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Asia y América, a la cola de la protección aseguradora frente al cambio climático

Los riesgos por fenómenos meteorológicos extremos son una amenaza patente en todo el mundo

El diario The New York Times publicaba un artículo la semana pasada sobre cómo el aumento de los riesgos climáticos está disparando el coste de los seguros por todo Estados Unidos. Los incendios, los huracanes, las inundaciones son cada vez más frecuentes, y las aseguradoras necesitan aumentar las primas para poder cubrir esas amenazas crecientes.

Este fenómeno no es exclusivo de Norteamérica. En todo el planeta el cambio climático ha hecho que aumenten los fenómenos meteorológicos extremos. En España, algunos, como la dana o las sequías, cuentan con una capa de protección especial gracias al Consorcio de Compensación de Seguros, pero en muchas otras geografías ni siquiera particulares o empresas mantienen un mínimo nivel de aseguramiento.

El grupo Mapfre ha presentado hoy un informe para analizar el cambio climático en el sector asegurador. Entre las principales conclusiones destaca que los incendios, las sequías, las olas de calor y las lluvias intensas son los sucesos climáticos con mayor impacto económico y social. Y que las pérdidas asociadas a estos eventos crecen sin parar, a un ritmo anual de entre el 5% y el 7%.

Los expertos de la mayor aseguradora española han tratado de calibrar el nivel de infraseguramiento que hay en cada región del mundo para este tipo de eventos. Asia es la zona del mundo con mayor brecha de protección aseguradora. Es del 82,8%, lo que significa que tan solo el 17,2% de las pérdidas totales por riesgos relacionados con catástrofes naturales están cubiertos por contratos de seguros. Le sigue América Latina, que en la última década ha registrado una brecha media del 81,0%.

Estas cifras contrastan con la región de América del Norte, que cuenta con la menor brecha de protección del mundo, con una media del 43,2% de pérdidas no cubiertas por los contratos de seguros, y que actualmente se enfrenta a ciclones tropicales, tormentas invernales e incendios forestales. El problema en países como Estados Unidos es que las primas para asegurar casas o negocio se han disparado, especialmente en las zonas más vulnerables.

“Las elevadas brechas de aseguramiento por catástrofes naturales en muchas regiones se deben principalmente a una baja penetración de los seguros en muchas economías emergentes, así como a una mayor concentración de la población en ciudades y áreas de alto riesgo, y a una mayor frecuencia y severidad de eventos extremos por efecto del cambio climático”, explican los autores del estudio.

Según la mayoría de los expertos, el calentamiento global desempeña un papel determinante en la intensificación y frecuencia de las catástrofes naturales relacionadas con el clima, especialmente incendios forestales, sequías, olas de calor, tormentas, fuertes vientos, inundaciones y nevadas. Este tipo de eventos, aunque pueden parecer menos graves que los huracanes, causan impactos cada vez mayores en términos de vidas humanas y pérdidas económicas. De hecho, ya representan más de la mitad de las pérdidas registradas. Además, afectan también a infraestructuras y ecosistemas.

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