Víctor de la Morena (Amundi): “Los siete magníficos se han llevado todo el pastel y son un factor de riesgo”
Afronta el inicio de 2024 con prudencia en Bolsa y evitando a las grandes tecnológicas de EE UU
Víctor de la Morena, desde su puesto de director de inversiones de Amundi Iberia, parece tener muy claro cómo se comportará la economía en 2024, con dos fases claramente diferenciadas, una de crecimiento muy débil, que obligará a recortes de tipos de interés, seguida de una recuperación posterior. El ritmo del ciclo económico condiciona su estrategia de inversión en renta variable: cautela en la primera parte del año y más agresividad en la segunda.
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Víctor de la Morena, desde su puesto de director de inversiones de Amundi Iberia, parece tener muy claro cómo se comportará la economía en 2024, con dos fases claramente diferenciadas, una de crecimiento muy débil, que obligará a recortes de tipos de interés, seguida de una recuperación posterior. El ritmo del ciclo económico condiciona su estrategia de inversión en renta variable: cautela en la primera parte del año y más agresividad en la segunda.
La economía en 2023 se ha comportado mejor de lo previsto, pero ¿qué esperan para 2024?
Pensábamos que la economía americana iba a frenarse más en la segunda mitad de año, y al final parece que eso se va a producir el semestre que viene. Pero seguimos viendo muchos indicadores que apuntan a ese enfriamiento y, aunque no sea el consenso del mercado ni el mensaje de la Fed, creemos que en Estados Unidos sí se va a entrar en terreno negativo durante los dos primeros trimestres de 2024. Hablamos de caídas del PIB de entre 0,5 y 1,5 puntos para después recuperar en la segunda mitad del año. Esa recesión es lo que permitiría que se rebalancease toda la capacidad productiva de la economía, se generase un poco de desempleo y así se controlase mejor la inflación. Fruto de ese fenómeno, la Fed bajará tipos antes de lo que esperaba el mercado.
¿No le preocupa la recesión?
No, porque es una recesión muy técnica, de las que sanean los ciclos económicos. No hay nada que distorsione el mercado como en otras crisis. Aunque en realidad no hay crisis, es simplemente una recesión técnica. Por tanto, no es dolorosa y no es insana, todo lo contrario, es incluso buena.
¿Cómo ve a Europa?
En algunos países ya estamos en recesión, pero lo que ocurre es que aquí no se ha utilizado todo el ahorro que teníamos después de la pandemia, por lo tanto, Europa se puede permitir en los próximos trimestres consumir sin endeudarse, mientras que el consumidor americano ya está tirando de tarjeta de crédito para estas Navidades.
¿No habrá recesión en Europa?
Vamos a ver casos puntuales, como Alemania, que sí va a publicar datos negativos en algún mes, pero la media europea hará un ciclo parecido al de Estados Unidos, pero sin entrar en recesión, con una desaceleración el primer semestre y una aceleración en el segundo, para terminar en tasas de crecimiento del 1% o 1,5% aproximadamente para el año 2025. La demanda interna no tiene problemas, no hay tantas tensiones en el mercado laboral ni en el nivel de ahorro como en Estados Unidos.
Ante este escenario, ¿qué deberían hacer los bancos centrales?
Los discursos muy preocupados por la inflación en 2023 van a ceder el paso a la preocupación por el crecimiento en 2024, y vamos a ver bajadas de tipos donde antes veíamos subidas. ¿De cuánto? Aquí cada casa tiene sus propias perspectivas. Como decía antes, vemos recesión en el primer semestre en Estados Unidos, inflaciones en torno a casi el 2% a finales de 2024 y, por tanto, nuestros modelos nos dicen que va a haber un punto y medio de bajadas durante el año. ¿Cuándo empezarán? En torno a mayo en Estados Unidos, donde probablemente acabemos el año en un nivel de tipos del 4%. En el BCE un poquito más tarde, para junio tendríamos la primera bajada. Por lo tanto estaríamos hablando de tipos al 2,75% para finales de 2024.
¿Cómo están preparando las carteras para 2024?
Pensamos que es un escenario de los mejores que se pueden dar para la inversión en renta fija. De momento, estamos más centrados en Gobiernos de países desarrollados. Los cupones son suficientemente altos como para no arriesgar, aunque sí añadiríamos algo de crédito, pero siempre de alta calidad. No pensamos que sea necesario acudir a mercados de baja calidad crediticia para conseguir remuneración extra.
¿La renta fija va a seguir siendo la protagonista del año o también va a haber oportunidades en renta variable?
En renta variable estamos enfocando una estrategia también con cambios en función del ciclo económico. En Estados Unidos hemos visto cómo los siete magníficos se han llevado todo el pastel y hoy en día representan un 30% de la capitalización total de S&P 500. Vemos que eso es un factor de riesgo porque, si pincha alguna expectativa, la probabilidad de que tiren del índice en su conjunto es muy grande. Por lo tanto, estaríamos evitando invertir ahora en ese sector tan concentrado.
¿Cuáles son sus apuestas?
Preferimos posiciones más defensivas, más diversificadas, compañías de más de valor, que no tengan deuda, que no necesiten ese crecimiento tan grande, tan descontado por el mercado. Entonces empezaríamos el año con esa estrategia de calidad frente al crecimiento y en la segunda mitad del ejercicio, cuando se reactive la economía. Nos pondríamos más positivos en Europa, tomaríamos más cíclicas, consumo, bancos, más small caps, que son las que mejor actúan en esas recuperaciones del mercado. La idea es empezar con cautela en renta variable y terminar siendo más agresivos.
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