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Inyecciones de capital o líneas de crédito

La UE busca una salida rápida y a medida para el problema bancario español

La presión para buscar una solución europea al problema del sector bancario español, y en particular de Bankia, arreció ayer en las principales capitales comunitarias. La inyección de capital internacional parece cada vez más inevitable, aunque se busca una fórmula ad hoc, como pide el Gobierno de Rajoy, para no estigmatizar a toda la economía española.

La UE busca una salida rápida y a medida para el problema bancario español
La UE busca una salida rápida y a medida para el problema bancario españolREUTERS

La cuenta atrás hacia una solución internacional de los problemas de parte del sector bancario español se aceleró ayer, con peticiones desde Bruselas a Fráncfort o Roma a favor de frenar de una vez el riesgo de contagio a toda la zona euro.

La señal de alerta más clara la lanzó el presidente del BCE, Mario Draghi, en su calidad de máximo responsable del Comité Europeo de Riesgos Sistémicos. Durante una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Draghi señaló que el caso de Bankia demuestra que las dificultades de una entidad pueden afectar a toda la Unión Monetaria aunque su ámbito comercial sea eminentemente nacional. Y defendió la necesidad de contar a nivel europeo con "mecanismos creíbles" para la recapitalización o reestructuración de las entidades que lo necesiten.

El italiano reconoció ayer en Bruselas que esa opción se está estudiando desde hace meses. Y aunque las normas actuales de los fondos de rescate no contemplan la inyección de capital directamente, tampoco se descarta una reforma urgente para permitirlo. El propio Draghi consideró absurdo disponer de unos fondos "con mucho dinero, pero sin que nadie pueda tocarlo".

La otra vía podrían ser inyecciones de liquidez desde el propio fondo de rescate o a través del FMI. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se reunía ayer precisamente en Washington con la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde. Y al hilo de la reunión, fuentes de la institución citadas por The Wall Street Journal aseguraban en Londres que se han iniciado los preparativos para conceder un préstamo de urgencia por si España no pudiera captar en el mercado los 19.000 millones necesarios para la nacionalización de Bankia. Un portavoz oficial del FMI señaló que "España no ha pedido asistencia financiera" y poco después, el ministro de Economía, Luis de Guindos, señalaba que tal información es un "sinsentido que no merece la pena desmentir". Sobre las últimas turbulencias, afirmó que "el futuro del proyecto del euro se juega en las próximas semanas en España y en Italia".

Fuentes del Ministerio de Economía insisten en defender la viabilidad de su plan de ayudas para Bankia y subrayaron que no se pretende desembolsar de un golpe ni de manera inminente los 19.000 millones. Las mismas fuentes recordaron que la liquidez del FROB asciende todavía a 5.300 millones, lo que bastaría para cubrir una primera fase de recapitalización.

La siguiente fase, de 12.000 millones de euros, podría realizarse en octubre, con una ampliación de capital de Bankia que sería suscrita mayoritariamente por el Estado. El calendario permite ganar tiempo con la esperanza de que el mercado dé una tregua y se abaraten los costes de financiación para España. Sin embargo, el Gobierno tiene un segundo desafío a la vista con las auditorías al sector financiero que dos firmas independientes realizarán durante el mes de junio. Se prevé que ese ejercicio revele nuevas necesidades de capital, cifradas ayer por Morgan Stanley en 45.000 millones.

La factura definitiva se conocerá en poco menos de un mes y es otro elemento que obliga a buscar una fórmula efectiva para apuntalar la solvencia de las entidades más débiles. El Gobierno de Rajoy reclama desde hace semanas un ejercicio de solidaridad comunitaria que permita a España completar ese proceso sin la agobiante presión de los mercados financieros.

Las palabras de Draghi parecen apuntar en esa dirección, aunque el BCE sigue sin contemplar una compra de deuda para relajar la prima de riesgo española. El fondo de rescate sí que podría hacerlo, pero obligaría al país a someterse a un programa de intervención demasiado similar al de Irlanda o Portugal. De modo que parece inevitable buscar una solución diseñada especialmente para España.

Bankia: "De la peor manera posible"

Mario Draghi abandonó ayer por un momento el críptico lenguaje que suele caracterizar a los banqueros centrales y se empleó con especial franqueza en criticar la gestión de la crisis de Bankia. Según el presidente del BCE, la nacionalización de Bankia se ha hecho "de la peor manera posible". Draghi lo comparó con la crisis de Dexia, que lleva casi cuatro años dando problemas y necesitando fondos públicos. "Lo que muestran los casos de Dexia y Bankia", señaló Draghi ante el Parlamento Europeo, "es que, cuando nos enfrentamos a necesidades dramáticas de recapitalización, la reacción de los Gobiernos o de los supervisores nacionales es subestimar la importancia del problema".La crítica parece dirigida tanto al Ministerio de Economía como al Banco de España, después de que las autoridades españolas, según Draghi, presentarán "una primera evaluación de necesidades de capital, después una segunda, una tercera, una cuarta".En Bankia, el capital necesario pasó desde unos 4.000 millones iniciales hasta los 23.000 millones actuales. El presidente del BCE pidió a todos los Gobiernos de la UE "que tengan esto en mente. Es mejor equivocarse, poner una cifra demasiado alta al principio que quedarse por abajo. Mejor equivocarse por arriba y extremar la transparencia que descubrirlo luego dolorosamente".Guindos se defendió asegurando que el Gobierno no ha tenido nada que ver en la nacionalización, sino que la medida la tomó el Banco de España.

El diagnóstico

IIF. El Instituto Internacional de Finanzas, el lobby bancario que negoció la reestructuración de la deuda griega enmanos de las entidades financieras, apunta la posibilidad de que, ante las dificultades del sector español, el fondo de rescate europeo pueda inyectar capital directamente. Su presidente, Charles Dallara, afirmó ayer además que unareestructuración de la deuda española "no es deseable, factible ni necesaria".BANCO DE ITALIA. El gobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, también se sumó ayer a quienes piden un uso del fondo de rescate europeo a favor de los bancos en dificultades, en alusión directa a la banca española. Reclamó un uso más "eficaz" y "flexible" de ese mecanismo comunitario y señaló que el empleo del fondo de rescate europeo de "manera incisiva" en momentos de dificultad "es en beneficio de todos".ANGELA MERKEL. La canciller alemana, figura clave por la que pasan todas las decisiones determinantes de la zona euro, pidió ayer abordar la actual crisis sin tabúes y seguir dando pasos en el proyecto de construcción europea. "Hay pasos hacia la integración que exigirán cambios en los tratados. No hemos llegado aún a esa fase, pero no hay tabúes", afirmó, con lo que mostraría su disposición a abordar el debate más urgente sobre la mesa, el del uso del fondo de rescate para inyectar capital directamente a los bancos.FRANCISCO GONZÁLEZ. El presidente de BBVA, Francisco González, se pronunció desde México a favor de un mayor impulso político en la zona euro y atribuyó gran parte de los problemas de la actual crisis a la falta de liderazgo.

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