Duro Felguera prevé celebrar consejo extraordinario el martes

El objetivo es presentar las cuentas de 2017 tras el requerimiento de la CNMV Espera anunciar una operación acordeón tras la búsqueda de inversores

Sede de Duro Felguera en Gijón

La presión para que Duro Felguera presente concurso de acreedores sube. Tras la denuncia presentada en febrero en el juzgado mercantil de Gijón por la empresa asturiana ITK Ingeniería para que el juez que declare a Duro Felguera en concurso necesario de acreedores el jueves se sumó una segunda demanda interpuesta por una agricultora asturiana.

Esta segunda demanda, por una presunta deuda impagada de 321.570 euros, fue presentada en el juzgado mercantil de Gijón por una agricultora asturiana.

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La denuncia se remonta a mayo del 2014, cuando la Junta Arbitral de Arrendamientos Rústicos del Principado de Asturias falló a favor de esta agricultora en un contencioso con Duro Felguera y fijó que tenía derecho a una indemnización de más de 248.000 euros.

A esta presión se le suma la de la CNMV, además de la de la propia banca acreedora. El viernes cumplió el plazo dado por el organismo que preside Sebastián Albella para que entregara las cuentas de 2017, si no quería ser penalizada, ya que el plazo legal finalizó el 28 de febrero. La ingeniería, sin embargo, ha decidido retrasar dos días más la comunicación de sus resultados en los que presentará unas fuertes pérdidas que darán lugar a una operación acordeón para sanear su balance y realizar a su vez una ampliación de capital por unos 125 millones de euros. Esta operación vendrá acompañada, previsiblemente de la entrada de inversores. Fuentes financieras reconocen que están buscando inversores "desesperadamente" para evitar el concurso de acreedores.

Duro Felguera espera presentar sus cuentas el próximo martes para lo que tiene previsto convocar consejo extraordinario para ese día, aunque se podría retrasar para el miércoles. Lo que no es tan seguro que se pueda estudiar en ese consejo es la reducción y posterior ampliación de capital de la firma asturiana, y que daría como resultado que la banca acreedora transformase su deuda en capital con una quita superior al 70%, para quedarse con alrededor de un 5% de su capital, los nuevos inversores sumarían el 90% y el actual consejo menos del 5%.

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