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Novo Nordisk repunta en Bolsa tras retirar su puja por Metsera y acabar la guerra con Pfizer

El fabricante de Ozempic y Wegovy pierde una operación que se ha saldado en 10.000 millones

Las acciones de Novo Nordisk, fabricante de Ozempic y Wegovy, se ven impulsadas hoy en Bolsa (suben hasta un 3%) tras salir de la intensa batalla cruzada de ofertas por la farmacéutica estadounidense Metsera. El grupo danés retiró el sábado su opa por la biotecnológica especializada en tratamientos para la pérdida de peso, poniendo fin a la guerra de ofertas con su rival Pfizer, que el viernes por la noche había cerrado un acuerdo de 10.000 millones de dólares para adquirir la start-up.

Metsera aceptó una oferta mejorada de Pfizer, alegando riesgos antimonopolio en Estados Unidos en la oferta de Novo, que anteriormente había calificado de superior. El gigante danés de los fármacos contra la obesidad anunció el sábado que se retiraba de la puja. Pocos días antes, Novo Nordisk había rebajado sus previsiones por cuarta vez este año, aludiendo a unas ventas inferiores a las previstas de sus medicamentos superventas en el mundo de los tratamientos de adelgazamiento Wegovy y Ozempic.

Según informó Metsera el viernes por la noche, la decisión de avanzar con Pfizer respondió a las preocupaciones planteadas por la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos sobre posibles riesgos antimonopolio vinculados a la propuesta de Novo. “La estructura del acuerdo de Novo presenta riesgos legales y regulatorios inaceptablemente altos”, comunicó la empresa biotecnológica en un comunicado.

Esta victoria de Pfizer en la guerra de ofertas por Metsera supone un duro golpe para Novo Nordisk, que intenta recuperar terreno frente a su rival estadounidense Eli Lilly, y le abre a Pfizer las puertas del lucrativo mercado de los fármacos contra la obesidad, aunque los tratamientos de Metsera aún tardarán años en llegar al mercado.

Por su parte, Pfizer elevó el pasado martes sus previsiones para el conjunto del ejercicio 2025. Para la compañía estadounidense, la transacción representa un impulso estratégico en el mercado del tratamiento de la obesidad, dominado en los últimos años por Novo Nordisk y Eli Lilly, que algunos analistas estiman que alcanzará los 150.000 millones de dólares a principios de la próxima década. La compañía, que ha sufrido distintos fracasos internos en el ámbito de los tratamientos de obesidad, también se enfrenta a la disminución de las ventas de productos relacionados en la lucha contra el Covid-19 y a la inminente expiración de las patentes de medicamentos de gran venta.

Junta de Novo el 14 de noviembre

Por otro lado, el fondo soberano de Noruega anunció este lunes que se abstendrá de votar sobre los nuevos miembros de la junta directiva, incluido el presidente, en la reunión extraordinaria de accionistas de Novo Nordisk programada para el 14 de noviembre.

La decisión se produce en medio de una reestructuración de liderazgo en la farmacéutica danesa. El actual presidente Helge Lund y otros seis directores independientes renunciarán tras las tensiones con el accionista controlador de la compañía, la Fundación Novo Nordisk, sobre el ritmo de cambio en la firma. La fundación, que controla la mayoría de los derechos de voto de Novo a través de su brazo inversor Novo Holdings, anunció el mes pasado que planea nombrar a su propio presidente, Lars Rebien Sorensen, para dirigir la junta. El fondo noruego no especificó una razón para su abstención.

La fundación ha criticado a la junta saliente por moverse demasiado lentamente para abordar los desafíos en el mercado clave de Estados Unidos y por dudar sobre cambios en la gestión. Pidió una mayor atención en los segmentos de rápido crecimiento de venta directa al consumidor y mercado masivo.

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