Anne Bouverot: una experta independiente para acelerar la renovación en Cellnex

El perfil técnico de la nueva presidenta del grupo se adapta mejor a la próxima etapa de desarrollo de los negocios

José Manuel Esteban

Cellnex vive momentos convulsos en su transición hacia la nueva etapa. La compañía está pendiente de nombrar al sustituto de Tobías Martínez para el puesto de consejero delegado, en medio de una disputa en el seno del consejo de administración, que no se ha puesto de acuerdo. De momento, el consejo del gigante español de las infraestructuras de telefonía móvil sí ha podido aprobar un cambio de profundo calado. Este lunes nombró nueva presidenta a la consejera independiente, la francesa Anne Bouverot, que ha reemplazado a Bertrand Kan, fuertemente criticado por el fondo TCI, primer accionista del grupo.

La compañía entiende que el nombramiento de Bouverot se adapta mejor a la nueva etapa, iniciada a finales de 2022, centrada en el desarrollo de los negocios y el crecimiento orgánico, más allá de las multimillonarias adquisiciones realizadas en los últimos años. Mientras Kan tiene un perfil muy financiero, especialmente en las fusiones y adquisiciones, Bouverot lo tiene más profesional y sectorial, en torno a los servicios de telecomunicaciones, más adaptado al día a día del negocio y la relación con el cliente.

Bouverot, que se incorporó como independiente al consejo de Cellnex en 2018, tiene una amplia trayectoria en el sector de las telecomunicaciones. De hecho, entre 2011 y 2015 fue directora general de la GSMA, patronal de las telecos. Desde aquel puesto, fue una impulsora de distintas iniciativas en torno a los despliegues de las tecnologías móviles 3G y 4G, tecnologías de pago como el NFC, además de promover el crecimiento de los smartphones en una época en la que su uso no estaba tan extendido entre los clientes.

La ejecutiva gala comenzó su carrera como gestora de proyectos de tecnologías de la información en Telmex, en México, para incorporarse posteriormente a Orange (France Télécom), donde pasó 19 años en los que ocupó diferentes puestos. Así, trabajó en negocios como Equant, filial dedicada a los servicios de telecomunicaciones para el mundo corporativo, o Global One, compañía de servicios internacionales en la que Orange tuvo como socios a Deutsche Telekom y Sprint. Bouverot llegó a ocupar el puesto de vicepresidenta ejecutiva de servicios móviles de la operadora francesa entre 2009 y 2011. Este cargo le aportó una experiencia excepcional en un negocio que ha ido creciendo paulatinamente en todos los operadores de la Unión Europea.

Posteriormente, Bouverot ha sido consejera delegada de Morpho, proveedor de servicios de seguridad e identificación, además de integrante, hasta el año 2020, de los consejos de administración de Capgemini y Edenred. En la actualidad es también presidenta de Technicolor, uno de los principales proveedores mundiales de efectos visuales y servicios de animación para la industria mundial del entretenimiento y los medios de comunicación, y asesora sénior de la firma TowerBrook Capital Partners.

Dentro de su formación académica, Bouverot es licenciada en Matemáticas por la École Normale Supérieure de París, además de ingeniera de Telecomunicaciones y doctora en Inteligencia Artificial.

La directiva francesa también ha impulsado las iniciativas para ampliar la presencia de la mujer en las actividades vinculadas a las nuevas tecnologías y reducir esa brecha digital. De hecho, Bouverot ha llegado a defender soluciones en foros como la Asamblea General de las Naciones Unidas. Precisamente, el trabajo de Cellnex en este ámbito ha sido intenso en los últimos años. En la actualidad, la compañía tiene mayoría de mujeres en su consejo de administración, cuando en 2017 no había ninguna.

En cualquier caso, la primera gran misión de Bouverot va a ser impulsar el nombramiento del nuevo consejero delegado, al frente de un consejo con amplia mayoría de independientes, pero en el que grandes accionistas como Edizione, el holding de los Benetton, y GIC, el fondo soberano de Singapur; y externos como el fondo TCI quieren hacer valer su peso y su influencia. El reto es crucial, ya que, tanto TCI como los Benetton, principales accionistas, consideran vital acelerar la búsqueda de un nuevo CEO para poner en marcha la nueva etapa de consolidación del grupo.

Eso sí, Bouverot tiene muy presente la dimensión internacional que ha adoptado Cellnex en los últimos años. Ha invertido cerca de 40.000 millones de euros, desde su salida a Bolsa en 2015, en la compra de activos en 12 países del Viejo Continente con los que se ha convertido en el líder europeo del sector, con más de 130.000 emplazamientos, y con una cartera de contratos de 110.000 millones. Ahora, ha llegado el momento de rentabilizar esta apuesta con el desarrollo de nuevos negocios vinculados a estas infraestructuras, y aquí es donde Anne Bouverot debe hacer valer sus conocimientos.

Entre estas apuestas de Cellnex destacan los futuros despliegues de redes 5G. La compañía considera que se deberán modernizar los emplazamientos a esta nueva tecnología, ante la implantación de servicios como el vehículo conectado, la eHealth, la gestión de la energía o los servi­cios de seguridad, entre otros. Cellnex ha insistido en que será un punto de apoyo decisivo para las operadoras que emprendan este camino. De nuevo, la experiencia de Bouverot puede ser crucial para la marcha de la empresa.

Apuestas de calado

En sus presentaciones con los inversores, Cellnex ha defendido su estrategia para la implantación del modelo de augmented tower o torre aumentada, como vía para rentabilizar sus redes. Esta estrategia comprende las operaciones y mantenimiento de todas las infraestructuras y activos adyacentes a las torres, entre los que destacan equipamiento activo. El grupo se llevó su primer contrato en este ámbito con la polaca Polkomtel, pero considera que esta tendencia de las redes activas se va a extender a medio plazo a más telecos en otros mercados donde tiene presencia. Tarea en la que Bouverot tiene experiencia.

Otra de las vías de crecimiento por la que ha apostado la compañía son los servicios de telecos en el transporte (ferroviario, carreteras y autopistas). En la última junta de accionistas, Tobías Martínez destinó parte de su discurso a estas actividades de movilidad conectada. Cellnex tiene operaciones como la línea London-Brighton en Reino Unido; ProRAil en los Países Bajos; el Metro de Madrid, de la mano de su participada Metrocall, y el de Barcelona; la SGP de París, los metros de Milán, Génova y Brescia, y el corredor transfronterizo TGMed, que comunica España y Francia.


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