Mil nombres de aseguradora

Crear una marca es un proceso lento. Se forja en el trabajo del día a día. Se refuerza con anuncios, actos, patrocinios... Todo para crear una lluvia fina. Todo para lograr que el nombre cale entre el gran público. Para que una enseña sea reconocida. ¡Aún más! Mencionada de forma espontánea. La estabilidad es crucial. Pero La Caixa se ha saltado esta norma con su filial aseguradora. Caifor perdió su última sílaba en 2009 al salir Fortis de su accionariado. La subsidiaria pasó a llamarse Segurcaixa Holding. Una denominación recién abandonada por la de Vidacaixa Grupo. ¿La razón? La absorción de Adeslas. Pero queda otro cambio más por delante. La pata del negocio de daños, de la que Mutua Madrileña acaba de hacerse con un 50%, cambiará en breve de nombre. Adiós a Vidacaixa Adeslas.