Los vehículos de reparto andaluces que llegan a EE UU impulsados por los fondos europeos

Scoobic planea montar una planta de automoción eléctrica en Estados Unidos de la mano de Amazon USA

José María Gómez Márquez, CEO de la empresa Scoobic, el pasado jueves en la Escuela de Organización Industrial, EOI.Álvaro García

Ciudades libres del humo, ruido y atascos provocados por las grandes furgonetas de reparto. Esa es la meta que persigue Scoobic, un grupo empresarial andaluz líder en el sector de transporte de última milla con vehículos ligeros. Esta compañía, alineada con los principales objetivos de la reconversión industrial que promueve la Unión Europea, ha recibido más de seis millones de euros en ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este impulso, sumado a varias alianzas con...

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Ciudades libres del humo, ruido y atascos provocados por las grandes furgonetas de reparto. Esa es la meta que persigue Scoobic, un grupo empresarial andaluz líder en el sector de transporte de última milla con vehículos ligeros. Esta compañía, alineada con los principales objetivos de la reconversión industrial que promueve la Unión Europea, ha recibido más de seis millones de euros en ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este impulso, sumado a varias alianzas con socios estratégicos, no solo le han servido para instalar en Sevilla la planta de producción más grande en su tipo en el Viejo Continente, sino también para dar el gran salto al otro lado del Atlántico: son proveedores oficiales de Amazon para toda Europa y acaban de firmar con Amazon USA. El consejero delegado y fundador de la tecnológica, José María Gómez, no tiene dudas: “Vamos a terminar montando una planta allí”, afirma.

Scoobic se ha beneficiado de los fondos correspondientes a tres programas del Plan de Recuperación. El Único 5G, con 1.770.356 euros de ayuda, que ha servido para desarrollar un vehículo de reparto autónomo, una plataforma no tripulada con capacidad de carga de 120 kilogramos, que se probará por primera vez en un entorno urbano controlado en la Navidad de este año. Asimismo, accedieron a la convocatoria Moves Proyectos Singulares II, por 900.000 euros, que les permitió diseñar un nuevo modelo de negocio llamado Scoobic MED (Movilidad Energía y Datos en pago por uso), en el que al cliente se le pone un vehículo eléctrico con sus baterías, en una sola cuota y sin límite de kilómetros.

Además, fueron los únicos en Andalucía en ganar la convocatoria del PERTE VEC 2023, por 3.380.642 euros. Utilizarán todos estos fondos para montar una línea de ensamblaje de baterías de ion litio en colaboración con un gigante del sector, la empresa china CATL. Ellos les proveerán las celdas, componentes clave para la fabricación de baterías. “Para qué vamos a inventar la sopa de ajos, únete a ellos, mejor aliarse”, opina Gómez. También se opone a una “guerra comercial” con China. “Los europeos creemos que basta con ponerles aranceles a los vehículos eléctricos y baterías, yo creo que la idea es la colaboración”, afirma.

Pese a los esfuerzos comunitarios, el automóvil eléctrico aún es visto como un sustituto imperfecto del de combustión, lo que afecta negativamente a la demanda. No obstante, para Gómez, “la segunda división”–como le gusta llamar a las 13 empresas del sector de los vehículos ligeros de reparto urbano en el mundo– está libre de ese prejuicio. “El automóvil eléctrico particular irá a la velocidad que pueda, pero el de reparto urbano tiene hoy mucha más demanda que oferta”, asegura. Confía en el bum de la paquetería y en la implantación de zonas de cero emisiones en las grandes urbes europeas.

De momento, Scoobic cerrará este año con 2.000 vehículos fabricados, y su nueva planta puede elevar la producción hasta 60.000 unidades. Según cálculos de la empresa, el Viejo Continente necesitará medio millón de unidades para el año que viene, y duplicará la demanda hasta 2030. “Si unimos las capacidades de todos mis competidores no llegaremos a cubrir ni el 20%; es una oportunidad para crecer y tenemos derecho a un trozo de ese pastel”, afirma.

Scoobic es el principal proveedor de las empresas de correos en toda Europa, pero no se ha detenido ahí. “Los americanos no habían venido a comprar un vehículo de reparto andaluz en su vida”, celebra Gómez. El mercado estadounidense abre otra ventana de oportunidades para el sector, pues todavía dan sus primeros pasos en la transición verde del reparto urbano. “No tiene sentido producir en Andalucía y mandarlos en barco”, señala el empresario. De momento, Arizona o Texas pueden ser los estados que alojen una filial en colaboración con Amazon USA.

El salto no acaba allí. El consejo de Scoobic ha conversado con el Grupo Piñero –multinacional española de la hostelería con presencia en Europa y el Caribe– sobre un nuevo nicho de mercado. “Llevan años usando carritos de golf como pueden”, detalla. Si todo va bien, el proyecto incluiría una fábrica en sociedad afincada en República Dominicana para surtir de vehículos a todos los complejos vacacionales.

Talento y Formación

Gómez, que también es piloto, asegura que ser empresario “es un deporte de riesgo”. Sin embargo, ha demostrado astucia para sortear las curvas. La compañía, nacida en 2016, producía sus vehículos en China. Sin embargo, la crisis ocasionada por la Covid le hizo cambiar de rumbo. “Decidimos hacer una relocalización a la inversa”, relata. Optaron por Andalucía, que, según el CEO, “es maravillosa, pero adolece de industria”. El grupo empresarial, conformado por cinco compañías, cuenta con 150 asalariados. Sin embargo, con la nueva fábrica esperan ampliar mucho más su plantilla. “Mi objetivo es generar empleo de calidad en mi tierra y evitar que ingenieros magníficos tengan que irse fuera de España a trabajar”, añade Gómez.

La escasez de personal cualificado es una de las principales preocupaciones de las pymes en España, y Scoobic también se enfrenta a ese obstáculo. “No hay suficiente gente preparada para fabricarlos y, lo peor, para repararlos”, lamenta. Por eso decidieron montar una escuela de formación en línea, junto a Bridgestone. “Lo que más le preocupa a Amazon o Correos es quién va a reparar su vehículo cuando se rompa”, explica. Además, tienen entre manos una propuesta a las Administraciones Públicas: un plan de formación dual para estudiantes de mecánica, electrónica y mecatrónica. “Queremos que los chavales puedan hacer la teórica y la práctica sobre el terreno, con el objetivo primario de quedarnos a casi todos”, explica con orgullo.


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