Un tejido productivo más diversificado apunta al negocio militar, sanitario y eléctrico

La autonomía se expande con éxito a defensa, salud o movilidad sostenible P La pesca y las conserveras se mantienen como un pilar de su economía

Instalaciones de la fábrica de Nissan en Cantabria, este jueves, en Los Corrales de Buelna (Cantabria).Celia Agüero Pereda (EFE)


La industria supone, según los últimos datos del INE, el 14,4% del empleo y el 21,1% del PIB de Cantabria, una cifra muy superior al 15% de la media nacional. Pese a su relevancia económica, no ha recuperado el dinamismo previo a la pandemia. El Instituto Cántabro de Estadística (Icane) prevé que la producción industrial registre un ligero crecimiento al cierre de 2024, frente a las caídas de los años anteriores (un 5,9% en 2023 y un 8,2% en 2022). Un signo positivo que sugiere que está en proceso de recuperación.

Todas las fuentes consultadas por CincoDías coinciden en que las principales amenazas para esta recuperación son el aumento de los costes energéticos, que afectan mucho a las fábricas electrointensivas, con gran presencia en la región, y la crisis de la cadena de suministro global, agravada por la guerra en Ucrania y Oriente Medio.

La transición de una industria fuertemente dependiente de sectores como el metalúrgico, que son muy vulnerables a las crisis globales, hacia otra con un mayor enfoque tecnológico y digital, parece ser la clave para el futuro. La reconversión 4.0 que ya está en camino.

“Uno de nuestros principales objetivos en esta legislatura es dinamizar la inversión y atraer proyectos industriales”, señalan desde la Sociedad para el Desarrollo de Cantabria (Sodercan). “La reforma fiscal, la simplificación administrativa, el nuevo marco regulatorio de impulso preferente a proyectos estratégicos, la Agenda Digital o la promoción de suelo industrial competitivo son medidas muy necesarias y que hemos impulsado con celeridad”, precisan.

La financiación es clave. Así, los fondos Next Generation de la UE aportan 375 millones hasta 2026 para la modernización del tejido industrial. También la Administración autonómica contribuye con subvenciones por cerca de 20 millones de euros para impulsar la colaboración empresarial en clústeres, la investigación y la apertura a nuevos mercados.

Gracias a estas inversiones y al impulso de las propias empresas, “Cantabria está logrando compatibilizar la preservación de sus actividades tradicionales, como la pesca, el acero, el mueble o el calzado, con el desarrollo de nuevos sectores ligados a la tecnología y la economía verde, que suponen una evolución del modelo productivo”, indica Enrique Conde, presidente de CEOE Cepyme Cantabria.

Actualmente, hay 600 empresas TIC, con un crecimiento superior al 5% en los últimos tres años. Además, el empleo ha subido un 83,6% entre 2019 y 2023, y el 77% de ellas planea ampliar su plantilla en 2025. Además, participan en grandes proyectos innovadores respaldados por organismos como la Agencia Espacial Europea o el Ministerio de Defensa español.

Naval y automoción

Hace tres años, seis empresas –Gamesa Electric, Ensa, Enwesa, Fernández Jove, Atecsol y Newtesol–, junto con el Centro Tecnológico CTC, lograron unirse al proyecto más ambicioso de la construcción naval en España: los submarinos de la serie S-80 encargados por la Armada a Navantia.

Para Atecsol, que aporta su experiencia en temas de soldadura, mecanizado de superficies y fabricación de componentes, las líneas de negocio relacionadas con este supercontrato suponen entre 1,5 y 1,8 millones de euros. “Es un trabajo muy especializado que pocas empresas del país pueden desarrollar porque las exigencias de calidad del cliente son muy elevadas, y requiere disponer de un personal altamente competente, y de maquinaria específica y avanzada”, explica su director general, Enrique Abad. La compañía espera facturar seis millones de euros este año.

Newtesol, con plantas en Arabia Saudí, la bahía de Santander y una próxima en Cantabria, también destaca por la alta cualificación de sus 80 empleados. Centrada en componentes soldados para la industria nuclear, está especializada en recubrimientos anticorrosivos. Su presidente, Manuel Vila, avanza que una variante de esta tecnología se usa en la fabricación de piezas para los submarinos S-80.

La automoción también se beneficia del Perte VEC y Moves Singulares II. Un ejemplo es el apoyo a SEG Automotive, con una gran presencia internacional y tradicionalmente dedicada a la producción de alternadores, pero que se ha adaptado a las nuevas tendencias dirigidas a la movilidad eléctrica. Con 650 empleados, siete plantas de producción, una de ellas en la localidad cántabra de Treto, fabrican motores para bicis eléctricas, que ya llevan marcas como BH Bikes. También suministran motores a Nuuk, utilizados por la flota de reparto de Correos. Este mes de octubre inauguran un área de montaje electrónico con una inversión de más de 20 millones de euros.

El sector farmacéutico es uno de los nuevos nichos de mercado en la región, con empresas punteras como Cantabria Labs, líder en dermatología en España, Italia y Portugal. La compañía factura más de 355 millones de euros y aspira a llegar hasta los 500 millones en 2027. Ha pasado de tener una plantilla de 200 a 1.200 empleados en 15 años, con 250 de ellos en Cantabria, donde mantiene su principal planta de producción, en La Concha, y dos centros de I+D, dedicando el 12% de sus ingresos a esta actividad clave para su éxito.

El tejido industrial de Cantabria está cambiando, pero los retos de futuro aún son muchos. Profundizar en esa necesaria diversificación hacia sectores más verdes y digitales; mejorar las infraestructuras logísticas y la conectividad, insuficiente en zonas rurales; abrir nuevos mercados o contar con más mano de obra cualificada. El objetivo: ganar competitividad sin perder sostenibilidad.

La actividad primaria, en cifras 


Peso. La actividad agroalimentaria sigue representando aproximadamente un 22% del PIB industrial, con una cifra de negocio superior a los 1.700 millones de euros. 

Características. Según la Cámara de Comercio de Cantabria, el sector agroalimentario cuenta con más de 3.000 empresas, de las cuales un 90% son micropymes.

Subsectores. Y dentro de este sector, la pesca y la pujante industria conservera, con un liderazgo mundial indiscutible en la elaboración de anchoa, que genera más de 2.000 empleos en Cantabria, es punta de lanza. La región, y en especial Santoña, concentra el 78,2% de las empresas del sector conservero de anchoa de España, con un importante peso en la economía y el empleo local. 


Empresas. Ignacio Corral, director general de Grupo Consorcio, una de las compañías líderes de este sector, que ha facturado cerca de 70 millones en 2023, tiene 982 empleados (el 64% mujeres) y que dedica el 55% de las ventas a la exportación, se siente orgulloso de “haber contribuido, y continuar haciéndolo, a la modernización de la industria conservera. Ejemplos de la constante evolución que nos caracteriza son nuestra expansión internacional, con presencia en 47 países; la inversión en innovación tecnológica para garantizar la sostenibilidad en todos los niveles, la obtención de la certificación BCorp en 2019 y la reciente apertura de una filial en Italia en 2024, entre otros hitos”, sintentiza.

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