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Operaciones

Macquarie, Orix y First State se disputan T- Solar, la antigua filial de Isolux

Goldman Sachs lanza la venta del activo propiedad del fondo I-Squared; la deuda de la compañía suma 1.000 millones y paga por ella un 4%

Una planta solar de T-Solar.
Una planta solar de T-Solar.

 El apetito de los fondos extranjeros por las energías renovables españolas parece no tener fin. De hecho, un vehículo australiano, otro británico y una empresa japonesa se posicionan para disputarse una de las grandes operaciones de los próximos meses. Macquarie, First State y Orix han presentado ya ofertas no vinculantes por T-Solar, el antiguo negocio de energías renovables de la malograda Isolux Corsan.

La constructora, acuciada por sus problemas financieros, puso en venta el activo en 2017. Tras una disputada puja, en la que participaron Cubico –el fondo de energía fundado por Santander– KKR o un vehículo del magnate George Soros, el fondo estadounidense I-Squared, consiguió llevarse el gato al agua al pagar 120 millones de euros por el 100% de las acciones de la compañía.

Dos años después y aprovechando el boom del sector –donde han protagonizado sonadas operaciones competidores como Renovalia, Eolia o X-Elio– el fondo ha encomendado a Goldman Sachs la búsqueda de un comprador, según publicó ElConfidencial. La valoración de la que parte la compañía supera los 1.500 millones de euros.

El quid de la cuestión es que en ese precio se computan los de 993 millones de euros de deuda que tenía registrada la empresa a cierre de 2018, según las cuentas depositadas en Insight View. La empresa dispone de varios créditos sindicados, en los que BBVA es uno de losprincipales financiadores, aunque también constan otras entidades, como Santander, Caixabank o Bankia, entre las españolas. En 2017, a través de una de sus filiales, emitió 118 millones de euros en bonos a un interés del 3,15% y con vencimiento en 2037 en una suerte de reestructuración de su pasivo. Su horizonte de vencimientos, en todo caso, está despejado. Más de 730 millones deberán amortizarse a partir de 2024.

La empresa abonó unos 40 millones de gastos financieros, según sus últimas cuentas consolidadas, de tal manera que el coste medio de su deuda se sitúa en el entorno del 4%. T-Solar, pilotada por Marta Martínez como consejera delegada, se creó en 2006 y se ha consolidado como uno de las grandes empresas dedicadas a la instalación de plantas de energía solar. Pese a que la compañía tiene restricciones vinculadas a sus créditos en la distribución de dividendos, el año pasado entregó 61,4 millones con cargo a reservas de libre disposición.

Desde T-Solar y desde los interesados han declinado hacer comentarios.

La última tasación de las acciones se hizo en junio del año pasado, cuando se emitieron títulos nuevos en una ampliación de capital que valoraba la empresa en alrededor de 222 millones de euros. I-Squared, además, realizó una denominada aportación de socios, que supone en la práctica una ampliación de capital sin emitir acciones nuevas en octubre del año pasado por 63 millones de euros para la compra de diversas plantas termosolares.

Así, la valoración de las acciones de la compañía stricto sensu (el equity) se quedará en unos 500 millones. En todo caso, esta valoración del capital supone más que duplicar la última tasación del propio propietario, I-Squared.

La compañía explica en su página web que tiene 53 plantas operativas, con 392 megavatios instalados en energía solar, la mayor parte de ellos de energía fotovoltaica. A cierre del pasado ejercicio, la compañía contaba con la mayor parte de su potencia instalada en España 266 megavatios, de los que 233 eran fotovoltaicos y el resto, termosolares. También contaba con instalaciones en Italia, India, Perú, EE UU y Japón. Aunque la planta de este último país se vendió en diciembre de 2018, lo que disparó los beneficios al anotarse un resultado de 29,4 millones y en EE UU también se firmó la venta de su único proyecto el pasado febrero por un importe de unos nueve millones de euros.

La misión de lograr 172 millones en ingresos

La plantilla de T-Solar al cierre de 2018 era de tan solo 25 personas. Pero la empresa es grande en ingresos, con una previsión de cerrar el presente ejercicio con 172 millones de facturación. El año pasado logró unas ventas de 118 millones de euros. Eso sí, en el beneficio neto de la empresa tuvo mucho que ver tanto la venta de sus intalaciones en Japón como la reversión de unas provisiones por 47,3 millones de euros de una de sus filiales. El resultado de explotación (ebit) se disparó el año pasado hasta los 95,1 millones de euros, desde los 39,1 de 2017. La inversión total de la compañía en instalaciones de energías renovables se sitúa en cerca de 2.000 millones de euros.

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