El 92% de los autónomos desconoce la figura de los planes de pensiones que promueve el Gobierno
La inmensa mayoría de los pequeños empresarios no se ha planteado utilizar este tipo de producto
El Gobierno quiere promover el ahorro complementario para la jubilación. Para ello, se han creado dos figuras nuevas, los planes de pensiones simplificados y los planes de promoción pública. Sin embargo, el objetivo no se está cumpliendo porque los planes de pensiones de empleo siguen siendo unos grandes desconocidos. De hecho, el 92% de los autónomos sin empleados a cargo desconoce la existencia de estos vehículos de inversión.
Desde el ministerio de Seguridad Social se considera que la mejor forma para fomentar la acumulación de un capital complementario para la jubilación es a través de los planes de pensiones de empleo, que se contratan en el marco de la negociación colectiva. También se fijó la prioridad de extender este tipo de ahorro hacia pymes y autónomos, pero la tarea parece titánica.
De acuerdo con una encuesta realizada por la aseguradora Caser —en el marco de su Observatorio del Ahorro—, el grado de desconocimiento de la fórmula del plan de pensiones es enorme. En el colectivo de autónomos que tienen empleados a su cargo, el 69% no ha oído hablar de los planes de empleo ni de los planes simplificados. Y en las microempresas, el 65%. Teniendo en cuenta que casi el 90% de los trabajadores españoles son autónomos o trabajadores de pymes o microempresas, el que se extienda la figura es muy complicado.
Cuando se pregunta a los pequeños empresarios si se han planteado contratar el producto, la respuesta es similar. En el caso del los autónomos sin empleados a cargo, un 95% no se plantea meter dinero en estos planes de pensiones de empleo.
Eva Valero, directora del Observatorio del Ahorro, reconoce que “hay que seguir haciendo un esfuerzo enorme para divulgar este tipo de ahorro, y para mejorar la educación financiera de los españoles”.
Los planes de pensiones, tanto los individuales como los colectivos, permiten ir haciendo aportaciones en un vehículo que solo se puede rescatar cuando llega el momento de la jubilación (y algún supuesto especial, como incapacidad, paro de larga duración, riesgo de desahucio…). La principal ventaja que presenta es que el importe que se aporta se puede desgravar de la base imponible del IRPF. Ahora bien, el Gobierno fijó un límite de aportación anual de 1.500 euros en planes de pensiones individuales, que se eleva a 5.750 euros en planes para autónomos y hasta 8.500 euros en los planes de pensiones colectivos para empresa. Así se querían fomentar los planes colectivos.
Este límite amplio en el caso de los planes de pensiones de empleo, no obstante, aún no está dando los resultados esperados. Cada año sigue saliendo más dinero (por la gente que se jubila) que el que entra por nuevas aportaciones. Además, en la figura de los planes de promoción pública aún no ha entrado ni un euro. “Es una figura cuya expansión va a ser lenta, porque depende de la negociación de convenios colectivos, con muchas partes interesadas”, apunta Valero.
La otra figura creada por el Ejecutivo, los planes de pensiones simplificados (también conocidos como planes para autónomos), sí que se han creado una veintena de vehículos, que ya han captado más de 200 millones de euros.