Fernando Fernández Tapias: el naviero que vivió mil aventuras en tierra y mar
Falleció el martes 25 de octubre a los 84 años de edad. Recibió de su primer suegro negocios de transporte marítimo y llegó a controlar un imperio internacional. Su vida profesional corrió paralela a una muy intensa vida social
La mañana del martes 25 de octubre se ha desperezado con una triste noticia para el panorama empresarial español. La familia del empresario Fernando Fernández Tapias hizo público su fallecimiento a los 84 años de edad. Conocido coloquialmente como Fefé, fue un polémico empresario de éxito que centró gran parte de su carrera profesional en el sector naviero.
Fernando Fernández Tapias, nacido en Vigo en 1938, era el séptimo de los 12 hijos del mat...
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La mañana del martes 25 de octubre se ha desperezado con una triste noticia para el panorama empresarial español. La familia del empresario Fernando Fernández Tapias hizo público su fallecimiento a los 84 años de edad. Conocido coloquialmente como Fefé, fue un polémico empresario de éxito que centró gran parte de su carrera profesional en el sector naviero.
Fernando Fernández Tapias, nacido en Vigo en 1938, era el séptimo de los 12 hijos del matrimonio de Juan Manuel Fernández Román (1893-1970) y Alma Carolina Tapias Molins (1906-1993). Según aseguran sus biógrafos, debido a su falta de interés por los estudios, su vida laboral se inicia en la lonja de la ciudad de Vigo, una proximidad al mar que marcaría posteriormente su intensísima vida profesional.
Entre sus empresas, Fernández Tapias fue fundador de las compañías navales Amura y Roda; además también era propietario de la naviera Fernández-Tapias, de Conservas Peña y Conservas Portonovo (dedicadas al congelado y enlatado de mariscos y pescados), la sección marítima de Bureau Veritas SAF (dedicada al control de calidad) y Viajes Sandra’s.
Fue socio del Real Madrid durante 30 años, desde el 13 de octubre de 1993, y formó parte de todas las juntas directivas presididas por Florentino Pérez. Fue vicepresidente de la junta directiva desde el 17 de julio de 2000 al 2 de julio de 2006. Y en la actualidad, desde junio de 2009, era vicepresidente primero del club.
Además fue miembro del consejo de administración de Unión Fenosa, Viajes Marsans y Construcciones OHL. De 1985 a 2002 fue presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE.
En 2004 vendió su flota de buques petroleros a Teekay, de la que ejerce como filial en España y Latinoamérica. Además, su naviera también posee un 20,5% de los astilleros Navigasa.
Su actividad profesional corrió paralela a una intensísima vida social, muy aireada por la prensa del corazón. De su primer matrimonio con Victoria Riva Luna tuvo a sus cuatro primeros hijos. Con su segunda mujer, Juana Courel Mendoza, tuvo otros dos. Y ya en 2002 se casó en terceras nupcias con Nuria González, su esposa y ya viuda en la actualidad, con la que también tuvo dos hijos.
El culmen de su polémica vida social y quizás uno de los episodios por el que mejor se le conoce como protagonista involuntario se produjo antes de que contrajera matrimonio con Nuria González. Fefé mantuvo un romance con Mar Flores, una de las modelos más solicitadas del momento. Pero el escándalo y la comidilla nacional llegaron cuando se desveló una doble relación de la modelo con el aristócrata italiano Alessandro Lecquio.
Guerra fratricida
Sin embargo, su última aventura empresarial la disputó y venció contra sus propios hijos. Disminuido ya de muchas de sus fuerzas en 2016 estuvo ingresado hasta en tres ocasiones debido a procesos de insuficiencia pulmonar y problemas coronarios que arrastraba desde hacia muchos años atrás. No en vano llevaba siete stents –prótesis vasculares– implantados en su cuerpo.
Una de las últimas apariciones públicas fue en 2021 con ocasión de un polémica demanda judicial que parte de su hijos interpusieron para intentar declararle inhábil en la conducción de sus negocios y empresas. Las crónicas de entonces coinciden en señalar que, sin duda, “fue uno de los momentos más desagradables y difíciles en su intensa vida profesional”.
Sus hijos mayores, producto de su primer matrimonio, acudieron al juzgado con la intención de dar un golpe de mano en el control del entramado financiero y empresarial de su padre, debido a su profundo desacuerdo con las decisiones que Fernando Fernández Tapias adoptó en su momento. El desencadenante fue el nombramiento como consejero delegado al frente del grupo de empresas de su hijo Tito, nacido de su segundo matrimonio.
Fue un camino de cambio en la gestión que él mismo puso en marcha en 2019 cuando apartó del control del negocio y de los puestos de responsabilidad a sus hijos mayores. A raíz de aquello se desencadenó de forma sorda una lucha familiar que cristalizó en el enfrentamiento en el juzgado.
El principal motivo de la discordia era la naviera, ya que los demandantes la consideraban en parte suya, debido a que el gallego entró en el negocio naviero por el padre de su primera esposa Victoria de la Riva, el abuelo de sus cuatro primeros hijos.
Tras una penosa y desagradable vista judicial, que arrancó en marzo de 2021, y después de la muerte de uno de su hijos en un accidente de buceo, la justicia decidió finalmente desautorizar la pretensión de los hijos y declarar a Fefé perfectamente hábil para dirigir el conglomerado familiar que fundó.
Las mismas crónicas citadas aseguran que en el juicio jugó un papel crucial el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien como testigo en la vista declaró que su vicepresidente y amigo estaba en perfectas condiciones intelectuales.
Ayer, la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid elogió a través de un comunicado la figura de su presidente entre 2002 y 2006 y de quien dijo que “impulsó iniciativas en pro de la igualdad de género y en contra de la discriminación laboral de los discapacitados”.
De su labor en la Cámara merece subrayar la organización que impulsó de los Premios al Asociacionismo Empresarial, con el objetivo de reconocer la labor desarrollada en este campo por las organizaciones, instituciones o personas en la Comunidad de Madrid, y la puesta en marcha, en 2006, junto al Gobierno regional, de la excelencia empresarial a través de la marca Madrid Excelente para convertirlo en un sello de identidad imprescindible para todos los empresarios madrileños.
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