La misión de eurodiputados verifica la herramienta de control de los fondos europeos, pero pide más agilidad

Reclama al Estado y a las comunidades autónomas más cogobernanza

La presidenta de la misión de eurodiputados, Monika Hohlmeier.Agencia Getty (dpa/picture alliance via Getty I)

La comitiva de 10 eurodiputados que aterrizó el lunes en Madrid para analizar la marcha de la ejecución de los fondos europeos en España ha terminado su misión tras tres días de exámenes y reuniones. El veredicto, según ha explicado este miércoles la presidenta del grupo, la popular alemana Monika Hohlmeier, es satisfactorio. Los europarlamentarios han verificado sobre el terreno que el sistema informático que ha desarrollado España para analizar y auditar la ejecución de las inversiones, una herramienta recogida en el hito 173 del plan y cuya implementación se había retrasado, está finalmente operativo. También han despejado las dudas más importantes en torno a la corrupción y la malversación, una de las grandes inquietudes, y han corroborado que toda la información asociada a los fondos está publicada. Como puntos negativos, Hohlmeier pidió más facilidad a la hora de que la opinión pública pueda acceder a esos datos. También reclamó mayor cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas y demandó mayor flexibilidad y agilidad en el despliegue de las inversiones.

El tono calmado y conciliador de Hohlmeier durante la lectura del manifiesto conjunto de la comitiva, así como el contenido del mismo, contrastan con el clima amargo que se generó antes de la llegada de la misión. De un lado, antes del viaje, la propia Hohlmeier exigió a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que facilitase la labor de examen de los eurodiputados, al tiempo que le afeó haber filtrado una carta privada. La alemana también sugirió que no se sabía qué estaba haciendo España con el dinero, generando un ruido que rápidamente fue aprovechado por el PP, el principal partido de la oposición. De su lado, Calviño mostró públicamente sus recelos acerca de la composición de la comitiva, ya que “llama un poco la atención la importante participación de europarlamentarios del PP y Vox”. A juzgar por lo que ha detallado este miércoles la propia Hohlmeier, el hacha de guerra ha sido enterrada y la misión vuelve a Bruselas satisfecha y deja en España una lista de recomendaciones.

Uno de los puntos más polémicos que rodean a la gestión de los fondos europeos es la transparencia de la ejecución real. España ha recibido ya cerca de 31.000 millones de euros y ha sido el primer socio en obtener luz verde para recibir el tercer pago, de 6.000 millones. Toda la información asociada a las inversiones “está publicada”, ha señalado Hohlmeier, que sin embargo ha reclamado a las autoridades españolas que “garanticen” que los datos sean más “accesibles y estructurados”, incluyendo información sobre “quién recibe finalmente los fondos”.

En cuanto a los sistemas de control desarrollados por España, las herramientas Coffee y Minerva, los eurodiputados han confirmado su puesta en marcha. El primero permite analizar y auditar la ejecución de las inversiones, y el segundo está diseñado para sortear los posibles conflictos de interés en la adjudicación de las convocatorias. “Hemos visto que Coffee y Minerva están operativos, aunque sufren una serie de retrasos. Son herramientas importantes para llevar a cabo una auditoría interna y reconocemos los esfuerzos de las autoridades españolas”, ha explicado la alemana, que ha sugerido que el Tribunal de Cuentas pueda tener un acceso permanente a los sistemas de control para garantizar su mandato.

El sistema Coffee ha tardado un tiempo en funcionar, “pero hemos estado en el Ministerio de Hacienda y nos hemos convencido de su operatividad actual, sobre todo en cuanto a los datos esenciales”, ha dicho Hohlmeier. Las regiones han comunicado a los eurodiputados que todavía tienen algunas dificultades con la herramienta por la incompatibilidad con otros sistemas, pero la alemana ha recordado que todavía está en fase de rodaje. Sin embargo, y debido a que buena parte del volumen de los datos de adjudicaciones, licitación y ejecución del dinero europeo es confidencial, los europarlamentarios han sugerido a España que esta información pueda limpiarse para subirse a otra plataforma en aras de que la opinión pública pueda tener toda la información necesaria.

En cuanto a la corrupción, la comitiva ha hecho pública su inquietud por la reforma del Código Penal que rebaja las penas del delito de malversación. Frente a esto, ha recordado la eurodiputada popular, el Parlamento y la Comisión europeos tienen “tolerancia cero” frente a la corrupción. Sin embargo, la delegación parece haber quedado relativamente tranquila, ya que el Gobierno ha asegurado que el cambio legal no afecta a los fondos europeos. Hohlmeier, de hecho, ha descartado “posibles infracciones de tipo fraude” y ha rechazado juzgar aspectos internos de la política española.

Cogobernanza

“Hemos conversado también con las comunidades autónomas, con las empresas y con varios actores de la sociedad civil. La carga administrativa es una queja común por parte de todos ellos”, ha explicado Hohlmeier. Por todo ello, y dado que el objetivo debe ser que los fondos lleguen rápido a los destinatarios para dar resultado cuanto antes, “existe una necesidad de brindar con más recursos y apoyo técnico al despliegue para garantizar una rápida implementación”. Por ello, los eurodiputados han hecho un llamamiento a impulsar la colaboración público-privada, a la par que han instado tanto al Gobierno central como a las comunidades autónomas a que “profundicen su diálogo y fortalezcan la cogobernanza”.

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