El CEO de Redeia carga contra las eléctricas por el apagón y alerta de “irregularidades que alguien tendrá que explicar”
Roberto García Merino señala en el Senado que “se produjeron comportamientos irregulares de determinadas instalaciones” y elude cualquier responsabilidad de Red Eléctrica
El consejero delegado de Redeia, Roberto García Merino, reiteró este martes en el Senado que “Red Eléctrica no falló el 28 de abril”, el día del apagón masivo en la península ibérica, y advirtió de que se produjeron “comportamientos irregulares de determinadas instalaciones que alguien tendrá que explicar”. Así se expresó García Merino en la comisión de investigación de la Cámara Alta, donde señaló que esa mañana se produjeron 12 elementos anómalos que provocaron el apagón.
Asimismo, señaló que el elemento inicial fue la oscilación anormal provocada por una central fotovoltaica en Extremadura, afirmación que ha llevado a Iberdrola a plantear una demanda ante los tribunales contra la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, quien defendió esa misma tesis en el Senado.
Por otro lado, y en el marco de la comisión de investigación que analiza lo ocurrido en la Cámara Alta, defendió que la programación de Red Eléctrica del día 28 fue correcta, que la actividad del gestor del sistema es “meramente técnica”, que está regulada y que actúa con independencia del Gobierno.
Por ello, concluyó que el apagón se derivó de la oscilación anormal de la planta extremeña a lo que se sumaron varias desconexiones irregulares de otras plantas y los fallos en el control de tensión de las instalaciones convencionales que están obligadas a hacerlo.
“Si la normativa no se cumple, la seguridad de suministro queda en cuestión”, sentenció García Merino, quien sostuvo que así ha quedado demostrado en los informes de la propia Red Eléctrica, del comité nombrado por el Gobierno y del panel europeo de gestores de red Entso-E.
“Red Eléctrica tiene una función, que es garantizar el suministro eléctrico de un sistema del que forman parte muchos agentes, que cada uno tiene que cumplir con su parte. Red Eléctrica el día 28 de abril actuó con total diligencia y se encontró en una situación, y no son elementos que podamos explicar nosotros, sino que tendrán que explicar los otros agentes, en la que se produce una oscilación totalmente anormal en el sistema y en el que se producen desconexiones irregulares de grupos de generación”, detalló.
A este respecto, estimó que “un dato es un dato y no se cuestiona”, y apuntó que cuando una instalación se dispara y se desconecta a 418 kilovoltios (kV), cuando tiene que aguantar por lo menos hasta 435 kilovoltios, “eso es un incumplimiento de una normativa”. “En los informes se constata que hubo incumplimientos, y eso es algo que evidentemente alguien tendrá que analizar”, dijo.
El ejecutivo de Redeia -matriz de Red Eléctrica de España- subrayó que el incidente del 28 de abril, como han indicado tanto el operador del sistema eléctrico español como el panel de expertos europeos o la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en sus informes, fue “un evento impredecible e inédito”, que no es “comparable a nivel mundial”, y que se produjo por hasta un total de 12 elementos (N-12) “que no actuaron como debieran”. “Fue un evento multifuncional, impredecible, de muy difícil gestión, dado que se inicia con una primera oscilación totalmente anormal en el sistema, que debilitó las herramientas que tenía el operador del sistema para garantizar el suministro. Posteriormente, se produjeron una serie de desconexiones irregulares, así se refleja en el informe del 18 de junio del operador del sistema, y luego a eso hay que añadirle un incumplimiento a la capacidad de control de tensión de determinados grupos, que derivó en un problema”, indicó.
Las palabras del CEO de Redeia llegan después de que la directora de operación del sistema, Concepción Sánchez, ya diera cuenta de la actuación de la compañía. Tanto los dos directivos como la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, eluden cualquier responsabilidad de la compañía en el histórico incidente.
Con esa hipótesis, Redeia no ha realizado ninguna provisión en sus cuentas, ya que considera que no tendrá que hacer frente a ninguna responsabilidad.
Para defender su posición, García Merino ha reiterado en varias ocasiones que hay hasta cuatro informes independientes que apuntan hacia las eléctricas. Según ha explicado, el panel de expertos europeos, la Agencia Internacional de la Energía, el propio informe del operador el sistema y el informe de expertos que elaboró el Gobierno señalan que el problema no fue de programación, como le acusan las eléctricas, sino que vino derivado de una oscilación anómala en Extremadura, las desconexiones indebidas de varias plantas de generación y la falta de control de tensión para las que están habilitadas algunas centrales tradicionales propiedad de las eléctricas.
En este sentido, García Merino ha defendido que la operación reforzada que aplica Red Eléctrica desde el pasado 28 de abril, y que supone un coste extra en la factura, se debe a que hasta el histórico incidente no tenían constancia de la falta de regulación de algunas centrales. Respecto de los problemas previos, el CEO de Redeia advierte que desde 2020 ya pidieron medidas a la CNMC, aunque no querido achacar responsabilidades más allá de las generadoras. También ha explicado que un mayor nivel de interconexión hubiera contribuido a mejorar la estabilidad del sistema, pero descarta que hubiera permitido evitar la desconexión de toda la península.
En el apartado de responsabilidades, García Merino ha explicado que su papel no es el de hacer señalamientos, ya que aún hay en curso una investigación del panel de expertos europeos, que previsiblemente se conocerá a principios de 2026, y será la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) quien tiene la competencia de imponer multas.