El recibo de la luz subió un 20% en la primera quincena de septiembre, antes del plan de choque del Gobierno
Según los cálculos del Ejecutivo, el recibo se abaratará un 22% con lo que se situará en un nivel similar al del año 2018
El recibo de la electricidad de un consumidor medio alcanzó los 52,01 euros en la primera quincena del mes de septiembre, lo que supone un incremento del 19,1% con respecto al mismo periodo del mes de agosto, cuando ascendió a 43,66 euros.
Así lo refleja el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al ser consultado sobre este periodo, en el que todavía no estaba en vigor el plan de choque aprobado esta semana por el Consejo de Ministros, recoge Servimedia.
Gracias a dicho plan, según los cálculos del Ejecutivo, el recibo se abaratará un 22% con lo que se situará en un nivel similar al del año 2018, sin tener en cuenta la inflación.
De esta manera, el recibo sigue al alza tras la subida experimentada en agosto, que fue del 8,2% con respecto a julio, mes en que el recibo bajó un 4,2% gracias a las medidas fiscales aplicadas por el Gobierno a finales de junio. En concreto, el Gobierno aprobó una rebaja del tipo del IVA aplicado a la luz, que pasó del 21 al 10%, y la suspensión del 7% del impuesto a la generación eléctrica.
Antes de dichas medidas, el recibo subió de forma muy importante desde el mes de marzo después de la tregua experimentada en febrero, cuando bajó tras el fuerte incremento provocado por la borrasca Filomena y la ola de frío en enero.
En junio entró en vigor el nuevo sistema de formación de los peajes y los costes regulados del recibo, con los tres tramos horarios de facturación. Para realizar la simulación del precio, se ha calculado con una potencia única de 4,4 kilovatios (KW) y un consumo del 37,5% en hora punta, de otro 37,5% en hora llano y del 25% restante en hora valle.
El principal motivo que explica la fuerte subida de la electricidad en los últimos meses es el alto precio del gas en los mercados internacionales, a lo que se suma que los costes de emisión de CO₂ están también en máximos y eso afecta al precio de producir la energía con los ciclos combinados de gas, que al ser los más caros acaban marcando el precio final.
Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kW y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).