euros. Más de la mitad de todo el dinero que los españoles tienen en fondos está invertido en deuda pública y privada.

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