Boeing se lanza a captar hasta 35.000 millones de dólares para afrontar su grave crisis

La entidad registra un folleto para emitir títulos por 25.000 millones y firma un crédito de otros 10.000 millones

Piquetes de la huelga de Boeing en sus instalaciones de Renton (Washington).David Ryder (REUTERS)

El nuevo consejero delegado de Boeing, Kelly Ortberg, quiere tomar por los cuernos el toro de la profunda crisis que atraviesa la empresa aeronáutica. Días después de anunciar el despido de 17.000 empleados, el 10% de la plantilla, y mientras hace frente a una huelga que ha agravado aún más la situación, la compañía ha puesto en marcha un plan para hacer frente a su delicada situación financiera. La empresa ha comunicado este martes a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC) la firma de un préstamo de 10.000 millones de dólares (unos 9.200 millones de euros) y ha registrado un folleto para emitir acciones, deuda convertible y otros títulos por 25.000 millones de dólares adicionales.

“Se trata de dos pasos prudentes para apoyar el acceso de la compañía a la liquidez”, ha indicado la compañía a través de un comunicado. Al anunciar los despidos, el abandono de algunos proyectos y los retrasos en otros, Ortberg anticipó que estaba trabajando en conseguir “el balance necesario” para invertir y cumplir con los empleados y los clientes.

Boeing ha firmado el contrato de crédito de 10.000 millones de dólares con los grandes de Wall Street: BofA, Citibank, Goldman Sachs y JPMorgan. La empresa dispone de 120 días para utilizar el nuevo crédito. El acuerdo incluye cláusulas que restringen la capacidad de Boeing para permitir una deuda consolidada superior al 60% del capital total de la empresa. También contiene supuestos de amortización anticipada que obligan a Boeing a cancelar anticipadamente los anticipos pendientes o a reducir los compromisos en caso de que Boeing contraiga deuda, emita capital o enajene activos dentro de ciertos supuestos.

Por su parte, en cuanto al folleto de la ampliación de capital, permite ir realizando diferentes emisiones hasta ese importe de 25.000 millones de dólares en acciones, bonos, deuda subordinada, deuda convertible y otros títulos. “Este registro universal proporciona flexibilidad a la empresa para buscar una variedad de opciones de capital según sea necesario para apoyar el balance de la empresa durante un periodo de tres años”, indica Boeing en su comunicado.

Según The Wall Street Journal, la compañía pretende usar inicialmente el folleto para dar cobertura a una ampliación de capital de 10.000 millones de dólares. Boeing vale unos 92.000 millones de dólares en Bolsa, así que, dependiendo del momento y los términos de la colocación, eso podría suponer una ampliación de capital por encima del 10%. En caso de que la colocación salga adelante, sería la mayor realizada por una empresa cotizada desde la de Saudi Arabian Oil de 12.300 millones de dólares de junio.

Boeing indica en el folleto que usará los fondos “a fines corporativos generales”, que pueden incluir, entre otras cosas, el reembolso de deuda, adiciones al capital circulante, gastos de capital y financiación e inversiones en las filiales.

La empresa anticipó la semana pasada que cerró el tercer trimestre con una posición de efectivo e inversiones en valores negociables de 10.500 millones, una posición crítica ante la paralización de la producción por la huelga que sufre desde hace un mes ante la falta de acuerdo con el sindicato mayoritario de la empresa con respecto al nuevo convenio colectivo.

Fuertes pérdidas

Boeing advirtió la semana pasada de que cerrará el tercer trimestre con unas pérdidas de 9,97 dólares por acción, lo que supone unos números rojos para el conjunto de la compañía de unos 6.100 millones de dólares en tres meses. En la primera mitad del año, la empresa perdió unos 1.800 millones de dólares. La compañía cerró el pasado ejercicio con unas pérdidas de 2.222 millones de dólares (unos 2.050 millones de euros). Aunque se trata de números rojos, su cuantía es menos de la mitad que los 4.935 millones de dólares de pérdidas del año anterior. La empresa ya sufrió pérdidas de 636 millones en 2019, que se agravaron hasta el récord de 11.873 millones de dólares en 2020. Luego perdió 4.202 millones en 2021. Los números rojos acumulados de los últimos cinco años suman unos 23.800 millones de dólares y van camino de superar los 30.000 millones al añadir los de este año.

El conflicto laboral es el último de los contratiempos de un año negro para Boeing, que empezó con un extraño accidente en enero en que un avión de Alaska Airlines perdió en pleno vuelo un panel que tapaba un hueco destinado a puerta de emergencia en otras configuraciones del modelo, un 737 Max. Eso obligó a la empresa a ralentizar la producción para solucionar problemas en su proceso de fabricación. Además, un duro informe encargado por los reguladores estadounidenses y publicado en febrero ponía en cuestión la “cultura de la seguridad” de Boeing en lo que supuso un nuevo golpe para el fabricante estadounidense de aviones comerciales. El anterior presidente y consejero delegado, Dave Calhoum, anunció su dimisión en marzo.

El siniestro de Alaska Airlines, aunque sin consecuencias catastróficas, puso de nuevo a Boeing y su modelo 737 Max en el ojo del huracán después de que en 2019 se le retirara el permiso de vuelo a raíz de dos accidentes fatales que le costaron la vida a más de 300 personas en otra variante diferente. En octubre de 2018 se estrelló en el Mar de Java, en Indonesia, el vuelo 610 de la compañía de bajo coste Lion Air operado por un 737 Max 8; pocos meses después, en marzo de 2019, fallecieron 157 personas en el vuelo 302 de Ethiopian Airlines en el mayor desastre aéreo de ese año también en un 737-8. Desde aquellos accidentes, la compañía no ha conseguido enderezar el rumbo.

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