Las empresas familiares alertan de la falta de personal en todos los sectores

El presidente del IEF defiende el papel de los empresarios y señala que”no son el enemigo de nadie”

El presidente del IEF, Andrés Sendagorta.

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Andrés Sendagorta, ha alertado esta mañana sobre las dificultades que están encontrando las cien empresas que lo componen, entre ellas Mercadona, Ferrovial, Santander o Sener, para encontrar personal. “Asistimos a la constatación, aparentemente contradictoria, de que con las cifras de desempleo más altas de nuestro entorno, nuestras empresas tienen dificultades extraordinarias para cubrir necesidades de personal en todo el abanico de la cadena productiva. No hay un solo un sector de actividad que no se vea afectado por este problema”, advirtió en la clausura de la Asamblea Anual de Socios del IEF.

Unas dificultades que ya han visibilizado las empresas turísticas en el arranque de una temporada alta que se presume histórica, pero que las empresas familiares extienden tanto a empleos cualificados y no cualificados. “No se trata solo de la dificultad de encontrar ingenieros aeroespaciales. Tenemos ejemplos reales y recientes de iniciativas parar formar conductores para el transporte en Marruecos o en Polonia por la imposibilidad de cubrir esas necesidades en nuestro país”, aseguró en su intervención. Sendagorta recalcó que si a la dificultad para encontrar personal se une un índice de natalidad demoledor, “la conclusión es que este problema ha llegado para quedarse”.

No pedimos favores ni queremos privilegios. Solo pedimos que se nos escuche, que seamos tenidos en cuenta y se nos permita competir en el mundo, sin lastres ni desventajas

El presidente del IEF no esquivó tampoco el complejo escenario económico desatado tras la invasión rusa de Ucrania. “Inflación, tensiones geopolíticas, crisis en la cadena de suministros, tipos de interés al alza, son circunstancias duras con las que tendremos que convivir y que solo superaremos con el consenso y el esfuerzo de todos”, aseguró. Una llamada al consenso que parece más bien un brindis al sol en un año con tres citas electorales y en el que las críticas hacia las grandes empresas y la banca han arreciado, especialmente desde Podemos. “Vivimos días de mucho ruido de fondo, que se suma al que es habitual en períodos preelectorales. Un ruido que polariza y crea enfrentamientos estériles. Los empresarios familiares no somos el enemigo de nadie y somos muy conscientes del papel esencial que nos corresponde en nuestro modelo de sociedad”.

Y para ello Sendagorta recuperó el discurso expuesto hace justamente doce meses en la Asamblea Anual de Socios de 2022, con el fin de visibilizar que los ataques a la clase empresarial no han desaparecido en ese período y que era necesario perseverar en su defensa. “Es mi propósito defender ante todos los poderes públicos, centrales , autonómicos y locales, la importancia de preservar nuestro acervo empresarial y la importancia para España de tener empresas familiares potentes. No pedimos favores ni queremos privilegios. Solo pedimos que se nos escuche, que seamos tenidos en cuenta y se nos permita competir en el mundo, sin lastres ni desventajas”. Finalmente tendió la mano para poder reconstruir las relaciones entre empresas, sociedad y partidos políticos. “Queremos que todos cuantos forman parte de nuestros proyectos se beneficien de esa prosperidad, pero para eso debemos recuperar un clima de aventura compartida, de proyecto común. Afirmaciones recientes de algunas personas del Gobierno no van precisamente en ese sentido”, recalcó en alusión a las declaraciones de la ministra de Igualdad (Irene Montero), el ministro de Consumo (Alberto Garzón) o la ministra de Empleo (Yolanda Díaz).

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