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La Rioja

Paternina rentabiliza sus reservas

La bodega ha hecho frente al fuerte endeudamiento con un cambio drástico de su estructura financiera. Ahora quiere sacar partido a las importantes inversiones realizadas los últimos años

Paternina, una de las bodegas más emblemáticas de la denominación Rioja, actualmente también con presencia en las de Jerez y Duero, dejará de sufrir este año la losa de cargas financieras, que llegó a superar los 15,5 millones en deudas con empresas del grupo Marcos Equizábal, actual propie-tario de la compañía.

Según comunicó el pasado 29 de enero a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la empresa ha ¢cambiado drásticamente¢ su estructura financiera, que incluye la amortización de la deuda existente (25,8 millones) y deja como único crédito el sindicado firmado el pasado 29 de enero con 10 entidades bancarias por importe de 36 millones de euros, junto a una deuda subordinada con el accionista mayoritario por otros 12 millones de euros.

Rogelio Jiménez, portavoz de la empresa, subraya que esta operación cambia sustancialmente la estructura del balance. ¢La posición es ahora mucho más sólida desde el punto de vista financiero, con unos recursos permanentes que se sitúan por encima de 95 millones de euros¢.

Pero este cambio tiene también otras lecturas. Solventado el agobio del problema financiero, Paternina dispone de margen para sacar partido a una activa política de inversiones orientada hacia los vinos de gama alta.

En el espacio de tres años y con el horizonte de 2003, la empresa habrá efectuado un desembolso superior a 18 millones para apuntalar su presencia en la denominación Ribera de Duero, con una nueva bodega en Burgos, y, sobre todo, a la ampliación del parque de barricas en el centro de Haro (Logroño), que, con una dotación superior a 52.000 unidades, será uno de los mayores de Europa.

Esta potenciación de los vinos de gama alta está implicando el progresivo abandono de la elaboración de graneles en La Rioja, que se han visto reducidos prácticamente a la mitad: de 6,9 millones de litros en 2001 a los tan sólo 3,2 millones del último año.

Una ruta diametralmente opuesta ha seguido la producción de embotellados, que pasó en 2001 a 6,7 millones de litros frente a los 4,7 millones de 2000. Sin embargo, el incremento del 9,3 % en las ventas de embotellado no ha podido evitar el descenso en la facturación provocado por la caída del granel.

Paternina admite, en un comunicado remitido a la CNMV el pasado viernes, que ¢la evolución de los resultados contables del último ejercicio ha sido muy negativa y la empresa ha entrado en pérdidas¢. Sin embargo, matiza que ¢la causa no es tanto el descenso de la cifra de ventas como que el grueso de la comercialización del ejercicio es de caldos de 1998 (crianza) y 1999 (jóvenes), cuyo coste contable es el histórico, no aplicándose costes medios¢. Las dos añadas referidas fueron las más caras en la historia del vino de Rioja y actualmente se comercializan a precios de venta que han descendido espectacularmente durante los dos últimos años.

La persistencia de este sistema contable ­frente a los que contemplan los costes medios en varias añadas­ augura la prolongación de las pérdidas en 2003, para regresar a los previsibles beneficios en 2004, según Paternina.

La mejora de las cifras estará acompañada, según la empresa, por un control de los gastos externos y de explotación, calificado por la propia compañía de ¢excelente¢. En el último ejercicio, el desembolso por este concepto fue de cuatro millones de euros, frente a los prácticamente 4,3 millones de 2000.

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