Regresa a Madrid 'Tres sombreros de copa', de Mihura
Tres sombreros de copa, una de las comedias más populares de Miguel Mihura, que se estrenó por primera vez hace más de medio siglo, vuelve a los escenarios madrileños. Dirigida por Gustavo Pérez Puig y protagonizada por Ángeles Martín y Cipriano Lodosa, se podrá ver desde este jueves en el Teatro Príncipe.
'Es una obra disparatada, llena de lógica y que no ha envejecido desde que se escribió en 1932', según el director teatral. Pérez Puig explicó así por qué eligió Tres sombreros de copa para homenajear al dramaturgo madrileño durante la presentación ayer de este espectáculo para el que ha contado con la escenografía de Gil Parrondo.
En la presentación estuvo presente, junto a Gil Parrondo y los actores Ángeles Martín, Cipriano Lodosa, José Luis Coll y Miguel Grandy, Mariló Mihura, sobrina del escritor que definió a su tío como un 'maniático, insociable, hipocondriaco, pero que sabía hacer reír porque hablaba igual que escribía'.
Pérez Puig, quién aseguró que ha hecho un montaje idéntico al realizado en 1952, mostró su descontento por 'lo poco que se ha celebrado' el centenario del dramaturgo, y habló de la negativa del Ayuntamiento para ofrecer financiación económica a la obra. 'Los políticos siempre buscan excusas para no homenajear a la gente con talento, prefieren hacerlo con los mediocres', añadió.
El director teatral, que conoció personalmente a Miguel Mihura, afirmó que 'no era un hombre ni de izquierdas, ni de derechas, sino todo lo contrario' y destacó el carácter intemporal de Tres sombreros de copa, una obra que aseguró saberse de memoria.
'Cuando se escribió no se pudo estrenar porque el público no estaba preparado, ya que estaban acostumbrados al humor de autores del momento como los hermanos Quintero o Arniches', declaró Pérez Puig que cuando tenía 21 años logró convencer a Mihura para que estrenara por primera vez su obra más conocida.
Ángeles Martín se mostró encantada con su papel. 'Paula representa la alegría, la fantasía y, sobre todo, la libertad, pero en el mundo en el que vive hay una parte de falsedad que ella rechaza'.