Un proyecto del MOVIMIENTO B CORPMOVIMIENTO B CORP

El Futuro Es Ser B: el reglamento de las SBIC, clave para construir un mundo sostenible

El movimiento B Corp, Demos Lab y la ciudadanía piden en un informe la necesidad apremiante de transformar el modelo empresarial y de aprobar el reglamento que ponga en marcha la figura legal de las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC)

Presentación de las conclusiones y propuestas ciudadanas de El Futuro Es Ser B en el Congreso de los Diputados. Foto cedida por B Lab Spain.

La confluencia de desafíos económicos, sociales y ambientales ha llevado a los expertos a acuñar un nuevo término, el de policrisis, para definir la coyuntura a la que nos enfrentamos. Es decir, una serie “de crisis simultáneas” que pone en riesgo el futuro de las nuevas generaciones. Esos mismos expertos coinciden en afirmar que, con toda probabilidad, lo que hagamos -o dejemos de hacer- en los próximos años determinará la viabilidad de la vida tal y como la conocemos. Por tanto, la necesidad de actuar es acuciante, pero esto, hoy en día, conlleva una dificultad añadida: en un mundo global e interconectado ya no valen las acciones aisladas, solo las respuestas integrales y colectivas.

Fue con este propósito que surgió B Corp, un movimiento internacional de personas que utilizan la fuerza de las empresas para dar una respuesta transversal a los problemas sociales y ambientales del siglo XXI. Las empresas -desde las micropymes hasta las grandes corporaciones- son, después de todo, el motor de la economía; así que cualquier transformación a gran escala pasa también por repensar el modelo empresarial en boga. La idea, según B Corp, es competir y crecer a partir de un enfoque ecosocial, y no a costa del medio ambiente y de las personas con menos recursos.

No es una utopía ni un ideal inalcanzable, como lo demuestran las más de 8.000 empresas que ya forman parte del movimiento en todo el mundo, incluyendo nombres archiconocidos como Ben & Jerry, Patagonia, Natura o Danone. Impulsado por B Lab, el movimiento aterrizó en España en 2014, donde agrupa ya a 250 compañías. Su accionar no se limita a la poesía, sino que echa mano de la prosa, con iniciativas concretas como la construcción de una red local, regional y global de comunidades por el cambio, o la creación de uno de los estándares internacionales más prestigiosos -la Evaluación de Impacto B- para medir y evaluar el desempeño social y ambiental, de transparencia pública y de buen gobierno de las compañías.

Otro de los principales ejes de acción del movimiento B Corp es la promoción de políticas públicas que impulsen la economía de impacto y un modelo empresarial sostenible. Esta labor ya cuenta con un hito de gran trascendencia: conseguir, con el apoyo de más de 400 organizaciones y 30.000 personas, que el Congreso de los Diputados aprobara en 2022 la figura legal de las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC). En otras palabras, lo que popularmente se ha denominado el reconocimiento de las ‘Empresas con Propósito’. Sin duda, se trata de una importante palanca legislativa que reconoce a las empresas que velan por la generación de un impacto positivo en las personas y el medio ambiente. Aunque, desde B Corp, reconocen que el círculo de las SBIC sigue aún incompleto: falta por aprobar un reglamento que permita poner en práctica la figura jurídica.

Hoja de ruta

En 2023, y para seguir avanzando en la transformación empresarial, B Corp también puso en marcha otro proyecto de gran envergadura, en colaboración con Demos Lab y con el apoyo de PlayGround. Lo llamaron: El Futuro Ser B. La iniciativa consistió en la creación de un foro sin precedentes de 35 personas seleccionadas aleatoriamente de todos los rincones del país y de distintos sectores, para reflexionar y debatir sobre una pregunta clave: ¿Cómo pueden las empresas mejorar la vida de las personas?

El proceso deliberativo, que duró un año y contó además con la participación de empresas, startups, sindicatos, instituciones públicas, medios de comunicación y de referentes sociales, concluyó con un informe de propuestas orientadas a construir un nuevo modelo empresarial, uno que haga posible la ansiada transformación ecosocial.

Belén Viloria, Directora Ejecutiva del moviment B Corp, urge la aprobación del reglamento de las SBIC. Foto cedida por B Lab Spain.

Finalizadas las deliberaciones, B Corp y Demos Lab buscaron el lugar más apropiado para presentar las conclusiones del informe: el Congreso de los Diputados, la casa de los ciudadanos. “El Futuro Es Ser B surge como un faro. Al involucrar activamente a la ciudadanía en la reflexión empresarial y considerar sus intereses, generamos esperanza y demostramos que el cambio no solo es posible, sino que es urgente y más necesario que nunca”, dijo la directora ejecutiva del movimiento B Corp en España, Belén Viloria, en la apertura de acto, celebrado el pasado 18 de marzo.

Sentada a su lado, la secretaria segunda de la Mesa del Congreso, Isaura Leal Fernández, elogió la iniciativa y destacó la importancia de la implicación de la ciudadanía y de la alianza público-privada para “avanzar juntos en la transformación sostenible de nuestro modelo económico”. La cofundadora de Demos Lab e impulsora del metaforum, María Caso, incidió en este punto al tomar la palabra: “Ante la policrisis a la que nos enfrentamos, solo una respuesta colectiva, con los ciudadanos como eje vertebrador, nos salvará”.

Como no podía ser de otra manera, fueron tres de los ciudadanos del metaforum precisamente los que presentaron ante el público, reunido en la sala Ernest Lluch del Congreso, las propuestas del informe. Entre ellas, elaborar un paquete de sostenibilidad con recursos que ayuden a las empresas en la transformación ecosocial, crear un “Ministerio del Futuro” con la responsabilidad de supervisar el cumplimiento del Gobierno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), o hacer que la declaración del impacto medioambiental de las empresas sea obligatoria (y que el buen desempeño conlleve beneficios fiscales).

Tres portavoces del foro ciudadano junto a María Caso, Directora de Demos Lab, presentando las conclusiones de El Futuro Es Ser B. Foto cedida por B Lab Spain.

Pero, de todas las medidas, la de mayor relevancia y urgencia, recalcaron, es la de desarrollar un reglamento para las SBIC, que dote de seguridad jurídica al modelo empresarial con propósito. “Es fundamental aprobar un reglamento técnico para la ley porque esto será un apoyo para el crecimiento de las empresas ‘con propósito’ y permitirá avanzar en el desarrollo sostenible de nuestro país”, apuntaló la directora del movimiento B Corp.

En el acto también intervinieron los portavoces de Asuntos Económicos del Partido Popular, Celso Delgado, del Partido Socialista, Pedro Casares, y de Sumar, Carlos Martín, quienes aplaudieron el ejercicio democrático de El Futuro Es Ser B y mostraron su compromiso de analizar las propuestas del informe. El evento contó, además, con la participación de personalidades como Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres y conductora del podcast de la iniciativa El Futuro Es Ser B, Ana Pastor, periodista y CEO de Newtral, Víctor Meseguer, Comisionado Especial para la Economía Social, y José Moisés Martín, Director General del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.

Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres, Anselmo Méndez, CEO de Veritas, Carlota Pi, CEO de Holaluz y Ana Pastor, CEO de Newtral en el acto de presentación El Futuro Es Ser B. Foto cedida por B Lab Spain.

Asimismo, también contó con las intervenciones de destacados líderes empresariales comprometidos con el movimiento: Carlota Pi, presidenta y cofundadora de Holaluz; Anselmo Méndez, CEO de Veritas; e Ignacio Rivera, presidente del grupo Hijos de Rivera (propietario de marcas como Estrella Galicia o Cabreiroá). Todos ellos destacaron que, sin escucha activa y sin el compromiso de las empresas, medios de comunicación e instituciones públicas, difícilmente se podrá cambiar el modelo productivo y empresarial.

Las empresas, agentes vitales

Preguntados sobre cuál debía ser el rol social de las empresas, los directivos fueron claros. “Las compañías tienen que convertirse en herramientas para cambiar el mundo. Somos un agente clave para mejorar la vida de las personas y resolver el problema más relevante que tenemos hoy en día, que es la emergencia climática”, declaró Carlota Pi, la CEO de Holaluz, una empresa de energía que en la última década ha liderado la llamada “revolución de los tejados”, promoviendo que cada metro cuadrado de tejado disponible en España se convierta en una fuente de energía renovable.

El CEO de Veritas, Anselmo Méndez, la mayor cadena de supermercados ecológicos de España y la primera en convertirse en empresa B Corp en toda Europa, destacó que “las empresas podemos mejorar la vida de las personas de muchas maneras; por ejemplo, implantando y promoviendo políticas internas que mejoren las condiciones de los empleados y escuchando a los clientes”, y alertó de la necesidad de combatir el greenwashing.

Ignacio Rivera, Presidente de Hijos de Rivera, en el cierre del acto de El Futuro Es Ser B. Foto cedida por B Lab Spain.

A su vez, el presidente del grupo empresarial Hijos de Rivera, Ignacio Rivera, sostuvo que hay que poner el foco en el origen. “Si los líderes empresariales nos preocupamos por proteger el entorno donde están nuestras empresas y por desarrollar las economías locales, el mundo será mejor”, aseguró. Porque no se trata “solo de cuidar el planeta”, puntualizó, sino también de “saber vivir en este planeta”. En otras palabras, para avanzar en la transformación hacia un mundo más sostenible, el cómo es tan importante como el qué.

Otras medidas

El informe del proyecto El Futuro Es Ser B, que pone de manifiesto la necesidad de que las empresas estén comprometidas con las personas y el planeta, incluyó también entre sus medidas facilitar a las compañías un kit formativo sobre distintos aspectos sociales de la empresa -entre estos, la conciliación, los derechos laborales, la inclusión o la salud mental-. Asimismo, propone instaurar el Día del debate democrático o la creación de un órgano independiente a las empresas al que puedan dirigirse las personas trabajadoras en caso de vulneración de derechos o conflicto con la entidad. 


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