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Indra se reúne con Rheinmetall para engrasar la alianza con la que dará respuesta a los grandes contratos que le asignará Defensa

La tecnológica, que no cuenta con ninguna patente propia en el campo de los vehículos terrestres, depende de su alianza firmada con la alemana en mayo para afrontar proyectos como el nuevo lanzapuentes o la artillería móvil

Indra engrasa los mecanismos de su incipiente alianza con el gigante alemán Rheinmetall. El presidente de la española, Ángel Escribano, ha viajado a Alemania este martes junto al presidente de Tess Defence —la unión temporal de empresas en la que también están GDELS, Sapa y Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), en la que ahora manda Indra y que se encarga de la producción de los 8x8 Dragón— y director de tecnología de Indra, Manuel Escalante, para reunirse con la cúpula de Rheinmetall, compañía con la que la española firmó una alianza en el campo de las plataformas terrestres en mayo, en el marco de Feindef, la Feria de Defensa y Seguridad que tuvo lugar en Madrid.

El cónclave entre las dos firmas se produce apenas una semana después de que Indra fuese la escogida por el Gobierno para liderar más de una decena de grandes contratos de defensa, varios de ellos en el campo de los vehículos terrestres militares. Si bien los contratos no han sido asignados oficialmente, el Ministerio de Industria y Turismo ha aprobado ya la prefinanciación al 0% de interés que servirá para dar soporte económico a estos proyectos.

Indra ha recibido, concretamente, 2.178 millones en préstamos para grandes proyectos que liderará en solitario y otros 4.404 millones para Programas Especiales de Modernización (PEM) que llevará adelante de la mano de otras grandes del sector, como Oesía, en un PEM para nuevos sistemas de cifrado o el vehículo de apoyo de cadenas que hará a través de Tess Defence. El premio gordo fue la artillería móvil sobre cadenas y sobre ruedas, con más de 2.000 millones de euros en préstamos entre ambos —por lo que los contratos finales serán considerablemente mayores, ya que no se presta por la totalidad del contrato— que hará de la mano de EM&E, empresa que Indra quiere comprar.

Esta artillería deberá sustituir a los viejos obuses autopropulsados M109 de fabricación estadounidense que el Ejército de Tierra español tiene desde la década de 1970. Indra se quedó también con el contrato del lanzapuentes, dejando a GDELS, dueña de Santa Bárbara, su gran competidor en el ámbito nacional, apenas con el contrato para la modernización de los blindados Pizarro.

Por parte de Rheinmetall, al encuentro con Indra asistió su presidente y consejero delegado, Armin Papperger, “para profundizar en la colaboración en diversos proyectos, especialmente vinculados a plataformas terrestres”. La ayuda de Rheinmetall es vital para las aspiraciones de Indra de convertirse en el gran fabricante nacional de plataformas terrestres, ya que no cuenta con ninguna patente propia ni experiencia en este ámbito.

Con los PEMs que ha ganado Indra, la compañía dirigida por Ángel Escribano prevé crear más de 3.000 empleos en toda España, a lo que hay que sumar toda la cadena de valor que se pondrá en marcha: según la compañía, el 77% de sus compras son a proveedores nacionales, de los cuales un 65% son pymes.

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