Cepsa irrumpe en la gasolina ‘low cost’ con la compra de 220 estaciones de servicio de Ballenoil

La petrolera quiere duplicar su presencia en el segmento y llegar a 500 gasolineras en 2027

El consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar.Pablo Moreno

Cepsa da un golpe en el tablero de las gasolineras. La petrolera controlada por Mubadala y Carlyle se prepara para recortar la distancia que le separa de Repsol, la compañía con más estaciones de servicio, y al mismo tiempo entrar por la puerta grande en el segmento de bajo coste con la compra de la red de estaciones de Ballenoil, que incluye 220 puntos de venta automatizados. El anuncio, hecho público esta mañana, incorpora un compromiso por parte de ambas compañías para duplicar el tamaño de ese segmento hasta 2027, de tal modo que para esa fecha la red contaría con 500 estaciones.

Con la incorporación de estos puntos de venta, el peso de Cepsa en el segmento de las gasolineras se vería incrementado desde las 1.484 con las que cerró 2022, según la memoria de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), hasta las 1.994 al cierre de 2027. Un salto exponencial en la lucha para ganar cuota de mercado frente a Repsol, que sigue manteniendo una posición de dominio con 3.304 gasolineras.

Conservará la marca

El acuerdo, sujeto a la aprobación de las autoridades competentes, contempla la conservación de la marca Ballenoil para consolidarla como un referente en el segmento low cost, “con precios económicos que faciliten la movilidad en un contexto de alta volatilidad en el precio de la energía, mayor inflación y fuerte crecimiento en la demanda del modelo low cost”.

El segmento económico ha captado una parte importante de la demanda desde que la invasión rusa en Ucrania en marzo de 2022 destapó una etapa hiperinflacionista que no se ha frenado y que llevó al precio de la gasolina y del gasóleo a superar los 2 euros por litro. Para tratar de mitigar el impacto de esa escalada de precios, el Ejecutivo puso en marcha una bonificación de 20 céntimos por litro para particulares que venció el 31 de diciembre de 2022 y que tuvo un coste para las arcas públicas cercano a los 6.000 millones.

Consciente de que el precio de los combustibles no ha vuelto a los niveles previos a la invasión de Ucrania, Cepsa, al igual que el resto de operadores, tiene activo hasta el próximo 30 de noviembre un descuento de 10 céntimos por litro para sus clientes fidelizados.

“Nuestro objetivo es consolidar a Ballenoil como marca destacada del modelo lowcost y posicionarla como referente en materia de sostenibilidad en este segmento. Seguiremos,en paralelo, transformando nuestra red de estaciones premium, donde los clientes encontrarán distintas soluciones de energía cada vez más descarbonizadas y servicios complementarios de restauración y ultraconveniencia. Con esta operación, donde podremos atender a distintos perfiles de clientes”, señaló Pierre-Yves Sachet, director de Mobility & New Commerce de Cepsa.

Por su parte, Ballenoil recalcó que el acuerdo fortalece su plan de futuro, “impulsando el crecimiento de la red y la incorporación de nuevas energías, además de garantizar el suministro de combustibles”. La empresa de gasolineras automáticas fue fundada en 2010 por David Querejeta -dueño de la empresa Ballena Azul que se dedicaba al autolavado de coches- y Juan Sanz y cuenta con 350 empleados. Ballenoil está presente en todo el territorio peninsular con su modelo de negocio, basado en un servicio 24 horas, presencia del personal de las estaciones en horario comercial y servicio de autolavado.

La integración de Ballenoil en Cepsa también le permitirá a la red de estaciones low cost beneficiarse de las cuantiosas inversiones de la petrolera en el ámbito de la transición verde. Y una de las más importantes será la remodelación del complejo petroquímico de la Rábida, situado en Palos de la Frontera (Huelva), que será diseñada por Técnicas Reunidas y que contará con una inversión de 1.000 millones de euros, solo por parte de la petrolera, que comparte este proyecto con el grupo asiático Apical.

La futura planta utilizará como materia prima los desechos del sector agrícola y aceites de cocina reciclados en dos unidades de pretratamiento. Su capacidad de producción alcanzará el medio millón de toneladas al año de combustible sostenible para la aviación (SAF) y de diésel renovable.

Cepsa estima que el combustible sostenible desarrollado en su futura planta evitará la emisión de 1,5 millones de toneladas de CO2 anuales. Su uso puede reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 respecto a combustibles tradicionales.

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