Así de espectacular se ve la quinta prueba del Starship de SpaceX en el Océano Índico
Un vídeo permite disfrutar de unas imágenes que son muy llamativas
La semana pasada, el cohete Super Heavy de SpaceX fue el protagonista indiscutible debido a su vuelo de prueba, donde fue exitosamente capturado por los gigantescos brazos mecánicos de la torre de lanzamiento -y, además, en su primer intento-. Este logro marca un hito en la historia de la compañía de Elon Musk, mostrando el avance tecnológico y la precisión en los procesos de recuperación de cohetes reutilizables, que es casi increíble.
Poco antes de este espectacular aterrizaje asistido, el propulsor Super Heavy había lanzado a la nave espacial Starship a la órbita, como parte de la quinta prueba del cohete más potente del mundo. Este tipo de misiones son cruciales para SpaceX, ya que ponen a prueba las capacidades de ambas partes del sistema: el gigantesco cohete impulsor y la nave espacial, que eventualmente transportará humanos y carga a destinos fuera de nuestro planeta.
Una precisión casi quirúrgica
Aunque el Super Heavy acaparó la mayor parte de la atención, la nave espacial Starship también tuvo un viaje bastante emocionante. Tras separarse del cohete, esta se desplazó hasta el otro lado del mundo desde el sitio de lanzamiento en Boca Chica, Texas. Luego, realizó una maniobra de frenado y aterrizó en el Océano Índico, justo en el lugar planeado por SpaceX. La precisión de esta misión fue tal que una boya equipada con cámara capturó el momento exacto en que Starship ejecutó su último encendido y el splashdown, aproximadamente 65 minutos después del despegue.
Este nivel de precisión en las maniobras orbitales y aterrizajes es clave para las ambiciones futuras de la firma. En un vídeo compartido por la compañía, se puede ver los momentos finales del vuelo de Starship, mostrando tanto su trayectoria como su control en los momentos críticos de la misión.
Separación en caliente, algo revolucionario
SpaceX destacó que, durante esta misión, Starship realizó otra separación exitosa utilizando un proceso llamado “hot-staging”, que implica encender los seis motores Raptor de la nave mientras todavía está conectada al cohete impulsor. Este método permite un ahorro significativo de tiempo y combustible, lo que mejora la eficiencia del vuelo espacial. Según el mensaje compartido por la compañía, se completó su ascenso al espacio exterior antes de seguir su trayectoria planificada alrededor del planeta.
En la reentrada, la nave tuvo que enfrentarse a temperaturas extremas y a una presión aerodinámica máxima, pero ejecutó exitosamente todas las maniobras necesarias, incluyendo un giro crucial para orientarse correctamente antes de la quema de aterrizaje y el posterior splashdown controlado en el océano.
El futuro de SpaceX es brillante
Este reciente vuelo de prueba es un gran paso para SpaceX, a la vez que para el futuro de los viajes espaciales. En una publicación en su página web, la compañía destacó que el equipo detrás de esta misión debería sentirse orgulloso de la hazaña de ingeniería que acaban de lograr. El mundo fue testigo de lo que podría ser el futuro del transporte espacial cuando Starship comience a llevar tripulación y carga a destinos tanto en la Tierra como en la Luna, Marte y más allá.
El diseño reutilizable de ambos componentes del sistema Starship-Super Heavy es una parte esencial del plan a largo plazo de SpaceX para reducir los costes de los viajes y hacerlos más accesibles. Esta misión demuestra que la compañía de Elon Musk está en el camino correcto para lograrlo, con un sistema que promete revolucionar la forma en que exploramos el espacio.
En un futuro cercano, SpaceX tiene planeado realizar otro vuelo de prueba en el que intentarán recuperar no solo el cohete Super Heavy, sino también la nave Starship de manera similar, utilizando los brazos mecánicos de la torre de lanzamiento. Este será otro paso importante en el desarrollo de las capacidades de reutilización de la nave siendo vital para misiones como el programa Artemis III de la NASA, que está programado para 2026 y cuyo objetivo es llevar nuevamente a humanos a la superficie lunar.