Urbas reestructura otra filial de construcción para afrontar su deuda con la banca y acreedores
Un juzgado de Vitoria da luz verde al plan presentado por Construcciones Urrutia, después de lograr la homologación judicial de la compañía alicantina Ecisa
Urbas ha conseguido el visto bueno de la justicia para poner en marcha el plan de reestructuración de Construcciones Urrutia. El Juzgado de Primera Instancia número 7 de Vitoria ha homologado el plan que permitirá afrontar la deuda de unos 20,5 millones de euros que la filial vasca arrastra con la banca, el Instituto de Crédito Oficial (ICO), más de 200 proveedores, así como empresas del propio grupo, según consta en un auto del pasado 19 de noviembre contra el que no cabe recurso. De este modo, el grupo ha evitado ya la quiebra de dos firmas de su negocio de edificación e infraestructuras, después de que un juzgado de Alicante diera luz verde al plan elaborado para la empresa alicantina Ecisa.
La homologación del plan de reestructuración de Construcciones Urrutia llega un año después de iniciar, en junio de 2023, las negociaciones con los acreedores financieros y comerciales en busca de una solución que permitiera garantizar la viabilidad de la compañía en el corto y medio plazo y superar la situación de “insolvencia probable”.
Fuentes de la compañía apunta que la reestructuración de Urrutia se engloba “dentro del proceso de reestructuración ordenada de las constructoras” del grupo Urbas “con el fin de adecuarlas a la nueva coyuntura, asegurando su competitividad y acelerando la capacidad de respuesta a las exigencias y requerimientos actuales del sector y del mercado, siempre con el foco puesto en los empleados, clientes, socios comerciales, inversores y accionistas”. “El objetivo es agilizar el negocio, evitar solapamientos, aprovechar sinergias, y asegurar la expansión y el crecimiento rentable de esta línea de negocio con nuevas inversiones, más músculo financiero y más dinamismo”, añaden las mismas fuentes.
Esta filial como Ecisa y Murias —esta última se encuentra en concurso de acreedores— sufren tensiones de tesorería como consecuencia del incremento de los precios de las materias primas y de la energía por la invasión de Ucrania por las tropas rusas. Según detalla Urbas en su informe sobre los resultados del primer semestre de 2024, este hecho redujo los márgenes esperados en la actividad de construcción y la facturación de esta línea de negocio se quedó en 30 millones de euros, menos de la mitad que en mismo periodo del año 2023, que ascendió a 67 millones.
En este contexto, Urrutia presentó un plan el pasado marzo para la refinanciación de su deuda y la reorganización de sus operaciones, que contó con Kroll Advisory como experto en la reestructuración. Aunque no todas las entidades financieras ni los proveedores mostraron su apoyo a la propuesta, esta fue aprobada por la mayoría de los acreedores en agosto, lo que permitió poner la maquinaria en marcha para solicitar la homologación judicial. Ahora, la magistrada María Teresa Trinidad Santos ha puesto punto y final a este procedimiento tras verificar que todos los requisitos legales se cumplen, como que ninguno de los acreedores han impugnado la homologación o que la formación de las clases es correcta.
El plan va dirigido a pagar las deudas con bancos, comerciales y de intragrupo, mientras que quedan excluidos los “créditos públicos, créditos laborales y pasivo contingente correspondiente a las garantías de obra vinculadas a la correcta ejecución de los trabajos que no hayan cristalizado”, señala el auto de homologación. Entre los principales acreedores se encuentran CaixaBank, Santander, Kutxabank o la financiera Elkargi, pero también otras entidades que cuentan con aval del ICO como Bankinter, Caja Rural Navarra, Abanca o Sabadell. En total, 8,87 millones de euros en créditos financieros.
En el listado de acreedores también se añaden 246 proveedores comerciales, cuya deuda asciende a 6,58 millones, así como los créditos titulados por sociedades del grupo (las filiales Guadahermosa, Murias, Ecisa o Joca y la matriz Urbas Grupo Financiero), que se elevan hasta 5,1 millones de euros, según indica la resolución.
Para afrontar los créditos con garantía real (aquel para el que se ha presentado un aval) o que no esté sujeto al ICO, el plan de Construcciones Urrutia fija el abono de la deuda de los bancos a través de un proceso desinversión de activos que se llevará a cabo en el plazo máximo de 12 meses. Las cantidades que no se hayan satisfecho antes de dicho periodo, se afrontarán a través de bonos convertibles con una duración de 24 meses que la matriz emitirá a los acreedores que lo soliciten. Esta fórmula de bonos también se aplicará para saldar el débito contraído con los más de 200 proveedores.
En cuanto a la deuda ICO, el plan señala también un periodo de carencia de 12 meses para su abono y, en caso de que no se afronte, Urbas se verá obligada a realizar dicho pago en virtud de garantía solidaria, tal y como reza el auto que homologa el plan. Asimismo, el plan prevé una quita del 20% de parte de la deuda de la banca relacionada con intereses devengados que no han sido pagados, así como para los denominados “créditos intragrupo” (los relacionados con los préstamos de la propia Urbas y sus filiales).