Kutxabank planta cara a los neobancos con carteras de fondos de bajo coste

Bajo la marca Finnk comercializará cestas de inversiones con un precio de entre el 0,67% y el 1,2% anual

Una mujer camina por delante de una sucursal de Kutxabank, en Salamanca.SOPA Images (LightRocket via Getty Images)

Kutxabank lanza un nuevo concepto de inversión bajo la marca Finnk, para plantar cara a la nueva oferta de neobancos como Revolut, N26, Lightyear o Trade Republic. La entidad financiera vasca quiere seguir potenciando los contratos de gestión discrecional de carteras —una práctica en la que fue pionera— lanzando seis nuevas carteras que invierten principalmente en fondos indexados de bajo coste. La comisión que se cobra directamente al cliente es del 0,45% anual, mientras que los productos subyacentes tienen comisiones de entre el 0,22% y el 0,73%, que se cargan dentro del fondo. Así, el coste anual para el inversor estará entre el 0,7% y el 1,2%, bastante inferior al que hay en otros bancos. De acuerdo con cálculos de Kutxabank, la media del coste total en España está en el 1,63%.

Los neobancos llevan casi una década entrando en diferentes nichos de mercado de la banca tradicional. Primero tarjetas, cuentas, brókeraje de acciones... Y ahora también quieren ser un actor relevante en la gestión de activos, donde se están convirtiendo en los principales intermediarios para la compra de fondos cotizados de bajo coste. En Alemania y Países Bajos sus crecimientos son exponenciales.

María Hoyos, directora de negocio digital de Finnk, explica en la presentación de la marca que se trata de un producto “diseñado para una nueva generación de inversores, que se relacionan de otra forma con las entidades financieras”.

La entidad ha dedicado muchos esfuerzos para optimizar y mejorar al máximo el proceso que los clientes siguen para darse de alta, con sistemas de reconocimiento facial y de registro rápido de documentación. Otra faceta más en la que los neobancos llevan años destacados, con aplicaciones diseñadas desde el inicio para el móvil. “El onbording para darse de alta en Finnk es de los mejores que uno se puede encontrar”, apunta Manuel Martín-Muñío Sainz, director general de Kutxabank Investment.

Las carteras Finnk se dividen en horizontes temporales. Para aquellos que piensan invertir por un periodo máximo de cinco años, se ofrece siempre una distribución basada en un 60% de Bolsa y un 40% de bonos. Para quienes tienen un horizonte temporal mayor, el peso de la renta variable sube hasta el 80%. A partir de ahí, se ofrecen tres variantes para cada horizonte, una para invertir con un componente de sostenibilidad, otra que da prioridad al potencial de la inteligencia artificial y un tercero que se fija en grandes tendencias globales (robótica, acceso al agua...).

En estas cestas de fondos se combinan sobre todo fondos indexados con comisiones ultrabajas, de gestoras como BlackRock, Vanguard o Amundi. En algunos casos, se articula la inversión a través de tres fondos instrumentales con marca Finnk, que a su vez compran los fondos indexados. Las carteras también tienen algunos fondos activos especializados, de firmas como Robeco, Pictet, Candriam...

El proyecto Finnk se dirige a un colectivo potencial de 5 millones de clientes, jóvenes, nativos digitales, y que empiezan a tener un ahorro. “Con Finnk van a poder empezar a realizar su planificación financiera, desde una aportación mínima de 1.000 euros”, detalla Martín-Muñío.

La gestión discrecional de carteras permite a los bancos negociar con las gestoras internacionales, para acceder a sus productos con comisiones muy bajas. Además, como el cliente cede el control a la gestora, esta puede cambiar los pesos de cada activo o buscar un nuevo proveedor de fondos, con más facilidad.

Finnk es uno de los primeros proyecto que emprende Kutxabank para potenciar toda la división de banca privada y gestión de activos, un área dirigida por Joseba Orueta, y que aspira a alcanzar los 38.000 millones de euros. Estos negocios están entre los más rentables y estables para las entidades financieras, y menos dependientes de la evolución de la política de tipos de interés.

Con esta decisión, Kutxabank sigue los pasos de entidades como CaixaBank, que hace seis años lanzó el modelo Smart Money, con carteras de fondos indexados de bajo coste. También han promovido este modelo Bankinter y Openbank, la filial de banca online de Santander.

El modelo Finnk, además de ofrecer la cartera más adecuada para cada perfil de cliente, también permite ir viendo la evolución de las inversiones y contempla el envío de informes donde se explica la situación del mercado.


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