Acerinox llega a un acuerdo para vender su planta de Malasia por 87 millones de euros
La compañía malaya Worldwide Stainless se convertirá en la propietaria de la acería una vez que la operación se cierre definitivamente a finales de noviembre
Acerinox ha suscrito un contrato con la malaya Worldwide Stainless para la venta de su planta de Bahru Stainless, en Malasia, por un importe total de 95 millones de dólares (unos 87 millones de euros).
El cierre definitivo de la operación se espera que tenga lugar a finales de este mes de noviembre, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En un comunicado, el consejero delegado de Acerinox, Bernardo Velázquez, señaló que esta venta representa “decisión estratégica importante”, que se ha valorado como “la opción que mejor defiende los intereses de empleados, clientes y comunidad” y agradeció a todos ellos su contribución al grupo durante estos años.
Tal y como explica la compañía en su página web, Acerinox pasará a contar con un total de 12 fábricas una vez se cierre la operación. En concreto, el grupo contará con cinco plantas de producción de acero inoxidable tras la venta de Bahru Stainless y con otras siete instalaciones de producción de aleaciones de alto rendimiento.
El pasado mes de mayo, la compañía ya anunció que cesaba su actividad en la fábrica de Bahru Stainless (Malasia). Los clientes de dicha fábrica ya habían sido informados de ese cese y su suministro se realizaba, desde entonces, desde las otras fábricas del grupo.
Acerinox acumula un retroceso en Bolsa del 13,84% en lo que va de año, un porcentaje parecido al del gigante ArcelorMittal, que se deja un 11,94%. El vital sector del acero enfrenta de forma generalizada un momento desafiante. La competencia de China, la desaceleración del gigante asiático, los precios bajos en Europa y las inversiones necesarias para acometer la transición ecológica son algunos de los principales retos que tiene sobre la mesa esta actividad. Como otros sectores, también lidia con un incierto panorama geopolítico y ha acusado las diversas disrupciones que se han producido en las cadenas de suministro en los últimos años.
En el caso concreto de Acerinox, hasta junio de 2024, la empresa ha sufrido un descenso tanto en sus ingresos como en sus resultados. El importe de su cifra de negocio cayó un 21% respecto al mismo periodo comparable de 2023, hasta los 2.780,87 millones de euros. Su resultado de explotación bajó un 58,99% quedando en 155,16 millones, mientras que el resultado neto se redujo en un porcentaje muy parecido, hasta 114,48 millones.
En los resultados, impactados por la huelga que llevaron a cabo los trabajadores de Acerinox en la planta de Cádiz, el grupo acerero explicaba que la demanda en Europa había sido más débil de lo esperado, ello a pesar de unos niveles de inventarios por debajo de la media. En cuanto al precio del acero, Acerinox detalló que aunque había repuntado ligeramente, seguía cerca de mínimos históricos en el Viejo Continente.