SpaceX lanza con éxito la undécima prueba de Starship y prepara una versión más avanzada
La compañía liderada por Elon Musk ha completado todos sus objetivos de prueba sin excesivos problemas y todo ha salido tal y como estaba programado. El lanzamiento ha dejado imágenes espectaculares.
SpaceX ha cerrado con éxito un capítulo crucial en el desarrollo de su sistema de lanzamiento Starship con el undécimo vuelo de prueba, una misión que ha cumplido todos sus objetivos y que, además, marca el final de la actual versión del cohete más potente jamás construido.
El despegue tuvo lugar el 13 de octubre a las 18:23 hora local (01:23 del 14 de octubre en España) desde la plataforma Starbase, situada en el sur de Texas. Esta ha sido la última vez que se utiliza esa plataforma, ya que SpaceX está acondicionando una nueva -denominada Pad 2- para recibir la futura Starship V3, una versión más potente que se espera que haga su debut en 2026.
Detalles del vuelo de prueba número 11
La misión se diseñó para validar maniobras críticas que serán fundamentales en la versión V3. El propulsor Super Heavy, que ya había volado en la octava prueba, volvió a ser utilizado. Los 33 motores Raptor se encendieron correctamente durante el ascenso, y tras la separación de etapas, el propulsor realizó una maniobra de descenso controlado hasta amerizar en el Golfo de México.
Durante esta fase, SpaceX probó una nueva secuencia de encendido para el aterrizaje. Es la siguiente: encendido inicial de 13 motores, reducción a cinco motores durante la fase de desvío y finalización con tres motores centrales para el amerizaje. Es cierto que uno de los motores no se encendió, pero el sistema compensó automáticamente y logró un descenso estable. El propulsor incluso se mantuvo suspendido sobre el agua durante unos segundos antes de caer. “Ha sido absolutamente espectacular”, comentó Jake Berkowitz, ingeniero de propulsión de SpaceX.
La nave Ship: pruebas en el espacio y reentrada atmosférica
La segunda etapa, conocida como Ship, replicó parte de las pruebas realizadas en el vuelo anterior. Durante su trayectoria suborbital, desplegó ocho satélites simulados que imitan el tamaño y forma de los futuros Starlink de nueva generación. También se realizó el reencendido de uno de sus seis motores Raptor en pleno vuelo.
En esta ocasión, SpaceX retiró deliberadamente algunas baldosas del escudo térmico para evaluar la resistencia de la estructura y los alerones durante la reentrada. Las cámaras captaron el resplandor anaranjado del plasma envolviendo la nave mientras atravesaba la atmósfera. A pesar del intenso calor, Ship completó con éxito una maniobra de giro dinámico, una caída controlada en posición horizontal y un encendido final con tres motores para simular un aterrizaje.
Finalmente, la nave impactó en el océano Índico y se desintegró, tal como estaba previsto. El amerizaje se produjo 66 minutos después del lanzamiento. SpaceX confirmó que todos los objetivos del vuelo fueron alcanzados.
Starship V3: el salto hacia la Luna y Marte
La próxima generación del sistema Starship incorporará mejoras clave para seguir avanzando en los objetivos que se tienen en la exploración espacial, como por ejemplo la misión Artemis de la NASA:
- Nuevos motores Raptor alimentados por metano, más eficientes y potentes.
- Tanques de combustible ampliados, diseñados para permitir el repostaje en órbita.
- Adaptadores de acoplamiento para transferencias de propelente entre vehículos.
Estas características son esenciales para cumplir con los requisitos de la NASA, que ha confiado en SpaceX para desarrollar una versión modificada de Starship como módulo de aterrizaje lunar. El objetivo es llevar astronautas al polo sur de la Luna en 2027 (aunque son bastantes los expertos que advierten que el calendario podría retrasarse).
Próximos pasos: reutilización total y repostaje en órbita
Con este éxito, SpaceX se prepara para la siguiente fase del programa de pruebas, centrada en dos aspectos clave, la reutilización rápida y completa de ambas etapas -con retorno independiente a la base de lanzamiento-; y, adicionalmente, el repostaje en órbita, una maniobra esencial para misiones lunares y marcianas, que implica la transferencia de cientos de toneladas de propelente entre dos Starship acopladas en el espacio.
Lo cierto es que este último proceso aún no ha sido ni probado ni demostrado, pero es vital para que Starship pueda realizar misiones de larga duración más allá de la órbita terrestre.