Gullón prevé llegar a los 1.000 millones en ventas en 2030 impulsada por el mercado exterior

Cerró 2024 con una facturación de 690 millones, un 9,5% más, y con una vuelta a las rentabilidades previas a la pandemia y la crisis inflacionaria

Lourdes Gullón, presidenta de Galletas Gullón, y Juan Miguel Martínez Gabaldón, consejero delegado.

Galletas Gullón dará el salto para convertirse en una empresa de 1.000 millones de facturación en 2030. Ese es el objetivo de la compañía palentina, que se apoyará en el mercado exterior como palanca clave para conseguirlo: la intención es que, en ese año, represente más del 50% de las ventas, por el 44% que genera en la actualidad. De alcanzar esos 1.000 millones, Gullón habrá doblado su tamaño en un periodo inferior a 10 años.

“Ese objetivo nos va a venir a través de la exportación. Nuestro proyecto es muy interesante a nivel internacional. Vamos a países de cualquier parte del mundo, y nuestros productos encajan. Llegamos a 125 países. Profundizando en ellos, se puede conseguir ese incremento”, explica el consejero delegado de Gullón, Juan Miguel Martínez Gabaldón, en entrevista con este periódico.

El ejecutivo califica como “muy positivo” el año recién acabado. En 2024, la compañía logró unas ventas récord de 690 millones, un 9,5% más, con crecimiento en volúmenes también a nivel nacional, donde el sector galletero se mantenía en una situación de atonía a nivel de ventas. La categoría creció a nivel general un 3,4% en volumen en 2024, y Gullón un 6,5%. “Ha sido un año excepcionalmente bueno. El comportamiento general es mejor, y nosotros crecemos por encima del mercado, tanto con nuestra marca como con las marcas de distribución que hacemos”.

También a nivel de rentabilidad. Gullón da por “acabado” el ciclo de alta inflación experimentado en los últimos años, aunque algunas materias primas, como el cacao o las grasas vegetales, siguen encareciéndose. “Volvemos a unos beneficios donde estábamos más acostumbrados a funcionar”, dice Gabaldón, sin detallar cifras. En 2019, el beneficio neto de la compañía fue de 42 millones, cifra que no volvió a recuperar en los ejercicios siguientes.

Lo que sí ha ido al alza en estos años es la demanda de las marcas de distribución. Gullón tiene entre sus clientes a Mercadona, Dia o Carrefour, a los que hace productos con sus marcas blancas. Martínez Gabaldón no detalla qué porcentaje del negocio supone para la empresa, pero confirma que sigue al alza. “Va a seguir creciendo. Este año ya supone el 66,1% de cuota. Y la tendencia es igual en Europa o EE UU. Viendo la apuesta de la distribución, y que a los consumidores les interesa esa relación calidad-precio... Tiene recorrido”. El ejecutivo explica que tratan a las marcas blancas, también las que produce Gullón, como rivales. “Lo tratamos de forma pragmática. Son marcas que tienen su presencia, conocemos bien a los consumidores, y hay que convivir con ello”, afirma el ejecutivo, quien reconoce una relación “cordial con la distribución”.

Tirón exterior

Pero la gran apuesta para ser una empresa de 1.000 millones es la exportación. Esta deberá representar en 2030 al menos 500 millones, casi un 65% más que los niveles de 2024. Para ello, Gullón maneja distintas estrategias, dentro de una política “clásica”: “Nunca ponemos en riesgo el patrimonio familiar”, resume Martínez Gabaldón.

Por un lado, la consolidación en los mercados existentes. Ahí los más relevantes son aquellos donde la empresa ya tiene filiales instaladas: Portugal, Italia, Francia Reino Unido y Estados Unidos. Estos deberán tirar del crecimiento, aunque el mercado estadounidense es, en estos momentos, una incógnita por las amenazas arancelarias del presidente electo, Donald Trump. “Nos preocupa porque afecta directamente a los planes exportadores. Hay que esperar qué pasa, pero lo resolveríamos con los otros 125 países a los que vendemos”.

Gullón no descarta abrir nuevas filiales en aquellos mercados donde “den los números” y haya una “venta suficiente para dar la infraestructura”. Y tampoco adquisiciones a nivel europeo. “Estamos pendientes de las oportunidades que se presenten. Si llega el caso, no nos temblaría el pulso”.

Pero de momento, la base siguen siendo las instalaciones de Aguilar de Campoo, donde Gullón fabrica todos los productos que vende y exporta. Para soportar esos planes de crecimiento, la empresa contempla la ampliación de su fábrica más moderna, Vida 2, que ya es la más grande de Europa. La empresa invertirá 20 millones para ampliar su capacidad logística y de almacenamiento, y contempla adquirir cinco líneas de producción nuevas que entrarán en funcionamiento en 2026. Para 2030, Gullón aspira a llegar a 3.000 empleados desde los 2.100 actuales.

“Llevamos 130 años en Aguilar, nos debemos a esta zona. Las instrucciones que tengo de María Teresa [Rodríguez, presidenta de honor], y de Lourdes [Gullón, presidenta], es seguir con esa política de crear riqueza en la zona, y vamos a seguir apoyando esas ideas”, resume el ejecutivo.

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