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El propósito empresarial se consolida como fuerza competitiva en 2025

B Good Day 2025, organizado por B Lab Spain, reúne en Madrid a representantes de 185 organizaciones para debatir el propósito, la competitividad, las alianzas y el modelo económico de las empresas

El B Good Day 2025 reunió en Madrid a algo más de 350 asistentes, de 185 organizaciones, y 54 ponentes en una jornada organizada por B Lab Spain, con CincoDías como medio colaborador. Fue su 8ª edición y dejó una evidencia transversal: las compañías que trabajan con propósito no están construyendo un relato humanista paralelo al capital, sino una forma distinta de competir.

En el arranque se mencionó la urgencia de operar con rigor. El cofundador del movimiento B Corp Jay Coen-Gilbert recordó sin suavizar que “el lado B no es un lugar cómodo. Es riguroso, es ambicioso, es exigente”. Mientras que la CEO de 21Gramos, Marta González-Moro, pidió ambición colectiva y cultural: “La mejor elección es ser Be Good. Seamos valientes, redefinamos el éxito”.

Raimon Puigjaner, presidente de B Lab Spain, defendió la capacidad transformadora del tejido productivo: “Creemos en la fuerza de los negocios para transformar vidas y para sostenerlas lo más favorablemente en el tiempo”. Y la board member de B Lab Europa, Sandra Castañeda, habló del liderazgo adelantado que exige esta visión: “Ser B Corp hoy significa estar por delante, no solamente cumplir”. Por último, el interim country director de B Lab Spain, Lucas Hunter, situó la década que viene en términos de acción colectiva: “Estamos apostando a seguir construyendo desde la acción colectiva y desde la comunidad para la transformación del sistema”.

La mañana fue modular, con hasta nueve mesas redondas, repartidas en sendos turnos. La dedicada a acción colectiva articuló un enfoque de alianzas orientadas a cambiar dinámicas, con cuatro miradas, pero dos ideas que marcaron consenso. El CEO de Impact Hub, Antonio González, lo expresó así: “Para escalar y enfrentarse con retos complejos la única manera es afrontar una visión de cambio sistémico desde una transformación también personal”.

Y el CEO de Ferrer, Mario Rovirosa, devolvió la discusión a la realidad urbana y productiva: “Barcelona es una ciudad que compite muy bien en muchos temas, pero tiene dos grandes problemas identificados: la vivienda y la tasa de desempleo”. A esté último está dedicado el proyecto específico que mencionó en su intervención, dentro del marco de iniciativas orientadas a activar soluciones medibles en la propia ciudad.

El propósito y la IA

Otra paralela clave fue la dedicada a inteligencia artificial y propósito. El socio director de MigrationNext y cofundador de ISDI, Alberto Díaz, fue tajante en el plano táctico: “Muchas empresas deberán considerar muy seriamente cómo integrar la IA dentro de sus operaciones”. La responsable de inteligencia artificial en Prodigioso Volcán, la lingüista computacional Carmen Torrijos, articuló el giro ya consumado en comunicación pública: “Ya ha cambiado todo: toda la comunicación digital gira en el espectro gravitatorio de la inteligencia artificial”.

Por la tarde, los paneles permitieron fijar diagnósticos y desplazar el debate a una escala macro. En el primer panel, el subdirector de este diario, Nuño Rodrigo, enmarcó el contexto en una frase simple y difícil de refutar: “Si hay algo permanente en el mundo es el cambio”. Mientras que el ex secretario de Estado para la Unión Europea de España y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, Diego López Garrido, conectó esa idea con la reorganización económica global: “Se ha producido un cambio geopolítico y geoeconómico en el planeta y eso tiene un efecto evidente en el entramado socioeconómico, en el entramado social y en el entramado empresarial”.

Por su parte, el director de inversiones de impacto de Cofides, Raúl Sánchez, defendió la conexión directa entre valor económico y valor social: “Una empresa que genera impacto económico puede generar también impacto social”. Y el cofundador de R4S y Skills­4Impact, Pablo Sánchez, planteó que el sector privado está entrando en un escenario en el que ya no puede limitarse a cumplir: “Creo que es el momento del activismo social por parte de la empresa”.

El segundo panel abordó relato y legitimidad. El cofundador y director de la revista Ethic, Pablo Blázquez, subrayó que los datos y el PIB no están fuera del propósito: “La sostenibilidad tiene que estar vinculada al crecimiento económico. El crecimiento económico no es ninguna abstracción estadística”.

La socia y directora general de Evercom, Irene de la Casa, reclamó coherencia metodológica: “No se puede comunicar impacto si no hay acción: la narrativa tiene que estar conectada con hechos reales”. Mientras que Eduardo Madina, exdiputado y socio de estrategia de Harmon, devolvió la idea al plano social compartido: “Solo habrá transición justa si la ciudadanía vuelve a creer que existe un horizonte común”.

Sostenibilidad

El tercer panel llevó la conversación a territorio climático y cooperación. La directora de comunicación y sostenibilidad de Apple Tree, Patricia Meso, apuntó al obstáculo operativo: “Muchas veces hablamos de alianzas, pero luego la complejidad real está en cómo construirlas”. Y el CIO del Mobile World Capital Barcelona, Eduard Martín, sintetizó el nuevo paradigma operativo: “Estamos en una nueva era digital, en la que las alianzas son necesarias porque ya es imposible lanzar proyectos por uno solo”.

Además, la chief communications and sustainability officer del Grupo Raventós Codorníu, María Vidal, conectó directamente propósito e interdependencia: “Hablar de alianza y sostenibilidad, para mí, van en el mismo par: sostenibilidad es un sinónimo de colaboración y de generosidad”. Mientras que el experto en humanismo digital y cultura, y analista político independiente José María Lasalle, advirtió sobre el límite individual frente a ecosistemas complejos: “La madeja de realidad es tan compleja que puede asfixiarte si pretendes tú solo intervenir en ella”.

La clausura concentró tono e intención. La directora de Ashoka España, Irene Milleiro, cerró la jornada con una conversación pública con la presidenta ejecutiva de Adolfo Domínguez, Adriana Domínguez, que dejó una frase final que funcionó como cierre conceptual de toda la jornada. Adriana Domínguez dijo: “Buscar la sostenibilidad empieza por el territorio: generar riqueza sin perder identidad. Pensar global está bien, pero la colaboración y lo que nos une es lo que realmente importa”.

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