Los permisos de la confusión
El Gobierno debería hacer tanto esfuerzo en explicar las ayudas, esenciales para miles de familias, como el que hace para evitar la multa de Bruselas
El Consejo de Ministros aprobó el martes una mejora muy esperada por las familias de los permisos laborales por nacimiento y cuidado de hijos. Se ampliarán en tres semanas las bajas por nacimiento, adopción o cuidado, pasando de 16 a 19 semanas las que pueden disfrutar en idénticas condiciones los hombres y las mujeres. Estos permisos, conocidos como baja maternal o paternal, serán retribuidos por el 100% del sueldo completo durante ese periodo. El coste de esta ayuda familiar ascenderá a unos 1.500 millones.
La aprobación de la medida no ha estado exenta de confusión por la complejidad del formato: una de las tres nuevas semanas de baja deberá disfrutarse durante el primer año de vida del menor, sumándola a las 16 semanas de baja maternal o parental ya existentes. Y las otras dos semanas restantes podrán disfrutarse de forma flexible durante los primeros ocho años de vida del hijo. Este diseño generó cierta confusión con las bajas parentales, permisos sin retribuir que permiten a los padres cogerse días para cuidados de los hijos de hasta ocho años. Los distintos departamentos del Gobierno tardaron en aclarar, quizá por intereses políticos, que esas dos últimas semanas no forman parte del permiso parental de ocho semanas sin remunerar que ya está vigente desde 2023.
El embrollo también afectó al plazo de entrada en vigor y al periodo a partir del que se pueden disfrutar. La primera de las tres nuevas semanas de baja por nacimiento, la 17, se aplicará a los padres de niños nacidos a partir de este jueves, pero las otras dos semanas de disfrute flexible durante los primeros ocho años del hijo, se podrán emplear de forma retroactiva desde el 2 de agosto de 2024, pero no podrán solicitarse hasta el 1 de enero de 2026. De esta forma, Hacienda se asegura que el gasto de esta ayuda familiar no se desembolsa hasta el próximo año, cuando aún no están garantizados los Presupuestos.
La forma atropellada de aprobar la medida tiene que ver con las prisas para tratar de poner fin a la multa de las autoridades europeas por no trasponer la directiva sobre permisos familiares que debería haber aprobado hace un año y que ya supera los 10 millones. Está por ver si el Ejecutivo comunitario se da por satisfecho con la fórmula empleada por el Gobierno o exige que sean las bajas parentales las que deben estar remuneradas, como interpretan algunos sindicatos que dice la directiva.
En cualquier caso, haría bien el Gobierno en hacer un ejercicio de divulgación y explicación pormenorizada de estas nuevas ayudas tan importantes para miles de familias y que en su esencia también busca reducir la brecha de género en el ámbito laboral.