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Rafael Galdón

'La rotación laboral es muy sana'

Está a gusto en su puesto y se le nota. Rafael Galdón, al frente de Skandia en España, está convencido de trabajar en una de las mejores compañías (así lo corroboran las encuestas), que le exige resultados pero no le da problemas

Dirige una de las 10 mejores compañías, según la revista estadounidense Fortune, para trabajar en Europa. Entre las habilidades que enumera la publicación destaca la capacidad de crear una cultura corporativa que anima a los empleados a innovar y adquirir responsabilidades individuales, y por su estrategia para el desarrollo profesional de sus empleados. Rafael Galdón, nacido en Cartagena (Murcia) hace 50 años, licenciado en Ciencias Físicas y en Ingeniería Eléctrica, dirige desde hace cinco años la filial española de este grupo de seguros y servicios financieros, cuyo volumen de negocio alcanzó en 2000 los 578,81 millones de euros.

Pregunta. ¿Qué tiene esta compañía que no tengan otras para que los profesionales quieran trabajar en ella?

Respuesta. En primer lugar, se trata de una compañía que cree en el tema de la cultura de alta confianza. Transmite unos valores fundamentales y sobre todo deja a la gente hacer. Todo esto forma parte de un sistema de gestión de la compañía. Otro tema que resulta atractivo es la manera que tenemos de medirnos y de planificarnos. Skandia fue la introductora del capital intelectual dentro de las compañías. Las escuelas de negocios hablan mucho de las ideas de gestión, pero en Skandia creemos en ello y lo aplicamos.

P. ¿Cómo lo aplican?

R. Yo no presento a mi casa matriz un presupuesto, sino el navegador de Skandia, que tiene varias áreas puestas como una casa. El tejado significa el pasado y ahí se recoge toda la información financiera de la compañía. Eso es lo que nos dice lo que hemos hecho bien o mal, pero ya es tarde para rectificar o lamentarse. Los hechos son los hechos. Luego tenemos varios focos, el presente que significa la forma de actuar para intentar corregir lo que se ha hecho mal, el foco, los procesos y en el centro, los recursos humanos.

Alrededor de las personas gira el resto. Y todo eso se apoya en un pilar que es el futuro, el foco de renovación y desarrollo. Skandia tiene un modelo que llamamos la federación.

P. ¿En qué consiste?

R. Cada país es independiente del resto en cuanto a la aplicación de esa gestión y estrategia. Manejamos un concepto que se denomina especialista en cooperación, que consiste en coger unos activos y gestionarlos. Igual gestionamos nuestros activos que gestionamos otros externos. La cooperación es algo interno, pero también forma parte de nuestro negocio.

P. ¿Qué índice de rotación tiene la compañía?

R. En estos momentos tenemos una plantilla de 110 profesionales y tenemos un índice de rotación bastante elevado, de un 10%. Es una cantidad que nos parece bien.

P. ¿Se contradice con lo de ser una de las mejores empresas para trabajar?

R. Se trata de una plantilla joven. Tenemos un buen nombre en el mercado y a la gente nos la quitan. Y nosotros entendemos que los profesionales quieran hacer, por ejemplo, carrera internacional, y se vayan a otras empresas. No todos aceptan envejecer en sus puestos.

P. Las empresas intentan retener el talento y ofrecer a los más valiosos la posibilidad de desarrollar carrera dentro de la organización.

R. Pero no es malo tener rotación; si no, no tendrías a los mejores. En una compañía donde no tienes a mucha gente pero la gente es muy buena y tienen aspiraciones es lógico que busquen su futuro profesional fuera. Algunos sí tienen cabida para seguir haciendo carrera aquí, otros fuera. Eso es sano. Si no fuera así, la plantilla se ahogaría. La rotación laboral es muy sana.

P. ¿Qué es lo que mueve a los profesionales a cambiar de empresa?

R. Hay hechos positivos y negativos que rodean a todo cambio de empresa. La mayoría de los profesionales suele irse cuando no está a gusto dentro de la compañía para la que trabajan o cuando ven que no se están formando o ven que no tienen posibilidades de desarrollar carrera profesional. Puede ocurrir que para acceder a los puestos del primer nivel haya que abandonar la compañía. Esto no es malo, sino todo lo contrario. La gente debe moverse, que esté en el mercado, que tenga ofertas y los que se quieran quedar que se queden.

P. ¿Es difícil dirigir una compañía?

R. Creo que no es difícil dirigir una compañía. Yo tengo la suerte de tener un jefe excepcional [se refiere al presidente de la matriz sueca Lars-Eric Petersson], que según las encuestas se encuentra entre los mejores gestores del mundo y me sirve de modelo de lo que debe ser un buen directivo. Tiene una visión de la estrategia de negocio a un nivel muy alto, sabe delegar y confiar y apoyar al equipo cuando es necesario. æpermil;l siempre me dice 'considérame parte de tu solución, no de tu problema'.

P. ¿Es muy exigente con sus colaboradores?

R. Antes las compañías contrataban a sus profesionales conforme a sus aptitudes y habilidades y se le formaba para tener actitudes. Nosotros contratamos a gente con actitud, colaboradora, honesta, comprometida, dispuesta a cooperar y sobre todo que se divierta trabajando.

P. ¿Está convencido de trabajar en la mejor empresa?

R. No tengo la menor duda, Skandia es el mejor sitio para trabajar. Se trata de una organización razonablemente grande, los problemas con los que uno se encuentra son reales. Trabajamos en un entorno y en unas condiciones en cuanto a medios muy agradables y los suecos [se refiere a la central] exigen resultados, pero no agobian ni añaden dificultades o complejidad al trabajo.

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