Ampliar el cómputo para la pensión a 29 años quitando los dos peores años no será del todo posible hasta 2038

Los negociadores aún ultiman que las pensiones mínimas contributivas de jubilación deberán estar en el entorno de los 16.500 euros anuales en 2027, según Escrivá

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá (i), y el vicepresidente Segundo de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, Miguel Ángel Jerez Juan, Ricardo Rubio / Europa Press. 15/03/2023Ricardo Rubio (Europa Press)

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha presentado esta tarde las líneas generales de la segunda fase de la reforma de pensiones que ha pactado con sus socios de coalición de Unidas Podemos, primero, y con los sindicatos CC OO y UGT, después. Los empresarios han quedado fuera de este pacto por considerar que las medidas de ingresos para garantizar la sostenibilidad del sistema y poder costear medidas como la revalorización de las pensiones u otras mejoras de las pensiones mínimas, entre otras, recaen en exclusiva sobre los hombros de las empresas y, en menor medida, de los trabajadores a través de la elevación de las cotizaciones sociales.

En esta comparecencia, Escrivá ha detallado las principales medidas de esta segunda fase de la reforma de pensiones, entre ellas las destinadas a reforzar la “equidad y solidaridad del sistema” como es la reforma de la base reguladora para calcular la pensión, con un sistema dual que permite elegir el periodo de cómputo; y el nuevo tratamiento de integración en dicha base reguladora de las lagunas de cotización (periodos sin cotizar dentro de una carrera laboral).

Este nuevo sistema dual consistirá en el que el jubilado podrá escoger la opción más beneficiosa entre seguir calculando la pensión con los últimos 25 años cotizados o escoger un nuevo sistema que terminará teniendo en cuenta los últimos 29 años cotizados, desechando los 24 peores meses de cotizaciones. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) será el que calcule de oficio cuál será el modelo más beneficioso para el trabajador en el momento de su jubilación. Y es que acogerse a esta segunda y novedosa modalidad no será del todo posible hasta el año 2038, ya que el real decreto de reforma que tiene previsto aprobar este jueves el Consejo de Ministros establece una lenta senda de implantación de este modelo que durará doce años y que irá aumentando 4 meses cada año a partir de 2027, por lo tanto, tampoco afectará en ninguna medida a quienes se jubilen en los próximos tres años y medio.

Así, dicha senda establece que a partir del 1 de enero de 2027 se otorgará a los nuevos jubilados la opción más ventajosa entre calcular la pensión con sus últimas 300 mensualidades cotizadas (25 años) o con sus 304 últimas mensualidades (25,33 años) pero quitando dos de esos meses, con lo que se calcularía de forma efectiva con sus últimos 25,1 años. A partir del 1 de enero de 2028, el número de mensualidades que se podrán tener en cuenta con la nueva modalidad serán las últimas 308 (25,6 últimos años cotizados) y de estos se podrán quitar cuatro meses. Esta senda se repetirá año a año, de forma que cada ejercicio que pase el número de años que conformarán la base reguladora aumentará en cuatro meses y las mensualidades que se pueden descartar se incrementarán en dos por año.

De esta forma, por ejemplo, a la mitad de este periodo transitorio, en 2032, la base reguladora se podrá calcular con los últimos 324 meses cotizados (27 años) y de estos se podrá desechar un año completo (12 mensualidades) y así hasta completar la implantación de esta ampliación en 2038 cuando ya sí, la cuantía de la pensión de jubilación podrá determinarse con los últimos 348 meses de cotización (29 años) pudiendo restar de este periodo los 24 meses de peores cotizaciones, con lo que la base reguladora se determinará con los 324 meses cotizados previos a la fecha de la jubilación (27 años).

Este sistema dual, que permitirá escoger entre el sistema más ventajoso entre los últimos 25 años y los últimos 29 años desechando las 24 mensualidades peores, se mantendrá hasta el año 2044 y, a partir de entonces, siempre se calculará con la segunda modalidad.

Junto a este cambio en el diseño de la base reguladora, la reforma incluye también una mejora en la forma en la que se integran en dicha base los periodos más o menos intermitentes en los que el trabajador no ha cotizado (denominados lagunas de cotización). En este caso se mantiene que los vacíos de cotización se compensen con el 100% de la base mínima los primeros 48 meses (cuatro años), y con el 50% de la base mínima a partir del mes 49. Pero se añaden para las mujeres trabajadoras por cuenta ajena, el 100% de la base mínima entre el mes de vacío 49 y el 60 (esto es, el quinto año) y el 80% de la base mínima entre el mes 61 y el 84 (ampliándose esta cobertura de lagunas para las mujeres del cuatro a siete años).

Estas son las principales medidas para reforzar la equidad y solidaridad del sistema de pensiones, pero Escrivá también ha explicado en el Congreso otros cambios orientados a aumentar la suficiencia de las prestaciones, esto es, elevar su cuantía. Concretamente, esta fase de la reforma aprueba mejoras de las pensiones mínimas de jubilación, tanto contributivas como asistenciales. Estas mejoras radican en que subirán por encima del resto hasta 2027 de forma que en ese año “la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo no podrá ser inferior al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos”. Para la determinación de dicho umbral de la pobreza se multiplicará por 1,5 el umbral de la pobreza correspondiente a un hogar unipersonal en los términos concretados para España en el último dato disponible de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística.

Según esta fórmula, Escrivá ha indicado hoy que la pensión mínima de jubilación de carácter contributivo tendrá que situarse como mínimo en 2027 en el entorno de los 16.500 euros anuales (1.178,5 euros al mes en 14 pagas). Si bien, el último borrador de la norma también establece una senda entre 2024 y 2027 para alcanzar este suelo. Así, las mínimas subirán cada año el IPC más una cuantía que se determinará cada año, calculando la brecha entre el dato de inflación y el umbral de la pobreza calculado para un hogar de dos adultos: en 2024 la cuantía adicional al IPC deberá recortar dicha brecha un 20% en 2025, un 30%; en 2026, un 50% y en 2027, un 100%, cumpliendo así el 60% de la renta mediana de un hogar de dos adultos, ha explicado el ministro.



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