La Eurocámara excluye numerosos servicios de la directiva de liberalización
Un ramo de flores, entregado por el líder de su grupo socialista, premió ayer la labor de Evelyne Gerhard, la ponente parlamentaria de la directiva europea para la liberalización del sector servicios. 'Hemos dado la vuelta al texto', cantó victoria la socialista alemana después de que su informe fuera aprobado por 391 votos a favor, 215 y 33 abstenciones.
La ponente ha tejido un acuerdo que suprime las propuestas más ambiciosas de la directiva original, elaborada en 2004 por el entonces comisario europeo de Mercado Interior, Frits Bolkestein.
Con el apoyo mayoritario de populares, socialistas y liberales, el Parlamento ha suprimido, en concreto, el artículo que permitía a una empresa ofrecer sus servicios en todo el territorio comunitario con arreglo a las normas de su país de origen.
El acuerdo, que ahora debe ser revisado por la Comisión Europea y por los 25 países de la UE, excluye también numerosas actividades de la aplicación de la directiva, como salud, educación, transporte, seguridad o agencias de trabajo temporal. El texto original ya excluía, además, servicios públicos como el correo o el suministro de gas y electricidad.
Los expertos creen que esta versión de la directiva sólo tendrá un impacto significativo en el área de comercio, que supone un 20% del sector servicios.
'Es una victoria de los trabajadores europeos', celebró la votación la Confederación europea de sindicatos. En la trinchera de la gran patronal, la valoración opuesta. 'No es la directiva de servicios que necesita Europa', lamentó Unice, la confederación de patronales europeas en la que está integrada la CEOE.
Las pequeñas y medianas empresas, en cambio, mostraron alivio ante los cambios introducidos porque, según su patronal, 'temían que las grandes empresas e, incluso, oportunistas, aprovechara la ley para rebajar la calidad en la provisión de servicios'.