El Sabadell planea otro golpe de efecto en la opa con un dividendo extraordinario de 500 millones

El consejo del banco someterá a la próxima junta de accionistas retribuir a sus accionistas con cargo al exceso de capital

Edificio de oficinas del Banco Sabadell en la avenida Diagonal de Barcelona, este miércoles.Gianluca Battista

El Banco Sabadell saca toda la artillería contra el BBVA. El banco catalán —cuya primera línea de defensa en la opa hostil ha sido la promesa de repartir 2.900 millones a sus accionistas en dos años, en torno al 25% de su capitalización— prepara otra ofensiva en la presentación de resultados anuales, en los que comunicará al mercado el pago de un dividendo extraordinario, con cargo a reservas, para repartir a sus accionistas el exceso de capital que la entidad exhibirá en sus cuentas, según indican fuentes financieras. Se trata de un órdago en toda regla, que obligará al BBVA a ajustar de nuevo su oferta, y que seguirá a la ofensiva política que lanzó esta misma semana con la decisión de llevar la sede social del banco de vuelta a Cataluña.

La normativa de opas constriñe la capacidad del consejo del Sabadell para tomar esta decisión, debido al llamado deber de pasividad. El banco, por tanto, deberá llevar esta decisión a su próxima junta de accionistas, que habitualmente celebra durante el mes de marzo. Antes de su abono también tendrá que contar con el visto bueno del Banco Central Europeo (BCE).

Será, en cualquier caso, la primera vez que el banco reparta el exceso de su capital a sus accionistas vía dividendo extraordinario. La entidad ha fijado su objetivo en el 13% y cerró el pasado trimestre con una ratio CET 1 fully loaded (la que mide el capital de mayor calidad) del 13,8%. Estas cifras computan ya la dotación del 0,5% del colchón anticíclico que le exige realizar el Banco de España durante este año, lo que le deja como uno de los bancos españoles con un mayor exceso de capital.

Según las cifras publicadas a cierre del tercer trimestre, la entidad cuenta con un exceso de capital de 639 millones de euros. Un reciente informe de Alantra cifraba este exceso de capital en torno a los 500 millones de euros. Para repartir este montante, el banco prevé combinar tanto nuevas recompras de acciones como un pago en efectivo.

Este movimiento viene a confirmar las promesas del banco con sus accionistas. En octubre ya abonó un dividendo a cuenta, a razón de ocho céntimos por acción, lo que supuso repartir 400 millones. Además también fijó el pay out (el porcentaje de beneficio que reparten a los accionistas) en el 60%. Tal y como ha hecho el banco en los años precedentes, propondrá también un dividendo complementario también con cargo a las cuentas de 2024, que habitualmente ha sido del mismo importe que el ordinario, lo que supondría pagar otros 400 millones y sumar en total 800 millones. A mayores, la entidad prevé retomar la recompra de acciones de 250 millones que dejó en suspenso por la opa y cuya reactivación también deberá autorizar la junta de accionistas. Entre todo ello, el banco deberá alcanzar el reparto de 2.900 millones, a razón de unos 1.450 millones al año.

Edificio del Sabadell en Sant Cugat del Valles, en 2024.Nacho Doce (REUTERS)

Esta cifra parece algo desfasada. El equipo directivo del Sabadell, comandado por el consejero delegado César González-Bueno, ha ido dando pistas al mercado durante los últimos meses de que en cualquier momento incrementarían esta cifra de 2.900 millones en repartos a los accionistas y todo apunta a que mejorarán esta cifra en la próxima presentación de resultados anuales. Ya lo hizo en julio, en la presentación de resultados del primer semestre, cuando elevó el montante de 2.400 millones a 2.900 millones gracias a sumar la recompra de acciones paralizada por la opa y a liberar 250 millones por las mejores previsiones en la aplicación de la nueva normativa europea de cálculo de capital Basilea III. La cúpula del banco ha dejado claro una y otra vez que los resultados han ido batiendo lo que han presupuestado los gestores, además de contar con alguna cuestión extraordinaria, como la victoria en el pleito contra Cerberus por la venta de una cartera de activos tóxicos, que le ha supuesto embolsarse 356 millones extra.

El informe de Alantra eleva esta cifra de reparto de dividendos en dos años a los 3.100 millones. Según sus estimaciones, el banco pagará un dividendo complementario de 571 millones; más 250 millones por el programa de recompras de acciones; 600 millones de uno adicional con cargo a los resultados de 2024; 1.000 millones de dividendos contra las cuentas de 2025, y 270 millones por el reparto del exceso de capital. Esto supone retribuir al accionista por un importe equivalente al 25% de su valor en Bolsa y esta casa de análisis también calcula que recomprará hasta un 5% del capital social durante el primer semestre. En este contexto, el BBVA decidió la semana pasada hacer un ajuste técnico a la opa, por el cual la condicionaba no a alcanzar más del 50% del capital, sino de los derechos de voto, lo que excluye las acciones en autocartera que tenga el banco.

Este movimiento vuelve a llevar la guerra entre el BBVA y el Sabadell al terreno del dividendo. Al pago ordinario del Sabadell en octubre, que triplicó el del año anterior, la entidad que pilota Carlos Torres respondió con el mayor dividendo de su historia, a razón de 29 céntimos brutos por acción, un 81% más que el año anterior. El banco, que tiene fijado el pay out entre el 40% y el 50% del beneficio, habitualmente también suele pagar dos dividendos cada año: uno en otoño y otro en primavera. De acuerdo a los años previos, el dividendo complementario suele duplicar al ordinario, lo que podría llevar al de este año por encima de los 58 céntimos por acción. Además, el BBVA, que también se ha comprometido con los accionistas a devolver el exceso de capital, por encima de la horquilla objetivo de entre el 11,5% y el 12%. En los últimos tres años, por ejemplo, ha recomprado el 14% de sus acciones, por importe de 5.300 millones.

Toda la cascada de pagos a los accionistas anteriormente descritos obligará al BBVA a ir ajustando una y otra vez la ecuación de canje de la opa durante los próximos meses, para ir descontando los pagos de los dividendos, que actualmente está en una acción del BBVA y el dividendo de 0,29 euros de octubre por cada 5,0196 títulos del Sabadell. Además, si el BBVA paga un dividendo complementario, como ha venido haciendo estos años, deberá ser abonado en efectivo a los accionistas del Sabadell que acepten la opa cuando esta se ejecute, tal y como marca la ley de opas y reflejó en el anuncio de la opa.

Todo ello supone sacar la artillería económica contra la opa. Esta se une al cambio de sede que el banco decidió esta misma semana, para retornar a Cataluña. Se trata de una medida que inunda la opa en lo político, dado que toma una decisión muy deseada tanto por el Govern de la Generalitat como por el Ejecutivo central. Y provoca que cualquier condición para dar luz verde a la transacción pase por abordar la catalanidad del banco.

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