KPMG dio el visto bueno a las cuentas de SVB dos semanas antes de su colapso

La firma no llamó la atención en su informe de auditoría sobre la salida de depósitos

Las oficinas de Silicon Valley Bank en Santa Clara, California.David Paul Morris (Bloomberg)

El colapso del banco estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) ha hecho saltar todas las alarmas del sector financiero. La salida masiva de depósitos de los clientes en las últimas semanas ha llevado a la entidad a su hundimiento, escenificado el pasado viernes con la intervención por parte de las autoridades de California para tratar de evitar un efecto contagio. Pero se da la circunstancia de que semanas antes de la quiebra de SVB, el auditor KPMG dio el visto bueno a sus cuentas.

El informe de auditoría adjunto a las cuentas anuales consolidadas de la entidad está fechado a 24 de febrero de 2023, solo dos semanas antes del colapso. En el documento, los auditores llaman la atención sobre las pérdidas crediticias a las que se enfrentaba la entidad, pero no hizo referencia a la acelerada retirada de depósitos de los clientes. Según apunta el diario The Wall Street Journal, KPMG ha señalado en un comunicado que no es responsable de las cosas que suceden después de que se complete una auditoría.

El propio SVB declaró la semana pasada que los clientes habían aumentado considerablemente el retiro de sus depósitos a inicios de 2023 y que ese nivel se había mantenido alto en febrero. Es cierto que el informe de auditoría se refiere a las cuentas de 2022 y 2021, pero habitualmente los auditores suelen hacer referencia a hechos destacados posteriores al cierre del ejercicio.

El propio WSJ detalla que Silicon Valley Bank alcanzó su volumen más alto en depósitos en el primer trimestre de 2022. Desde entonces, comenzaron a caer durante los siguientes nueve meses hasta cerrar el año con un 13% menos, por lo que a lo largo del ejercicio la entidad ya empezó a experimentar una fuga de capitales. Normalmente, los auditores informan a los inversores sobre las cuestiones cruciales a la hora de emitir su opinión sobre los estados contables, como posibles litigios, riesgos propios del sector, de la economía en general o exposiciones que supongan un riesgo para la compañía.

La caída de SVB se desató cuando la entidad tuvo que vender a pérdida su cartera de deuda del Tesoro estadounidense a un precio inferior al que la adquirió para contar con liquidez ante la salida masiva de depósitos. Dado que no pudo atender las peticiones de los clientes, se tuvo que declarar en suspensión de pagos.


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