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El dato y la IA como palanca para impulsar el valor de los negocios

La incorporación del dato no estructurado es un reto para compañías y organizaciones, que deben establecer un gobierno, un sistema y una seguridad que reporten beneficios

La inteligencia artificial (IA) brinda a las empresas una oportunidad única para crecer, gestionar e incluso ahorrar costes. Las posibilidades son múltiples, pero esta herramienta, que ha revolucionado la tecnología y se alimenta de datos y referencias, precisa que su interpretación sea la correcta para conseguir el resultado deseado.

El nuevo contexto eleva la figura del chief data officer (CDO) y requiere de una gestión definida para la incorporación de los datos no estructurados, que representan el 90% de los que genera una compañía, como los correos electrónicos, los documentos de texto, las publicaciones en redes sociales, los archivos de imagen, multimedia y vídeo, o las referencias de sensores de dispositivos del internet de las cosas (IoT), entre otros. “La IA puede procesar rápidamente grandes volúmenes de datos. Es una capacidad clave para las organizaciones que desean transformar cantidades masivas de datos no estructurados en conocimientos prácticos”, subrayan desde IBM.

Sobre los desafíos que presenta esta nueva dimensión tecnológica y las soluciones a abordar debatieron los asistentes a un desayuno organizado por CincoDías en colaboración con IBM Consulting. “Llevamos un tiempo trabajando sobre este aspecto. El reto que tenemos es ser capaces de forma gobernada de integrar esa información no estructurada en toda la cadena de información mega­estructurada que teníamos. Ahí la IA aporta mucho, no solo como resultado final de la incorporación del dato no estructurado, sino para interrelacionar unos y otros”, explicó Luis Díez, CDO de gerencia de informática de la Seguridad Social (GISS), quien fue el encargado de iniciar el encuentro.

Julio Angulo, CDO de Gestamp, habló de los grandes desafíos para las compañías. “El primero es el valor. Los datos no estructurados, si se comparan con los más convencionales, son más exigentes. Por eso, más que nunca, hay que ser muy responsable en el análisis de valor, la rentabilidad... El segundo sería la conectividad. Todas nuestras fábricas están dotadas de numerosas tecnologías que de alguna manera capturan los datos. Para nosotros conectarlas con nuestro parque de activos industriales, que es muy diverso, de diferentes antigüedades, ha sido muy relevante. El tercero sería la arquitectura de datos –qué necesitas para procesarlos– y, por último, la gestión, donde habría que establecer mecanismos horizontales y transversales a toda la organización”.

El Banco de España lleva tiempo trabajado “con la idea de la IA, de cómo la vamos a aplicar, y con el compromiso y la visión que tenemos”, señaló Sergio Padilla, CDO del organismo. “Es un ecosistema vivo y la velocidad de cambio es otro reto. Lo principal para las empresas será saber quién puede gestionar esto bien, gobernar el dato y la IA, tal y como incluso la regulación pide”, añadió.

Padilla apuntó otro de los aspectos de la IA, que lo percibe como positivo: “Es el paradigma auténtico de unión de tecnología, datos y negocio. La IA tiene un efecto multiplicador; en el Banco de España vemos que la involucración en el negocio es más fuerte que nunca”.

Desde IBM Consulting consideran que “la información no estructurada supone una gran oportunidad de transformación para cualquier organización”. Así lo manifestó Miguel Iza, socio ejecutivo de IA & data. Lo más relevante desde su percepción está en la “capacidad de transformar esa información para que aporte valor a la IA, que no solo tiene que entender qué se está diciendo, sino –que es lo realmente importante– qué significa. Es una ocasión histórica para saciar las necesidades y que lo puedan entender perfiles técnicos, los nuevos que están evolucionando en la IA de las empresas, pero sobre todo los agentes”.

Así lo percibe igualmente Francisco Borja, CDO de Carrefour. “Estamos ante un ecosistema vivo, con salidas que producen los agentes que utilizan otros. Por tanto, es importante saber cómo gestionar en un ciclo de vida y no en una foto como estamos acostumbrados”.

Para Daniel Escuder, CDO de Repsol, “el dato no estructurado es una palanca muy poderosa que va a aportar muchísimo valor, pero no deja de ser una pieza clave que, si no tienes cuidado, no está muy preparado, los agentes pueden empezar a tomar decisiones que no se puedan controlar”.

Pasado y presente

La inteligencia artificial va a ser el eje sobre el que van a girar los negocios. “La IA nos va a ayudar como lo hizo con los datos estructurados en el pasado, y creo que la mayoría de los problemas los iremos resolviendo con la IA tradicional”, sostuvo Javier García, director de aplicaciones y data de Acciona. El experto desarrolló algunas diferencias que marcan el pasado y el presente: “Hasta ahora la información la preparábamos para que fuera entendible por un humano o por máquinas. Ahora hay que hacerlo para los agentes, que consumen información de una manera diferente a lo que estamos acostumbrados, y van a hablar de diferentes idiomas. Los vamos a tener de distintas tecnologías; la orquestación va a ser totalmente necesaria”. Con ello, “se abre una oportunidad de desempolvar algunos proyectos del gobierno del dato que costaron tanto en las organizaciones poner en marcha; si no tienes un gobierno del dato potente, no vas a sacar ventaja de esta nueva tecnología”, destacó García.

A partir de esta exposición, surgió una segunda parte del debate entre los ponentes centrada en el gobierno del dato. “Creo que no estamos preparados del todo; nos ha pillado por sorpresa”, expuso Iza. “En los proyectos ­tradicionales teníamos el foco en la información estructurada, el perímetro era muy contenido. Ahora tenemos que incorporar la semántica, entendida como qué significan los datos y también en qué situación hay que utilizarlos. Y es muy importante incluir la procedencia. Todo está evolucionando tan rápido que creo que todas las organizaciones están incluyendo poco a poco estos conceptos: la semántica desde el significado, el contexto de cómo se utiliza y, sobre todo, la procedencia para validar y verificar al consumidor final de cuál es el origen de esta información”, agregó el directivo de IBM Consulting. Daniel Escuder coincidió en resaltar que “semánticamente todo tiene que estar unificado.”

Para Marta Bilbao, CDO de Naturgy, tiene que haber un punto de partida. Lo primero es ser conscientes de “qué queremos gobernar y para qué; hay que tener un objetivo”. “En muchos casos, con el dato estructurado ha habido muchas iniciativas que han fracasado. El gobierno del dato no es algo atractivo para los negocios y hay que dar algo a cambio. Aspirar a gobernar el 100% no tiene sentido; tiende a infinito. Se debe acotar el problema y ver a qué te tienes que dedicar, por qué y para qué. La IA nos puede ayudar”.

Francisco Borja coincidió en comentar que “la buena noticia es que la IA va a ayudar mucho a gobernar ese dato. Pero hay otra mala: que no es suficiente. Todos tenemos que recurrir a humanos para hacer ciertas variaciones de calidad o de tener esa verdad fija en la cual ya se va a construir con la IA. La verdad a día de hoy tiene que estar definida por los humanos”, sentenció.

Las empresas necesitan un equipo de gobierno más fuerte que nunca. “Hay que hacer evolucionar los metamodelos hacia otros que sean capaces de forma unificada de gestionar todo el ecosistema de datos, tiene que ser único a nivel de la compañía”, apuntó Julio Angulo.

Sergio Padilla estuvo “totalmente de acuerdo en que hay que ponerle sentido a todo esto y ligarlo a objetivos de negocio, porque la inversión no es infinita. Hay que buscar ese retorno; así sí que vamos a producto, al valor real de los datos y lo que aporta al negocio”.

La regulación va a ser un apoyo en la toma de soluciones. “Lo que nos está obligando a todos a priorizar es que no olvidemos que estamos en un entorno regulado y va a ser el propio regulador el que va a establecer ese perímetro, y es lo que te va a permitir priorizar en qué te tienes que enfocar”, dijo Miguel Iza.

Sacar el máximo partido

El producto del dato fue otro de los aspectos que se tocó en el encuentro. “Es parte de la solución para avanzar y acelerar todo lo que es el gobierno del dato, y es indispensable para sacar el máximo partido a la inteligencia artificial”, resumió Javier García.

Con respecto a la necesidad de modernizar la plataforma de data para la IA, así como la adecuación del papel del CDO, Miguel Iza lanzó un mensaje: “Esto no va de tener más datos, sino de entender lo que significan. Y aparte de esto, es lo que supone esa modernización tecnológica, que además ataca a todas las capas: seguridad, gobierno de datos, observabilidad, monitorización y la parte de orquestación y consumo de información”.

Francisco Borja añadió que, “a nivel de responsabilidad, necesitamos que haya solo una cabeza de director de datos”, mientras que Marta Bilbao habló de “tener una versión integrada del gobierno del dato y de la IA y los agentes, con lo cual, la plataforma debe adaptarse”.

Daniel Escuder dio su opinión desde la experiencia propia en Repsol. “El año pasado, con el crecimiento del centro de inteligencia artificial generativa, lo que hicimos fue lanzar un proyecto de modernización de nuestra plataforma IA, porque tiene que evolucionar, dar cabida a toda la parte de interoperabilidad con los agentes, la orquestación..., por que no es solo lo que haces en casa. Creo que el valor va a estar en cruzar lo que haces en casa con lo que te va a venir de fuera, y hemos tenido que extender y modernizar la plataforma para mejorar el tratamiento del dato no estructurado”.

Nuevos perfiles

El talento es una pieza clave en el proceso de transformación del dato no estructurado. “Desde Repsol nos estamos enfrentando a retos de adopción, porque hay que pensar y trabajar de otra manera, cómo organizamos y preparamos la información para los agentes, y cómo queremos hacer todo el envío a nuestros clientes y empleados. Estamos capacitando a muchos trabajadores digitales porque pensamos que ese es el futuro de la compañía”, aseguró Daniel Escuder.

Para Luis Díez (GISS), “el reto más importante es cultural y de adopción de los procesos para la gente que está trabajando. No estoy tan preocupado por los aspectos tecnológicos, sino en los culturales, que van a ser más complicados de orquestar”.

Por su parte, Francisco Borja (Carrefour) comentó que “desde el momento que damos las herramientas a los usuarios estamos abriendo el melón, y la única manera de que eso esté relativamente controlado, porque no se puede del todo, es a base de cultura y que todo el mundo sea consciente de las herramientas que tiene entre manos”.

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