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Pascual prevé generar el 10% de sus ventas fuera de España en 2027 y llegar a 100 millones

La compañía se centra en países en desarrollo y con su yogur de larga duración como principal apuesta

Pascual intensifica su apuesta por la internacionalización para compensar el menor crecimiento en España. La compañía de alimentación prevé alcanzar los 100 millones de euros de facturación fuera de su mercado doméstico en el año 2027, lo que implicará un crecimiento del 33% en los dos próximos años, dado que prevé finalizar este 2025 en los 75 millones.

Ese objetivo de 100 millones equivaldrá al 10% de la facturación total que Pascual prevé alcanzar ese mismo año, en el que cerrará su actual plan estratégico con la intención de llegar a los 1.000 millones en ventas. De lograr esa meta internacional, el grupo lácteo habrá multiplicado por cinco el negocio que generaba fuera de España desde 2019, cuando comenzó a intensificar su apuesta en este ámbito.

“Solo estamos en 60 países y se puede seguir creciendo. En España crecer un 1% o un 2% es una heroicidad, y fuera lo estamos haciendo a ritmos del 20% anuales”, ha explicado el director de internacional de Pascual, Tomás Meléndez, en un encuentro con medios. Este ha desvelado que la intención de su presidente, Tomás Pascual, es que el peso internacional llegue a representar el 20% del negocio a futuro, aunque sin marcar un año concreto para lograrlo.

La apuesta internacional de la compañía burgalesa se basa, principalmente, en países en desarrollo en Centroamérica, África y Asia, y con su yogur no refrigerado, que puede mantenerse en condiciones de consumo durante 11 meses, como producto estrella. “Nuestra propuesta de valor no es tan importante para el mundo desarrollado”, ha dicho Meléndez.

Este ha resumido la estrategia internacional de Pascual en tres ejes: productos asequibles, que estén siempre disponibles par el consumidor, y que estén ricos. “La obsesión de los países emergentes es comer”, ha dicho el ejecutivo. Por mercados, la mayor parte de la facturación se concentra en el continente africano, principalmente en los países francófonos, donde Marruecos tiene un peso relevante. Allí factura ahora 4,5 millones y prevé que alcance los 10 millones en 2027, en su caso, gracias al tirón de Bifrutas y de las bebidas vegetales. Otros países como Guinea Ecuatorial, Guinea Conakry, Cabo Verde o Angola, país este último donde Pascual lleva 25 años y en el que prevé mantenerse pese a la inestabilidad económica que atraviesa, también suponen un peso relevante para la empresa.

En Asia, la gran apuesta de Pascual pasa por Filipinas, donde opera desde 2013 con el socio local Asia Brewery, y donde fabrica desde 2023. Allí prevé facturar 20 millones este año, y en 2027 aspira a abrir una línea de producción propia de sus yogures de larga vida, dado que ahora utiliza instalaciones de terceros. Algo que le abriría la puerta a una mayor expansión en el sudeste asiático. “En Filipinas tenemos el 40% de cuota en yogures. Somos líderes y el segundo es Nestlé”, ha dicho Meléndez, que ha descrito cuál es la estrategia que sigue Pascual en un país para acabar fabricando allí: “Determinamos qué países son estratégicos, y primero invertimos en el mercado, en publicidad, marketing, distribución... Cuando conseguimos el liderazgo, como en Filipinas, hacemos la fábrica. Y eso nos lo permite el producto de larga vida”.

Otro punto clave, ya en Centroamérica, es Guatemala, donde produce, a través de socios, Bifrutas, yogures líquidos o bebidas vegetales. Su aliado allí es Castillo Hermanos, con el que llega a 32.000 puntos de venta. En ese país prevé pasar de 4 a 12 millones en ventas hasta 2027. Este, además, le abre la puerta para crecer en la zona del Caribe, y también en EE UU. Tras un acuerdo reciente, la administración Trump ha reducido a un arancel cero el 70% de las importaciones alimentarias con origen desde Guatemala.

Tomás Meléndez ha reconocido que puede presentar una oportunidad para el mercado estadounidense, ya que, además, su socio Castillo Hermanos acaba de comprar Harvest Hill, el fabricante estadounidense de los zumos Sunny, entre otros. “Puede abrir una vía”, ha resumido.

El director de internacional de Pascual, además, ha rechazado que la apuesta por países en desarrollo genere pérdidas. “No somos una entidad filantrópica. Estamos con un margen promedio en lácteos superior al que tenemos en España, también porque vamos a países con más riesgo. La internacionalización es rentable”.

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