Álex de la Iglesia se apunta a la ola inversora en Euskadi por las desgravaciones fiscales al cine
Las rentabilidades de hasta el 20% atraen a empresas y autónomos de rentas altas que se suman a la apuesta por producciones audiovisuales
Euskadi sigue captando proyectos audiovisuales a cuenta de sus desgravaciones fiscales. Bizkaia estrenó esta fórmula en 2023 y atrajo 151 producciones el año pasado que generaron un impacto del 58,5 millones en el Producto Interior Bruto del territorio. Gipuzkoa y Álava se han sumado este año a la iniciativa, con matices en cada caso, en base a las competencias de las diputaciones vascas en materia de impuestos.
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Euskadi sigue captando proyectos audiovisuales a cuenta de sus desgravaciones fiscales. Bizkaia estrenó esta fórmula en 2023 y atrajo 151 producciones el año pasado que generaron un impacto del 58,5 millones en el Producto Interior Bruto del territorio. Gipuzkoa y Álava se han sumado este año a la iniciativa, con matices en cada caso, en base a las competencias de las diputaciones vascas en materia de impuestos.
El director y guionista de cine Álex de la Iglesia y la actriz Carolina Bang han tomado buena nota de este escenario fiscal y han constituido una empresa en Bilbao, Pokeepsietexa, con un capital inicial de 3.000 euros. El matrimonio gestiona Pokeepsie, con sede en Madrid y una de las mayores productoras cinematográficas de España. Parte de la denominación de su nueva filial (etxea es casa en euskera) es un guiño a la ciudad natal de Álex de la Iglesia.
Otro director, en este caso Juanma Bajo Ullona, ha optado por la fórmula de la Agrupación de Interés Económico (AIE), que es la que más facilita la participación de empresas y profesionales como inversores para lograr la citada minoración fiscal. El ganador más joven de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, en 1991 por Alas de Mariposa, ha constituido en Vitoria, su ciudad natal, El Mal-La Película, una AIE que nace con un capital inicial de 1.000 euros, abierto a la incorporación de socios.
Las deducciones por gastos han situado a Euskadi en el punto de mira de las productoras. Rondan entre el 35% y el 70% de los costes globales de los proyectos. Las más altas de Europa. Bizkaia impone que los rodajes se realicen solo en su territorio y Gipuzkoa amplía el escenario a toda Euskadi. Las desgravaciones no solo abarcan los gastos de rodaje, también la emisión de copias y el presupuesto de promoción de la película o serie. El retorno fiscal total por proyecto está topado en 10 millones para los largometrajes y en tres millones por capítulo en el caso de las series.
Profesionales independientes
Esta atracción de la inversión también funciona para empresas y profesionales independientes, como socios de consultoras, dentistas y abogados, entre otros. Sobre todo interesa a aquellos que tienen un tipo marginal del 47% por ingresos anuales superiores a los 300.000 euros. Pueden desgravarse hasta un 20% como mínimo, tanto del impuesto de sociedades, en el caso de las compañías, como del IRPF en las declaraciones de los autónomos de rentas altas. Es un incentivo fiscal que puede repartirse durante varios ejercicios. Así, una inversión de 100.000 euros en un largometraje redunda en varios años en una deducción de 120.000 euros.
Jesus Calonge, asesor fiscal y fundador de Iba Gabinete, ahora integrado en el Grupo Trebeki, destaca que en el caso de que el proyecto logre beneficios, los inversores podrán recibir hasta un 15% del resultado, en base a su participación en el proyecto.
Unos alicientes que han provocado un aluvión de registros de AIEs en Bizkaia que ahora se extiende por Gipuzkoa y Álava. El productor Eduardo Carneros ha participado en la constitución de varias durante el mes pasado. “Hay mucha efervescencia, el volumen de producción será superior al de 2023″ en Euskadi, afirma. Los rodajes se concentrarán en el último trimestre del año, en su opinión.
Luis Marías, director y guionista, fue el primero en acogerse a los incentivos fiscales vascos al cine con el estreno en 2014 de su largometraje Fuego, protagonizado por José Coronado. Marías, Goya al mejor guion adaptado por Mensaka, señala que estas ayudas han mejorado mucho, pero se queja de las “altas” comisiones de los intermediarios que captan a los inversores. Una tarea que era más complicada hace una década, pero el beneplácito de las autoridades comunitarias a este sistema ha facilitado “mucho” la captación de recursos, afirma.
LKS Next
Las empresas han encontrado además en el cine una vía para mejorar su nivel de cumplimiento de los criterios ESG. Los rodajes fomentan la cultura y generan riqueza en la zona donde tienen lugar. Por cada euro invertido hay un retorno de 2,5 euros, según César Vidal, responsable del área fiscal de LKS Next Legal. Comenta que los grupos del sector audiovisual están comprando productoras vascas porque agilizan los proyectos y facilitan la petición de subvenciones. Vidal calcula que cada AIE tiene una duración media de tres años, aunque depende de cada proyecto. Si financia una serie de éxito, su vida comercial se puede estirar.
El experto de LKS Next Legal aclara que detrás de esta normativa está el objetivo de consolidar una industria audiovisual en Euskadi con técnicos cualificados e infraestructuras de alto nivel técnico (salas de montaje de sonido, etcétera). Considera que quizás otras autonomías que han destacado por su trato fiscal al cine, como Navarra y Canarias, puedan reaccionar para no perder un negocio que beneficia a hoteles, restaurantes y compañías logísticas. Sin olvidar que aumenta la recaudación por IVA y los permisos municipales a los rodajes, que cierran espacios urbanos.
Elkargi
Elkargi, la mayor sociedad de garantía recíproca de España, está comunicando estas ventajas a sus 23.000 socios, entre empresas y autónomos de diferentes sectores. Marta Mendinueta, especializada en este ámbito dentro de Elkargi, aclara que llega con retraso parte de la financiación que captan las películas. Con los rodajes ya avanzados, todavía no han recibido las subvenciones del Ministerio de Cultura o los fondos comprometidos por las plataformas y las cadenas de televisión que compran los largometrajes para su emisión en pequeña pantalla tras el paso por las salas.
Elkargi avala esa financiación con la propia garantía de los fondos comprometidos a unos proyectos que exigen una inversión mínima de 2,5 millones a 3 millones. A partir de estos números, el presupuesto puede dispararse. Elkargi avaló con un millón la película 20.000 especies de abejas (Goya 2024 al Mejor Guion Original).
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