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Ebro rebaja sus previsiones de producción de coches para este año pese al tirón de las ventas

La compañía, que echó a andar hace un año, perdió 18,29 millones en el primer semestre de 2025 por las altas inversiones, pero multiplicó por nueve sus ingresos

La compañía Ebro EV Motors, que empezó en noviembre del año pasado a producir sus coches en las instalaciones de Ebro Factory en la Zona Franca de Barcelona, está todavía en plena puesta en marcha de su operativa, y como tal, tiene que ir ajustando sus previsiones. Desde el inicio Ebro EV Motors se había puesto la meta de fabricar 20.000 coches en 2025, pero este miércoles, en la comunicación de los resultados del primer semestre al BME Growth, donde cotiza, la compañía admite que seguramente no llegará a esta cifra, y rebaja la previsión un 32,5%, hasta los 13.500 coches.

El motivo es que la firma todavía tiene que afianzar su operativa, poner en marcha un tercer turno de trabajo e ir cogiendo velocidad en todos los procesos. Este ajuste en las expectativas no le quita optimismo a la empresa: de enero a junio multiplicó por nueve los ingresos, hasta los 105,25 millones, y mantiene su previsión de llegar a los 333 millones de euros al cierre del año. En el primer semestre, la compañía perdió 18,29 millones de euros, debido a los altos costes e inversiones de la puesta en marcha de la fábrica, que deberían ir aligerándose a medida que aumenten las ventas.

Ebro EV Motors es una de las piezas clave para la reindustrialización de lo que era la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. BTech, una empresa propiedad de EV Motors, se hizo con el 100% de las acciones del D-Hub, que debía reindustrializar la planta, y alcanzó una alianza con el histórico fabricante de automóviles Ebro. BTech logró luego encontrar un socio industrial potente en Chery, el fabricante de automóviles chino, y juntos crearon la empresa Ebro Factory.

A la espera de que Chery empiece a fabricar sus coches de las marcas Omoda y Jaecoo en la planta a finales de este año, por ahora los únicos coches que salen de la Ebro Factory son los de la marca Ebro: desde noviembre del año pasado ya se están produciendo los modelos de Ebro s-700 y s-800 (en sus dos versiones de combustión e híbrido enchufable) y desde junio se produce también el híbrido s-400. Por lo tanto, los resultados del primer semestre solo tienen en cuenta la fabricación de los dos primeros modelos.

El objetivo conjunto de las marcas españolas y chinas es llegar a la máxima capacidad de la planta de la Zona Franca en 2030, con 200.000 unidades producidas al año. El objetivo es ambicioso e implica ir ampliando y adecuando la fábrica, para lo que en junio se firmó un preacuerdo de ampliación de la zona de uso industrial de los terrenos (el resto es de uso logístico).

Aunque las ambiciones continúan ahí, en los primeros pasos Ebro tiene que ir ajustando sus expectativas a la realidad. “En todo inicio de producción hay que ir ajustando los plazos. El s-400 tiene que ir cogiendo velocidad, falta poner en marcha el tercer turno y esperamos que se aceleren las ventas”, explican fuentes de la empresa, que precisan que entre enero y septiembre ya se han vendido más de 9.000 coches, y que cada mes el crecimiento es mayor que el anterior. Antes de finalizar este año empezarán las pruebas de producción de un nuevo modelo, el s-900, con lo que se dará un nuevo impulso a las ventas, que no paran de crecer. “Las ventas van muy bien, teniendo en cuenta que esta planta empezó a finales del año pasado”, señalan las mismas fuentes.

Las pérdidas de 18,9 millones de euros de la compañía en el primer semestre, un 70% más que en el mismo periodo del año anterior (cuando la empresa todavía estaba en sus inicios y sin producción) se deben a los altos costes que hay en el inicio de cualquier actividad productiva, y a las altas inversiones. En el primer semestre, Ebro EV Motors invirtió 10,9 millones en inmovilizado intangible y los otros 21,9 millones en inmovilizado material. En cuanto al conjunto del año, estima que acabará con unas inversiones productivas (o Capex, en la terminología financiera) en torno a los 85 millones. La deuda neta de Ebro EV Motors sumaba 130,4 millones de euros.

Aunque la compañía mantiene sus previsiones de ingresos, en cambio rebaja sus expectativas en el resultado bruto de explotación (ebitda): la previsión inicial, comunicada en su salida a Bolsa, era que fuese de 22,1 millones en positivo a final de año, pero visto que al cierre del primer semestre fue negativo de 18,83 millones, la compañía ha decidido “dejar sin efecto” la previsión, aunque espera que llegue a tener un ebitda positivo al cierre del año.

Ebro EV Motors tiene a más de 1.300 trabajadores, muchos de los cuales han sido recolocados desde el cierre de la antigua Nissan. La compañía asegura que el margen ebitda crecerá entre un 1% y un 3%. “El primer semestre se ha caracterizado por ser un período en el que se pusieron las bases para poder alcanzar los niveles de producción y ventas proyectados”, asegura la compañía en la presentación de las cuentas remitida a la bolsa.

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