El 40% de las pymes se resigna a cobrar fuera de plazo

Cuatro de cada diez pequeñas empresas asumen que sus clienes le pagarán fuera de plazo, y sólo cinco de cada diez reclaman recargos por ello.

El 42% de las pymes españolas se resigna a que sus clientes abonen el importe del servicio o producto prestado fuera de plazo. Y solamente un 5% de este tipo de empresas aplica un recargo al aceptar esos plazos de pago más largos.

En otras palabras, se puede afirmar que cuatro de cada diez pymes permiten que sus clientes les abonen las facturas a destiempo, especialmente si se trata de multinacionales. Así lo ha señalado el último Informe Europeo de Pagos, elaborado por la empresa Intrum.

“La morosidad en las operaciones comerciales es una de las grandes lacras del tejido empresarial español”; explica la empresa en un comunicado. Esta tendencia hace que la pequeña y mediana empresa y que el colectivo de los profesionales autónomos se vea forzados en muchos casos a cesar su actividad o a cerrar sus negocios por falta de liquidez.

Cómo prevenir la morosidad

Con el objetivo de prevenir, desde Intrum se aportan cinco consejos para evitar la morosidad en la empresa.

  • Conocer el riesgo vinculado al cliente: antes de firmar un contrato con un nuevo cliente, lo mejor que se puede hacer es asegurarse de que no pertenece a ningún registro de morosos ni tiene causas pendientes con la Administración Pública.
  • Solicitar pagos por adelantado: es una solución ideal, para no incurrir en elevados costes externos antes de comenzar a trabajar con un cliente. “De este modo, no se comenzará con la producción hasta que el cliente no haya ingresado, anticipadamente, una parte de lo presupuestado”.
  • Protección: contratar a una empresa experta en gestión de cobros y prevención de impagos es una opción a tener en cuenta para protegerse de las deudas.
  • La rapidez: lo más conveniente es emitir la factura lo antes posible, así como controlar los vencimientos, anticipándose a estos.
  • Apostar por carácter negociador: una de las mejores armas para evitar que las deudas se extiendan en el tiempo es la proactividad. Debe ser el empresario el que tenga la iniciativa a la hora de proponer formas de pago y ser constante a la hora de reclamar facturas impagadas.

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