La riqueza de los hogares jóvenes se hunde un 75% en 20 años por la crisis de la vivienda
La imposibilidad de tener piso propio es la principal causa del empobrecimiento de las familias menores de 35 años en el periodo 2002-2022, según un estudio de Mutualidad
Las familias más jóvenes son las que más se han empobrecido desde la burbuja y la brecha de riqueza intergeneracional no para de crecer debido a la falta de vivienda asequible. Esa es la conclusión del informe Radiografía de la evolución del patrimonio de los hogares españoles, de la Fundación Mutualidad, presentado este jueves. La riqueza bruta de los hogares con cabezas menores de 35 años ha caído un 75% desde 2002. Para el grupo de entre 35 y 44 años, la bajada ha sido de un 15%. Solamente los mayores de 55 años han aumentado su patrimonio desde entonces.
“El principal factor que podría explicar esta caída es el acceso a la vivienda”, ha dicho Jorge Galindo, investigador encargado del estudio, que cruza los datos de la Encuesta Financiera de las Familias (Banco de España), de la Encuesta de Condiciones de Vida (INE) y del Panel de Hogares (Ministerio de Hacienda). Al final, la casa propia es el mayor patrimonio de los hogares tanto en España como en muchos países: representa el 40% de todos los activos de los españoles y el 45% en la eurozona, de acuerdo con el Banco Central Europeo. Lo que hace ahora la Fundación Mutualidad es calcular cómo la vivienda impulsa la brecha intergeneracional en el patrimonio.
El boom de la construcción había permitido a muchas familias ascender socialmente al adquirir una residencia, según el informe de Mutualidad. Los hogares con un sustentador menor de 35 años se habían enriquecido un 50% entre 2002 y 2008. Los encabezados por personas entre 35 y 44 años había incrementado su patrimonio en casi un 75%.
Al derrumbe del ladrillo le sucedieron fuertes correcciones en la riqueza de esas familias. Los adultos jóvenes son cada vez menos propietarios de dónde residen. Apenas una de cada tres familias con un titular menor de 35 tiene una propiedad, frente a un 70% en 2011. La pérdida ha sido más contenida en el grupo entre 35 y 44 años. Antes, el 80% de ellos eran dueños de sus pisos. Ahora, solamente el 60%. “La cuestión de la vivienda no parece solucionarse a corto plazo”, ha lamentado Galindo, que también ha compartido cómo a los 40 años acaba de comprar su primera vivienda.
Para arrastrar aún más hacia abajo el patrimonio de los más jóvenes, según apunta Mutualidad, los menores de 30 años han visto los menores incrementos en renta anual neta. Si se descuenta la inflación, ganan 13.000 euros al año, un poco menos de lo que hacían antes de la burbuja. “Eso achica la capacidad de ahorro”, ha señalado Galindo. A su vez, los mayores de 65 vieron sus ingresos subir un 25% y ahora rozan los 18.000 euros.
Cada vez es más difícil construir un patrimonio, en especial cuando se empieza con menos dinero. El 25 % más pobre no solo no logra acumular nada hasta alrededor de los 33 años, sino que a partir de esa edad empieza a contraer deuda. En contraste, entre el 25% más rico, su capital crece ya desde los 20 años y llega a los 30.000 euros cuando cumplen 40. Para los hogares en el medio de la línea, el patrimonio crece lentamente antes de los 40 años, siempre por debajo de los 5.000 euros. La desigualdad económica se retroalimenta.