Ryanair emprenderá acciones legales contra pasajeros conflictivos para reducir la frecuencia de incidentes
La compañía de bajo coste reclama 15.000 euros a un cliente que obligó la tripulación a desviar un avión en abril de 2023
La aerolínea irlandesa Ryanair reclama 15.000 euros por daños y prejuicios a un pasajero que provocó un altercado en un vuelo en abril de 2023 y obligó la tripulación a desviar un avión entre Dublín y Lanzarote (España) para aterrizar en Oporto. La compañía explica en un comunicado que este caso servirá como aviso para otros pasajeros y que emprenderá acciones legales contra otros clientes conflictivos.
La compañía de bajo coste, que advirtió a finales de diciembre que iba a adoptar una política de “tolerancia cero” con los pasajeros violentos, tras la condena de un cliente que interrumpió un vuelo a Atenas en julio de 2020, quiere endurecer aún más su política contra los “pasajeros conflictivos”.
Ryanair ha anunciado este miércoles, en un comunicado recogido por EFE, que seguirá tomando “medidas contundentes” para afrontar “el mal comportamiento de los pasajeros” a bordo de los aviones. La compañía ha indicado que la demanda civil presentada ante un juzgado de Dublín contra un pasajero forma parte de una “gran ofensiva” destinada a atajar esta problemática.
El acontecimiento, señaló, mantuvo durante “toda la noche” en el aeropuerto portugués a 160 pasajeros que “sufrieron un trastorno innecesario, así como la pérdida de un día entero de sus vacaciones” por culpa de un comportamiento “totalmente inexcusable e inaceptable”.
Los 15.000 euros reclamados por la empresa al cliente conflictivo se han calculado en función de los sobrecostes en alojamiento, los gastos de los pasajeros, así como los costes de aterrizaje, según asegura Ryanair en el comunicado.
El consejero delegado de la compañía, Michael O’Leary, recordó que los casos de altercados con violencia a bordo de los aviones ocurren ahora con mucha más frecuencia, sobre todo en ciertas rutas a destinos vacacionales. El directivo había planteado el pasado agosto la posibilidad de que los pasajeros solo puedan consumir dos bebidas alcohólicas en los aeropuertos para evitar incidentes antes y durante los vuelos.
En su opinión, las autoridades aeroportuarias deberían imponer un límite por cada tarjeta de embarque para atajar el riesgo de altercados, que también aumenta, dijo, con los retrasos que afectan a algunos aeropuertos, con más tiempo de espera para consumir.