Adamo llega a un acuerdo con los sindicatos para reducir el ERE a 66 despidos
El operador de fibra óptica, que justifica los despidos por el esfuerzo inversor, se compromete a no aplicar otro ajuste en un año
El operador de telecomunicaciones Adamo y los sindicatos han llegado a un acuerdo para reducir el número de personas afectadas por el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado hace un mes de 83 despidos -el 31,5% de la plantilla de unos 263 empleados- a 66 salidas y 17 subrogaciones a la empresa de call center Emergia, por lo que afectará finalmente al 25,9% de la plantilla.
En total, se producirán 22 salidas voluntarias...
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El operador de telecomunicaciones Adamo y los sindicatos han llegado a un acuerdo para reducir el número de personas afectadas por el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado hace un mes de 83 despidos -el 31,5% de la plantilla de unos 263 empleados- a 66 salidas y 17 subrogaciones a la empresa de call center Emergia, por lo que afectará finalmente al 25,9% de la plantilla.
En total, se producirán 22 salidas voluntarias de las 23 planteadas y el número de despidos forzosos al final ascenderá a 44. El acuerdo entre las partes contempla una indemnización para los empleados afectados de entre 33 y 45 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades. A ello se suman medidas de protección social como servicios de recolocación profesional durante 9 o 12 meses (según la edad) y el mantenimiento de la cobertura del seguro de salud durante un año, informó UGT en un comunicado.
El acuerdo también incluye protecciones específicas para colectivos especialmente vulnerables, como familias monoparentales con menores o personas con discapacidad y víctimas de violencia de género. Asimismo, incluye una cláusula de no afectación conjunta para parejas, que sirve para evitar que ambos miembros sufran un despido forzoso en el mismo ERE, y el compromiso de Adamo de no ejecutar otro despido colectivo en los próximos 12 meses.
Adamo justificó el ERE en la compañía por causas económicas derivadas del esfuerzo inversor realizado en el despliegue de la red de fibra óptica. La amortización de la deuda asociada a esta inversión ha generado importantes tensiones de liquidez, afectando a los márgenes operativos y provocando resultados negativos, según justificó la empresa a los trabajadores. La mayoría de la plantilla se encuentra en Barcelona, pero también habrá despidos en Madrid, Sevilla y Cantabria.
Además, concurren causas organizativas y productivas, dado que la compañía considera necesario reestructurar sus procesos y su modelo organizativo para adaptarse a los cambios del mercado, incorporar nuevas tecnologías y recuperar una senda de crecimiento sostenible.
Por su parte, UGT ha señalado que el acuerdo “no elimina el impacto negativo de un despido colectivo, pero sí supone una mejora notable respecto a la propuesta inicial de la empresa. Se han defendido hasta el final criterios de equidad, justicia social y sensibilidad hacia las situaciones individuales más delicadas”, ha resaltado el sindicato, que ha agradecido a la compañía su “receptividad y sensibilidad”.