Ir al contenido

Linux Mint: la mejor puerta de entrada a Linux si llegas desde Windows

Hablamos de Mint, un desarrollo que tiene grandes virtudes para los que no tienen muchos conocimientos sobre este sistema operativo, especialmente si se llega desde Windows.

Cambiar de Windows a Linux puede parecer abrumador, pero todo resulta mucho más sencillo si se elige la distribución adecuada. Entre las numerosas opciones disponibles, Mint se posiciona como la alternativa más recomendable para quienes desean dar sus primeros pasos en este sistema operativo. Te contamos los motivos que existen para ello.

Una interfaz que, sin duda, es reconocible

Uno de los principales obstáculos para quienes migran desde Windows es la interfaz. Mint elimina este problema presentando un escritorio muy parecido al de Windows: barra de tareas inferior, menú de inicio, bandeja de sistema y accesos directos de fácil acceso. Todo está dispuesto en lugares familiares para que el usuario realice operaciones cotidianas como copiar, pegar, hacer capturas de pantalla o gestionar archivos sin apenas necesidad de adaptación.

Esto, sumado a la limpieza y modernidad del entorno y las enormes posibilidades de personalización, logra que la transición sea rápida y natural.

Mejora de rendimiento incontestable

Una de las ventajas más evidentes de Linux Mint respecto a Windows es el notable incremento en rendimiento, especialmente al navegar por el sistema. Al consumir muchos menos recursos, el software libre del que hablamos permite que el hardware funcione de manera más eficiente; esto se traduce en una mayor capacidad para ejecutar programas exigentes y en una experiencia más ágil en general.

Quienes utilizan portátiles también suelen notar una mejora en la autonomía de la batería, ya que el consumo en segundo plano es mucho menor si se compara con Windows. Aunque la diferencia de duración depende del estado y capacidad del componente, Mint gestiona el equilibrio entre rendimiento y consumo energético de forma más eficiente, evitando ralentizaciones drásticas como las que pueden ocurrir en Windows cuando entra en modo ahorro de energía.

Requisitos que son bastante modestos

Linux Mint es famoso por revitalizar equipos antiguos. Sus requisitos mínimos -2 GB de RAM, 20 de almacenamiento y procesador de 1 GHz- hacen que pueda instalarse en prácticamente cualquier ordenador actual, incluso en aquellas donde Windows 10 u 11 simplemente no funcionan bien.

Importante: ediciones como MATE y Xfce, aún más ligeras, optimizan el uso de recursos y multiplican la vida útil del hardware.

Sistema limpio, toda una ventaja

Muchas de las quejas relacionadas con Windows giran en torno al exceso de programas preinstalados e innecesarios (bloatware). En Linux Mint, el usuario obtiene una selección óptima de herramientas útiles desde el minuto uno, sin elementos superfluos que entorpezcan el funcionamiento o requieran desinstalarse tras la instalación inicial.

Además, los gestores de software y actualizaciones de este desarrollo facilitan la instalación, actualización y eliminación de programas desde una única ventana, con listados organizados y reseñas de usuarios. Incluso la gestión de drivers se vuelve sencilla gracias a su Driver Manager, mucho más intuitivo que las alternativas de Windows.

Excelente acceso a software y juegos

Uno de los grandes mitos sobre Linux es la falta de aplicaciones. Actualmente, Linux Mint permite instalar desde herramientas profesionales hasta videojuegos. La existencia de Proton, una capa de compatibilidad integrada en Steam, abre la puerta a ejecutar juegos de Windows en Linux, y la mayoría de las aplicaciones más populares tienen versiones nativas o alternativas de calidad. Si eso no basta, existen soluciones como Wine para ejecutar software hecho para Windows.

Actualizaciones sin sorpresas y gran estabilidad

A menudo, los usuarios de Windows sufren por actualizaciones automáticas que interrumpen el trabajo o, peor aún, provocan errores y dejan el equipo inutilizable. Mint apuesta por la fiabilidad, permitiendo configurar las actualizaciones para que nunca molesten ni pongan en riesgo la estabilidad del sistema.

Gracias a estar basada en versiones de soporte extendido, recibe parches de seguridad y mejoras sin sobresaltos técnicos. El sistema se refuerza con herramientas como Timeshift, que realiza copias de seguridad automáticas para poder restaurar el sistema fácilmente si ocurre algún contratiempo tras una actualización.

Privacidad y seguridad de verdad

Frente a la realidad de la telemetría agresiva y la recopilación de datos en Windows, Linux Mint ofrece una experiencia libre de espionaje y rastreo. Es vital saber que no se recoge información personal ni se conecta por defecto a servidores para enviar estadísticas, lo que proporciona tranquilidad y verdadero control sobre los datos privados.

Mint, como toda distribución de Linux, es software libre y su código puede ser analizado por terceros para detectar vulnerabilidades. Suma además herramientas como cortafuegos, antivirus de código abierto y políticas restrictivas para que solo se instalen aplicaciones desde repositorios oficiales, disminuyendo drásticamente el riesgo de programas maliciosos.

Gratis y siempre bajo control del usuario

Linux Mint, que se puede descargar en este enlace, no solo es completamente gratuito, sino que también da plena autonomía al usuario: el equipo es realmente suyo, sin licencias restrictivas ni obligaciones de registro. Además, la comunidad y la documentación disponibles hacen que cualquier consulta o problema desaparezca fácilmente con una simple búsqueda online.

Más información

Archivado En