Intelsat y SES vuelven a negociar su fusión para competir con Starlink, la firma de Elon Musk
La nueva compañía tendría un valor de 9.350 millones
Intelsat y SES han retomado las negociaciones de cara a su posible fusión, para crear un gigante en el negocio de las telecomunicaciones vía satélite, según adelanta Bloomberg, que cita fuentes conocedoras del proceso. Su objetivo pasaría por crear un grupo empresarial, capaz de competir en el negocio de la banda ancha satelital con Starlink, la compañía controlada por Elon Musk.
De todas maneras, no sería la única opción corporativa puesto que Intelsat, que salió de concurso en 2022, reduciendo a la mitad su deuda de 16.000 millones de dólares, también podría recibir una opa por parte de otras empresas del sector.
La transacción podría alcanzar un valor cercano a 10.000 millones de dólares (unos 9.350 millones de euros), incluida la deuda. SES, que cotiza en las Bolsas París y Luxemburgo, tiene una capitalización bursátil de 2.500 millones de euros. Tras conocerse los movimientos, las acciones de SES se han desplomado más de un 9,5%. Desde principios de año, caen casi un 18%.
Ambas compañías ya negociaron su fusión durante el pasado año, pero los contactos no fructificaron por la falta de acuerdo entre los accionistas sobre la dirección del negocio.
A lo largo de los últimos años, la industria del satélite ha acelerado el proceso de consolidación, con distintas operaciones corporativas. En 2021, el grupo estadounidense Viasat anunció la compra de la británica Inmarsat, mientras que, al año siguiente, la francesa Eutelsat cerró un acuerdo para su integración con la británica OneWeb, especializada en los satélites de baja órbita.
El conjunto del sector se ha enfrentado a un escenario complicado en los últimos años, por su alto endeudamiento, y el estancamiento de negocios tradicionales como la televisión vía satélite. Con la fusión, Intelsat y SES reducirían los costes, especialmente los vinculados al lanzamiento y construcción de los propios satélites.
Situación de SES
En su última junta de accionistas, celebrada a principios de abril, SES comunicó unos objetivos que pasan por alcanzar unos ingresos en 2024 entre 1.940 y 2.000 millones de euros, con un ebitda ajustado entre 950 y 1.000 millones. La compañía prevé un capex entre 500 y 550 millones, con una reducción de 350 millones al año entre 2025 y 2028. SES se comprometió a aplicar una “disciplinada” política financiera, para mantener un rating de Baa3 con Moody’s y BBB con Fitch, además de repagar 1.000 millones en deuda, entre 2024 y 2025. Al cierre de 2023, la deuda era de 4.500 millones.
Además, se comprometió al pago de un dividendo de 0,50 euros por acción, recordando que ha destinado 1.200 millones de euros a remunerar a los accionistas entre 2021 y 2024.
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