Cómo hacer rentable la accesibilidad
La consultora tecnológica Aiste está especializada en utilizar criterios de accesibilidad para mejorar el beneficio empresarial
Juan Carlos Ramiro lleva toda la vida emprendiendo, excepto una pequeña etapa que pasó en la Administración como director general. Pero eso es agua pasada. Ahora está totalmente centrado en su responsabilidad como CEO de Aiste, consultora tecnológica especializada en accesibilidad. También es el presidente de la asociación profesional CINTAC (Centro de Innovación en Tecnologías Accesibles). La asociación pretende crear el mayor ecosistema empresarial donde los criterios de accesibilidad y usabilidad se utilicen para generar negocio, beneficio social y económico.
Aiste es la única consultora tecnológica donde se introducen los conceptos de accesibilidad y usabilidad con enfoque claro en el negocio para potenciar el número de clientes e incrementar el beneficio social. “Si la empresa gana dinero hará mejores productos y si hace mejores productos sus usuarios saldrán beneficiados”, me comenta Ramiro.
Se pretende crear ciudades completamente accesibles a través de la tecnología, donde cualquier persona sea totalmente autónoma con independencia de sus capacidades. Que todo el mundo pueda andar, entrar en un bar, en un centro comercial, ir a la universidad y coger un transporte sin tener necesidad de recurrir a una tercera persona”.
La idea es hacer buen trabajo social y, a la vez, ganar dinero. Porque cuantos más beneficios económicos tenga una empresa, a través de la introducción de la accesibilidad y usabilidad en sus productos y servicios, más se podrá invertir socialmente.
Hay que tener en cuenta que “las administraciones no pueden jugar en esta liga. Tienen otro papel. Ponen las reglas del juego y deben exigir el cumplimiento de la legislación, pero la Administración es un comprador, no es un generador, ni un creador, ni un vendedor de productos y servicios”. Estos productos y servicios es la empresa, el sector privado, el que debe proporcionárselos a la Administración.
Aiste trabaja tanto con la Administración pública como con el sector privado. Con lo público es más difícil esa relación, principalmente por la lentitud y por la burocracia, no por la receptividad. En el sector privado, sin embargo, “cuando les explicamos yo te voy a ayudar a incrementar tu negocio introduciendo novedades como la accesibilidad y la usabilidad tecnológica y les hablas en el lenguaje de la empresa inmediatamente te empiezan a escuchar”.
Cuando Juan Carlos se presenta en una empresa y llega en su silla de ruedas, le reciben con sorpresa. “Es el primer punto a favor porque antes de que reaccionen les he introducido mi concepto y eso es una ventaja para explicarles que el modelo de negocio que yo presento es inclusivo”.
Y todo porque está hablando de tú a tú con un ejecutivo, con un director, con un responsable de la empresa, en cualquiera de los niveles, sin ningún prejuicio. Y, a continuación, “después de que a mí me han visto en silla de ruedas, les pongo un par de ejemplos de amigos que conozco sordos o ciegos”.
Diversidad
Juan Carlos fue, en su momento, el primer director general del Gobierno de España con gran discapacidad. “Eso me ha permitido conocer toda la necesidad de la diversidad poblacional y aprovecharla para generar mayor beneficio social”, añade. De ahí dio el salto al emprendimiento. Considera que en Europa hay un desconocimiento enorme en el mundo de la empresa de las necesidades y de la diversidad social. Tampoco hay un gran conocimiento sobre el potencial de la tecnología, y cómo aprovechar esa tecnología para incrementar el negocio.
En la actualidad sigue existiendo un tremendo desconocimiento en el sector privado sobre “las necesidades de la población y cómo aprovechar las tecnologías, que hoy si las tenemos, para utilizarlas y ponerlas a nuestro servicio e incrementar el negocio”.
“Merece la pena apostar por la accesibilidad porque todos vamos a vivir mejor y la empresa va a tener mayor negocio”. El futuro pasa por seguir trabajando y continuar introduciendo Aiste en el mercado y en la sociedad para que ese nombre genere reconocimiento y autoridad. “Al fin y al cabo, somos los únicos que introducimos el concepto de accesibilidad como negocio”.
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