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Orsted demanda a la administración Trump por la paralización de la construcción de un parque eólico marino

Revolution Wind, una empresa conjunta al 50% entre el desarrollador eólico y Skyborn Renewables, declaró que ya había invertido alrededor de 5.000 millones

El gigante danés de la energía renovable Orsted y su socio en la empresa conjunta, Skyborn Renewables, han presentado una demanda contra la administración Trump, alegando que su decisión de bloquear la construcción del proyecto Revolution Wind frente a la costa de Rhode Island es ilegal.

La Oficina de Gestión de Energía Oceánica de EE UU (BOEM, por sus siglas en inglés) emitió el mes pasado una orden de suspensión de trabajos a Revolution Wind, citando preocupaciones de seguridad nacional no especificadas. Esto obligó a detener un proyecto que ya estaba completado en un 80%, con todas las cimentaciones en alta mar instaladas y 45 de las 65 turbinas eólicas ya colocadas.

“La orden de suspensión de trabajos se emitió sin autoridad legal, carece de base probatoria y es ilegal”, señala la demanda.

Revolution Wind, una empresa conjunta al 50% entre el desarrollador eólico Orsted y Skyborn Renewables, declaró que ya había invertido alrededor de 5.000 millones de dólares en el proyecto (4.300 millones de euros), y que incurrirá en costes adicionales de unos 1.000 millones de dólares si la orden de suspensión se mantiene.

Orsted y Skyborn advirtieron sobre posibles retrasos, debido a la disponibilidad limitada de buques especializados requeridos para la construcción eólica marina.

Si los buques abandonan el emplazamiento a causa de la paralización, el proyecto probablemente se retrasará al menos un año, o incluso corre el riesgo de cancelarse, según el escrito judicial.

El presidente de EE UU, Donald Trump, ha criticado repetidamente la energía eólica por considerarla “fea, poco fiable y cara”, y su administración ha adoptado medidas para frenar su desarrollo.

La BOEM también paralizó en abril un proyecto vecino propiedad de la energética noruega Equinor, aunque posteriormente levantó la orden tras gestiones diplomáticas del gobierno de Noruega.

Revolution Wind estaba previsto que se completara el próximo año y se esperaba que produjera suficiente electricidad para abastecer a 350.000 hogares en Rhode Island y Connecticut.

La paralización de Revolution Wind llega en un momento especialmente delicado para Orsted, que anunció el mes pasado un plan para captar 60.000 millones de coronas danesas (8.040 millones de euros) mediante una ampliación de capital con derechos de suscripción.

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