Puig factura 1.257 millones en el tercer trimestre, un 12% más, y recupera el crecimiento en maquillaje

La compañía mejora a doble dígito las ventas y espera alargar la tendencia hasta la campaña de Navidad

El presidente de Puig, Marc Puig, durante la salida a Bolsa de la compañía el pasado 3 de mayo.Albert Garcia

El grupo de perfumería, belleza y moda Puig ha presentado este martes al cierre del mercado sus segundos datos económicos desde que salió a Bolsa el pasado 3 de mayo. En el tercer trimestre de este año, entre julio y septiembre, Puig facturó 1.257 millones de euros, un 11,6% más que el mismo periodo del año anterior a perímetro y tipo de cambio constante. Sin embargo, y al no ser un periodo que coincida con un semestre, que es cuando la normativa exige ofrecer la información completa, Puig solo ha aportado los datos de las ventas. Los resultados del primer semestre completo, en los que el beneficio de Puig se recortó un 26%, generaron decepción en los mercados y una caída de la cotización.

Los datos de ventas que sí ha compartido Puig esta tarde muestran que la compañía catalana va mejor que el sector de la belleza premium en general, al menos en términos de ingresos. El crecimiento trimestral a doble dígito llega en un momento de desaceleración en el sector del lujo. En los nueve primeros meses del año, las ventas de Puig alcanzaron los 3.428,2 millones de euros, un 9,6% más a perímetro y tipo de cambio constante. En la nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía destaca que está creciendo en ventas en todos los segmentos de negocio y geografías.

Precisamente, una de las sorpresas decepcionantes que tuvieron los inversores en los resultados del primer semestre fue la contracción del 1,8% en el segmento del maquillaje. En el tercer trimestre del año, en cambio, este segmento ha aportado 200,6 millones de euros a la facturación y un crecimiento del 7,3% (1,4% si se miran los nueve primeros meses del año). La compañía confía en que en lo que queda de año este segmento continúe con su desarrollo positivo, porque espera que se sigan normalizando las compras por parte de los comercios (sell in), que habían sido menores que las de los consumidores finales (sell out) por las elevadas existencias que atesoraban. Un desfase que el grupo espera neutralizar en EE UU y Oriente Medio a finales de este año, aunque continuará hasta 2025 en Asia Pacífico.

El segmento más importante, el de las fragancias y la moda, aportó 935,2 millones de euros y creció un 11,1% entre julio y septiembre (un 10,9% en los nueve primeros meses del año). El segmento del cuidado de la piel aportó 125,5 millones, un 18,6% más en crecimiento trimestral (9,4% más en lo que va de año).

Por mercados, el segmento EMEA (Europa, Oriente Medio y África) es el más importante y crece un 12,6% en el trimestre, y también destaca el crecimiento del 8,3% en el mercado de Américas. El mercado asiático solo crece un 1%, pero sigue siendo el más reducido.

Buena Navidad

El presidente ejecutivo del grupo, Marc Puig, ha mostrado su confianza de que la campaña de Navidad, muy relevante en términos de facturación, sea positiva. “Vemos optimismo, por los comentarios que recibimos de los distribuidores y las expectativas generales. La tendencia de ventas en el último mes ha seguido igual, y esperamos que continúe así el resto del año”, ha explicado en conferencia con analistas.

La compañía, que cifra en un 5% el incremento de precios acometido este año, también confía en cumplir con sus expectativas de crecimiento en EE UU. “Algunos rivales hablan de desaceleración, pero nosotros no lo vemos en el segmento en el que competimos, la belleza premium, y más en concreto en el maquillaje. Nuestra cuota allí sigue por debajo de otros mercados, y tenemos espacio para seguir creciendo. No vemos esa desaceleración en nuestro caso”, ha recalcado Marc Puig, que habla de un “entorno complejo” por las elecciones en EE UU. “No sabemos lo que va a pasar ni cuáles serán las consecuencias”.

Donde tampoco ve desaceleración es en el mercado de fragancias. Ahí, Puig reafirma la previsión de crecimiento de entre el 6% y el 7% anual que mencionó en el folleto de salida a Bolsa.

A principios de septiembre, Puig, dueña de marcas como Rabanne, Carolina Herrera, Charlotte Tilbury, Jean Paul Gaultier o Nina Ricci, presentó en septiembre sus primeros resultados como empresa cotizada, los correspondientes al primer semestre, y el examen con los inversores dio como resultado una gran decepción. Desde entonces, pasó de cotizar en el entorno de los 24,5 euros con los que saltó al parqué, a hacerlo por debajo de los 20 euros, barrera que no supera desde octubre. La expectación de protagonizar la mayor colocación en el mercado español desde la de Aena en 2015, no convenció a los inversores. Jugaron en su contra la falta de historia comparable, un contexto económico incierto en el que el sector del lujo sufre una desaceleración general, y unos resultados que se esperaban mejores.

En el primer semestre, Puig obtuvo unos ingresos récord de 2.171,2 millones de euros (pese al retroceso de la división de maquillaje, que sorprendió negativamente al mercado), pero su beneficio se redujo un 26% hasta los 153,8 millones de euros. Uno de los lastres fueron los gastos relacionados con la salida a Bolsa, que ascendieron a 119,7 millones de euros. De ellos, 79,9 millones fueron premios a la plantilla, entre directivos (el propio Marc Puig recibió un bonus de 9,3 millones) y empleados. Estos costes extraordinarios impidieron que el récord de ventas se reflejase luego en un crecimiento del beneficio. Desde entonces, la cotización de Puig ha encadenado caídas que le han llevado a registrar mínimos por debajo de los 19 euros por acción.


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