Este vídeo muestra algo espectacular: cómo es el regreso de un Falcon 9 de SpaceX
Se aprecia claramente lo complejo que es todo el proceso, a la vez que peligroso. Todo un reconocimiento visual al trabajo de la compañía de Elon Musk.
La madrugada del jueves, SpaceX volvió a demostrar sus importantes avances lanzando de nuevo su cohete Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. La misión USSF-36, encargada de poner en órbita un avión espacial no tripulado para la Fuerza Espacial de Estados Unidos, cumplió su objetivo técnico y, además, regaló a los aficionados a la exploración espacial un momento visualmente inolvidable.
Poco antes de la medianoche, el Falcon 9 despegó y segundos después de la separación de etapas, se transformó en un auténtico espectáculo de luces. La escena fue capturada por NASASpaceflight y compartida en redes sociales, donde el vídeo se viralizó rápidamente. A partir del segundo 20, el metraje muestra con claridad el encendido de los motores del propulsor en su maniobra de regreso, un momento que muchos han bautizado como la “nebulosa Falcon 9” por su parecido con las nubes de gas interestelar.
La maniobra clave: el boost-back burn
Lo que el vídeo documenta con precisión es el llamado boost-back burn, una maniobra crítica que permite al propulsor de la primera etapa del Falcon 9 regresar a la Tierra. En esta fase, tres de los nueve motores Merlin se reactivan brevemente en la atmósfera terrestre, generando una estela brillante que se extiende como una nube luminosa en el cielo nocturno. Este encendido se produce justo después de que el propulsor se separe de la segunda etapa, que continúa su camino con la carga útil: en este caso, el avión espacial X-37B.
Cinco minutos más tarde, el propulsor aterrizaba de forma controlada en Cabo Cañaveral, completando así su sexta misión. Este mismo cohete ya había participado en lanzamientos anteriores como NROL-69, CRS-32, GPS III-7 y dos misiones de Starlink.
El protagonista oculto: el avión espacial X-37B
Aunque el foco mediático suele centrarse en el cohete, la carga útil de esta misión también merece atención. El X-37B, desarrollado por Boeing y operado por la Fuerza Espacial de EE.UU., es un vehículo orbital no tripulado diseñado para realizar experimentos en órbita y probar nuevas tecnologías. La misión USSF-36 marca su octavo lanzamiento y el tercero a bordo de un Falcon 9, tras las misiones OTV-5 y OTV-7.
Esta aeronave, que puede permanecer en órbita durante meses, es parte de un programa que combina investigación científica con objetivos estratégicos. Aunque muchos de sus detalles permanecen clasificados, se sabe que ha sido utilizado para probar sistemas de propulsión, materiales resistentes al calor y tecnologías de navegación autónoma.
Reutilización: el sello de SpaceX
Una de las claves del éxito de SpaceX es su apuesta por la reutilización. Recuperar el propulsor de la primera etapa, ya sea en tierra firme o sobre una plataforma flotante en el océano, permite reducir costes de forma significativa y aumentar la frecuencia de lanzamientos. Esta filosofía ha convertido a SpaceX en la empresa privada con mayor número de misiones exitosas y ha sentado las bases para una nueva era en la exploración espacial.
De hecho, según datos recientes, la compañía ha logrado aterrizar con éxito más de 300 propulsores Falcon 9 desde que comenzó a implementar esta técnica. En algunos casos, un mismo cohete ha sido reutilizado hasta en 22 ocasiones, lo que demuestra la fiabilidad del sistema y su potencial para futuras misiones.
Más allá de los datos técnicos, lo que ha captado la atención de este lanzamiento es el vídeo del regreso del Falcon 9. En él se aprecia no solo la precisión de la maniobra, sino también la belleza del proceso. El encendido de los motores, la estela luminosa en la atmósfera y el aterrizaje controlado forman una secuencia que parece sacada de una película de ciencia ficción.